Epílogo

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—A-Zhan, ¿alguna vez has oído hablar de los destinados incompatibles? —preguntó de la nada la anciana mientras se mecía en su silla

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—A-Zhan, ¿alguna vez has oído hablar de los destinados incompatibles? —preguntó de la nada la anciana mientras se mecía en su silla.

—¿De qué hablas, abuela?

—¿Si o no?

Xiao Zhan, de dieciséis años, resopló fastidiado por su insistencia y se vio prácticamente obligado a dejar a un lado sus mil y un deberes escolares y prestarle atención.

—Si te sirve de algo, no. Además, no se de que hablas, ¿destinados incompatibles? —torció la boca y fingió pensar durante unos segundos—. ¿Te refieres a esas parejas destinadas que no se aman aunque su destino diga lo contrario?

—No hijo.

—¿Entonces?

Su abuela dejó de tejer lo que pareció ser una bufanda para él y le observó con indulgencia.

—Dime qué piensas de un Omega siendo la pareja destinada de un Delta, o un Gamma siendo destinado con un Alfa.

Xiao Zhan parpadeó, consternado, sin esperarse aquello, justamente de su abuela materna.

—¿Es eso siquiera posible? —se rió sardonico—. Definitivamente está a la inversa; un Omega solo puede ser la pareja destinada de un Alfa, de nadie más. En cuanto a un Gamma —frunció el ceño—, no se mucho pero desde luego que lo mas lógico sería que fuese destinado con un Beta, no un Alfa, lo mismo para el Delta.

—¿Quién dice eso? —inquirió su abuela con una tenacidad que le hizo rascarse la nuca, incómodo.

—La naturaleza, abuela —le respondió pacíficamente.

—A-Zhan, la naturaleza, e incluso la madre luna se pueden equivocar algunas veces. —Xiao Zhan la miró sin comprender, y ella sonrió dichosa al tener su entera atención por fin—. No siempre lo común es lo más normal; lo diferente también lo es.

—No te entiendo. ¿Cómo podrían estar juntos? La lógica no concuerda en lo mínimo con lo que dices.

—La hace, mi niño, es cuestión de cada quién dársela —suspiró y su vista se perdió en el horizonte a través de la ventana—. Déjame contarte una historia. Había una vez una chica bastante hermosa, por lo tanto, no era inusual que llamase la atención a donde quiera que fuese, aunque a ella no le resultara muy agradable. Sus padres, humildes agricultores, la adoraban y la cuidaban como su joya más valiosa en el mundo, para nadie era impedimento sus raíces, únicamente su belleza les importaba. Fue por ello, que siempre que alguien pedía cortejarla, ella los rechazaba cordialmente, hasta que su pareja destinada apareció y no pudo rechazarlo como a los otros.

—¿No me digas que era un Delta, abuela? —En algún momento, el Alfa se había trasladado de la mesita de centro a los pies de su abuela, intrigado por la historia.

—Lo era. Por supuesto, los padres del chico, una familia de estatus social alto no aprovó la relación. La sociedad supuestamente apoyaba a la rama Alfa y Omega pero, si tanto repudiaban a los Gammas y Deltas, ¿por qué no repudiaron también a esa familia de Deltas?

𝐋𝐚 𝐀𝐮𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞 ❥𝐙𝐡𝐚𝐧𝐘𝐢 |𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora