Minsung

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Los días pasaron con rapidez y el cumpleaños de Jisung hizo aparición. Todos habían sido invitados a la fiesta que harían en casa del chico "estrella". Woojin ya no era parte del grupo cuando se mudó a Canadá con su familia, así que ahora estaban ocho chicos algo triste por aquel acontecimiento.

—Sean bienvenidos —abrió la puerta Minho—. Que encantador te ves hoy, Chan hyung —levantó las cejas, burlándose del mayor, quien venía junto a Felix—. Querido Felix, por favor pasa.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Chan entrando a la casa.

—Vivo aquí...

— ¡No es cierto! —gritó Jisung saliendo de la sala de estar—. Pero se quedó a dormir anoche...

—Es lo mismo, querido mío —le pellizcó una mejilla—. ¿Dónde está Changbin? Me dijo que traería de esas galletas deliciosas que tanto me gustan...

—Vendrá con los demás —aclaró Felix, sentándose en el sofá.

—Perfecto. Iré a ayudar a mi querida suegra, siéntate, Hannie, hoy es tu día, mañana será el de mi querido Felix...

Salió del lugar yendo hacia la cocina.

— ¿Así que a Seungmin le gusta ese loco? —preguntó Chan riendo.

—Así parece —dijeron los otros dos, suspirando.

Los otros cuatro llegaron media horas después con regalos y las galletas de Minho.

— ¿Qué haremos en vacaciones? —preguntó Minho abrazando a Jisung—. Oí por ahí que harán una función con fuegos artificiales y eso en el río Han. Podríamos ir, Chan hyung nos vigilará.

—Chan y yo iremos a Australia a visitar a nuestros familiares.

— ¿Así que sí se van a casar? —Jisung se rió de la broma de su amigo.

Ambos chicos se sonrojaron.

—Nosotros iremos a visitar a la familia, lo siento hyung —dijo Jeongin mientras ponía esa linda carita que derretía a todos. Incluyendo a Minho, quien le pellizcó las mejillas de manera bruta.

—Ay mi niño hermoso —Seungmin lo miró mal—. ¿Qué? —el menor dejó de mirarlo casi entrando en pánico, había sido atrapado mirándolo—. Oye muchacho, no muerdo... bueno, a veces sí. Pero no te morderé. ¿Me tiene miedo? —les preguntó a los demás, como si Seungmin no estuviera frente a él.

—No sé si miedo sea el sentimiento adecuado —Seungmin pisó el pie de Hyunjin, haciéndolo gritar de dolor.

La tarta de Jisung había sido un regalo de Minho, "ganándose puntos" con sus "suegros".

—Es de tu sabor favorito, la hizo mi mamá con mi ayuda —Jisung le dio un abrazo y un beso en la mejilla, producto de la emoción. Dejando a todos de piedra—. Tendré que hacerte tartas todos los años, entonces —Jisung le dio un suave golpe en el hombro con una torpe sonrisa.

—Ya lo haces... 

— ¿Se van a seguir coqueteando o podemos comer? —preguntó Changbin molestándolos.

—Podemos hacer ambas cosas —Jinsung volvió a darle un golpe—. Es broma. A comer, muchachos.

Por razones del destino, Seungmin se sentó frente a la "parejita" que reía divertida por las cosas que el mayor decía.

— Jisung —le habló Jeongin—. ¿Me acompañas al baño?

— ¿Irán a besarse sin mí? —se burló Minho—. Estoy dejando que me golpees porque es tu cumpleaños, pero mañana me vengaré, renacuajo —le dijo a Jisung, quien asintió yendo con Jeongin.

—Minho —Chan lo llamó—. ¿Por qué no me preparas una tarta para mi cumpleaños?

— ¿Y a mí por qué no me hiciste una? —reclamó Hyunjin.

—Minho siempre ha preparado las tartas de Jisungie —dijo la mamá del cumpleañero, entrando por la puerta del patio—. Es algo de novios, supongo.

Ella y Minho rieron, incomodando a los demás. A veces, sí creían que esos dos tenían algo.

—A ver, celositos. Conozco a Jisung desde que éramos pequeños, no puedo romper costumbres por un par de personas.

— ¿Somos personas para ti? —preguntó Seungmin hablándole después de mucho tiempo.

—Correcto... —Chan lo miró serio—. ¡Bromeo! Ustedes son mis dulces amiguitos —se levantó de su asiento y pellizcó a todos en las mejillas—. Les prepararé la odiosa tarta si tanto lo piden. ¿Estás feliz, Seungmin? —sujetó del rostro al menor con sus palmas, poniéndolo nervioso por la cercanía.

Hyunjin abrió los ojos sorprendido.

—Yo...

— ¡Hemos llegado! —gritó Jisung entrando a la cocina—. ¿Se iban a besar sin mí?

Jeongin quería golpear a su amigo.

—No seas celoso, Hannie. Estos labios solo te pertenecen a ti —Seungmin quitó las manos de Minho y se levantó del asiento.

—Debo irme.

— ¿Pasó algo, Minnie? —preguntó la mamá de Jisung.

—No, no. Pero debo irme, mi mamá me pidió que le llevara algo de carne cuando volviera a casa...

El chico se marchó, dejando a todos algo molestos.

Cuando Minho fue al baño, comenzaron a llenar de preguntas a Jisung.

— ¿Tienes que actuar como novia todo el día? —Hyunjin realmente estaba molesto—. Sabes que a Seungmin le gusta Minho hyung y tú haces este tipo de cosas...

—Espera Hyunjin —habló Chan—. Son mejores amigos, no es como si Jisung deba actuar de otra manera con él. Aunque es algo molesto, lo siento Jisung.

—Tranquilo, estoy acostumbrado. Las novias de hyung decían lo mismo. Pero, realmente lo siento. No lo hago a propósito. Siempre hemos sido así... además a Seungmin no le gusta hace tanto tiempo.

— ¿A ti sí? —preguntó esta vez Jeongin, atrapándolo con la guardia baja.

—N...no —se sonrojó Jisung, dejando a todos anonadados—. ¡Esperen! No es lo que creen, yo...

—Tu rostro nos dijo todo lo que necesitábamos saber, Jisung —dijo Felix negando—. No diremos nada, solo no sé. Intenta no hacer sentir mal a Seungmin, por favor.

— ¿De quién es el velorio? —apareció Minho de la nada, asustando a todos.

—No es nada —dijo Jisung nervioso.

—Ajá, dile eso a tu cara... bien, queridos míos. Su rey debe irse, mi mamá me llamó para ir por ella. No estén tristes en mi ausencia. Nos vemos mañana, querido mío.

—Adiós, hyung —dijo Jisung, acostumbrado.

—Le decía a Felix. No todo es sobre ti, Han Jisung.

Felix se rió. —Adiós hyung.

—No pongas esa cara, Chan hyung, no te lo estoy quitando —se burló—. En fin, ¿de qué quieres tu tarta?

— ¿Qué? —preguntó Jisung mirándolo.

—Me pidió una tarta —se encogió de hombros.

—Pero tú...

—Han Jisung, no seas egoísta. Me la pidió con tanto anhelo que fue imposible decir que no —lo miró de manera simple—. ¿Entonces?

El rostro de Jisung era un poema cuando Minho se fue, todos se sintieron mal por ello.

—Perdón, Jisung... —el cumpleañero negó—. No fue con mala intención. No sabíamos que te pondrías así...

—Está bien, no se preocupen... —sonrió con amabilidad—. Ordenaré un poco este desastre, pueden ir a mi habitación a jugar. Me compré el videojuego que tanto querías, Changbin hyung...

—Jisung lo sentimos, de verdad —dijo esta vez Hyunjin.

—No, tranquilo. No es nada.

Love again /KnowMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora