𝐔𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 60'𝐒 || 𝐅𝐈𝐕𝐄 𝐇𝐀𝐑𝐆𝐑𝐄𝐄𝐕𝐄𝐒

🕰️Ojo por ojo🕰️

Narra Jane

Después de esa noche de descanso, Cinco y yo fuimos al lugar y fecha acordada.

"Posada El Huésped Solitario 1982"

Estábamos caminando hacia el lugar y la puerta de un carro hace que retrocedamos y seguimos nuestro camino hasta entrar al lugar, que más bien lucía como un hotel y tenía adornos algo excéntricos.

Entramos y Cinco le hizo una seña a una mujer que estaba organizando algo en una mesa.

-Disculpe-hablo Cinco.

-¡Oh! Enserio me asustaron, si están buscando las galletas no las traen hasta las 3.

-No sé si me aguanto-dijo Cinco de una forma sarcástica.

-¡Rayos! No quiero esperar tanto-dije de igual forma.

-¿Usted sabe dónde se reúne la sociedad del frijol de soya del medio oeste?-pregunto él.

-Claro que si, en el salón Mausquelon, ¿Buscan a su mamá? ¿Está en la convención?

Vi como Cinco dejaba de ponerle atención a esa mujer para dirigir su mirada a una máquina expendedora de dulces y luego buscaba algo en sus shorts.

-Oiga, ¿Podría darme cambio?-la sacó un billete.

-Si claro, solo veré en mi monedero.

Le susurré un pequeño "¿Que tramas?" y me respondió "No hay trabajo si no hay energía"

La mujer sacó unas monedas y le sonrió.

- Su día de suerte, dama y caballero- le dio las monedas.

- Sabe, hay quien dice que tener suerte es morir a la hora exacta.

La encargada del lugar solo quedó algo confundida y me fuí con Cinco, quién se dirigía a la máquina de dulces.

- Oye, ¿Sabías que hay otras formas de confundir a la gente en vez de asustarla? - dije refieriendome a la mujer.

- Era eso o que siguiera preguntando nuestros planes.

Llegamos a la máquina, insertó las monedas y presionó los números del dulce que quería. La máquina empezó a trabarse justo a nada de caer el dulce de Cinco y este se desesperó.

Empezó a apretar los botones de la máquina con desesperación y a agitar la máquina.

- ¡Vamos! ¡Estúpida golosina! ¡Estúpida... Golosina! - todos los dulces caían menos el de Cinco.

- Cinco, Cinco - trate de llamarlo pero este hizo caso omiso y de una patada rompió el vidrio de la máquina a lo que solo rodeé los ojos.

Tocó su cabello con desespero y enseguida vió un pastel, le pasó el dedo y metió el dulce cremoso a su boca.

Esta sería mi primer matanza en años, no quiero sentirme como me siento en estos momentos pero realmente quiero ayudar a Cinco y de paso a mi igual.

Tomé el cuchillo que estaba al lado del pastel y él tomó el hacha de emergencias que estaba a un lado de la entrada.

Cinco vio mi estado y habló.

- Si no quieres hacer esto, no lo hagas, yo digo que participaste si es necesario.

- N-no, quiero hacerlo.

Caminamos hasta la entrada del salón y escuchamos a Charmichael.

- Pasemos al artículo 17 por favor...- Puso sus manos en su escritorio a modo de sorpresa.
- ¡Ustedes! ¡Llamen a seguridad!