Yibo miró el sobre amarillo entre sus manos y agitó la cabeza, desconcertado.
—Señora Yang, creo que ha ocurrido alguna clase de error —dijo firmemente. El ceño fruncido y los labios apretados en una rígida línea indicaban lo cabreado que se encontraba en esos momentos.
Sentada con exquisita elegancia en el despacho de su marido, Yang Mi, su jefa, enarcó una de sus delgadas y perfectamente maquilladas cejas en su dirección con un desdén que le provocó intriga. Pero a juzgar por la mueca burlona que se dibujó en su hermoso rostro, él pareció atar cabos y comprender a donde iba en realidad todo ese asunto.
—¿Cree o está completamente seguro, joven Wang? Me conoce lo necesario para saber que no tolero ningún tipo de escándalo. Y el que usted venga aquí sin ser llamado con antelación, me impresiona demasiado. Mas aun viniendo de alguien que se adaptó a las reglas de esta casa desde el primer día de su contratación.
Asintió con la mandíbula demasiado apretada y los ojos ardiendo de rabia pura.
Eso no era justo, él incluso se sobreesforzó aún sabiendo que no podía desempeñar ninguna de sus habituales labores en su grave y preocupante estado de agotamiento; yendo en contra de los consejos de su mejor amiga sin importarle nada mas que su necedad por sentirse independiente. Que su jefa le esté cobrando con mucha mayor rigurosidad el único día que no se presentó a laborar se le hace una injusticia.
Injusticia porque, indudablemente, ella está tomándosela en contra suya por algo que no le concierne.
Mezclando lo laboral con lo personal.
—Si esto es a causa de lo que sucedió el otro día déjame decirle que…
Yang Mi levantó una de sus finas y cuidadas manos en el aire, cortando con impertinencia todos sus vanos intentos de explicación.
—¿De dónde conoce usted a Xiao Zhan, joven Wang? —indagó ella, sus finas facciones endureciéndose de repente.
Tragó saliva.
No obstante, lejos de permitir que ella le sacase aunque sea una mínima pizca de información, se preparó mentalmente para esquivar su curiosidad y cortarla en pedazos de serle posible.
—Disculpe, señora Yang, pero no estoy entendiendo. Me he visto en la penosa necesidad de venir a usted únicamente porque el pago de mis honorarios no corresponde a lo que debería ser —explicó pausadamente, ahogando el torbellino de rabia dentro de su pecho mientras le mostraba el sobre, exigiéndole una explicación razonable.
No existía forma de perder la compostura con alguien tan fría y superficial, pero era tan complicado, sobre todo, cuando se trataba de su jefa y ésta tenía la completa libertad de echarlo a patadas si así se le apetecía.
Claro, si él se dejaba hacer sin meter antes las manos.
—Le he hecho una pregunta. No me diga que a parte de escandaloso, es usted también un grosero —insinuó con los bordes de sus labios pintados de un rojo brillante curvándose hacia arriba.
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𝐋𝐚 𝐀𝐮𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞 ❥𝐙𝐡𝐚𝐧𝐘𝐢 |𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 ✓
FanfictionXiao Zhan es un Alfa de treinta años a quien su madre no se cansa de empujar a casarse y darle los nietos que lleva soñando y venerando durante largos años. Un día, su hermana mayor, Xiao Lu, llega de visita tras una larga temporada establecida en L...