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Días más tarde apareció decidido Seungmin, con las piernas hechas gelatinas y transpirando como un loco. Sin papel en mano, ni rosas, nada demasiado cursi para ese chico que parecía un demonio.

—Me gustas —susurró con mucho esfuerzo.

— ¿Qué? —Minho lo miró quitando sus auriculares.

Seungmin intentó huir, Minho lo sujetó del pantalón.

—No me hagas esto.

— ¿Acaso me dijiste algo ofensivo? —Seungmin negó—. Entonces vuelve a decirlo o creeré que estaban lanzando una maldición a mi cuerpo.

—Me... me gus... me gustas —cada vez que decía algo iba bajando el volumen de su voz.

Minho sonrió divertido. —Con que eso era —el menor se sintió humillado, pero la mano del mayor no soltaba su ropa—. También me gustas, querido ex esposo.

Seungmin dejó de oír y de pensar después del final de la oración. ¿Qué significaba eso? ¿Acaso tendrían que besarse? ¿Debería gritar de emoción? ¿Debería respirar?

—Dije que también me gustas... ¿estás vivo? Estás poniéndote morado... Seungmin respira —Lino se acercó al menor y lo miró asustado.

—Estoy bien —soltó volviendo a respirar—. ¿Cómo que también te gusto? Esto no es cierto... hyung deja de jugar conmigo, yo hablo enserio acerca de mis sentimientos.

—Y yo también estoy hablando enserio... ¿por qué estás alejándote?

—No es cierto... esto no es cierto... estoy soñando, en cualquier momento voy a despertar... ¿a qué hora empieza a sonar mi alarma?

Lino algo cansado de la actitud de Seungmin lo volvió a sujetar de la ropa, acercándose. Con poca fuerza besó los labios del menor, poniéndose de puntillas para alcanzarlo mejor. El menor no cerró los ojos, impresionado por la acción de Lino.

— ¿Satisfecho?

Seungmin negó, haciendo reír al mayor. Lino volvió a juntar sus labios de manera dulce, sujetándole las mejillas y acariciándolas.

Tal vez besar los labios del menor se volverían una adicción para Lino y eso no le molestaba en lo absoluto.

— ¿Ahora sí? —despeinó el cabello de Seungmin, dándole ternura la lenta reacción del menor al abrir sus ojos.

— ¿Qué significa esto?

—Que me gustas y tus labios saben rico.

—Eres un... —esta vez Seungmin sujetó a Lino del cuello de su camisa y besó sus labios, dios esos lindos labios que el mayor tenía.

No dejaron de besarse por al menos un rato más.

Lino sonrió divertido, le tendió la mano a Seungmin y entrelazaron sus manos caminando hacia algún lugar que sus pies lo llevaran. Como siempre lo hacía el menor cuando no tenía nada que hacer.

—Esto es divertido —Seungmin se acomodó mejor en las piernas del mayor, mirando a su mayor con sus ojos brillantes y sus labios rojos por tantos besos que se habían dado.

—Espera a que Chan hyung lo sepa y sabrás lo divertido de este asunto —Lino le acarició el rostro con suavidad—. No me había fijado tanto como ahora, pero tienes una piel bastante suave —se agachó para quedar de frente con el menor—. Tu nariz es bonita, tus labios son deliciosos y tus mejillas sonrojadas son tiernas... ¿hay algo malo contigo o tienes que ser tan bonito?

Seungmin pensó que después de aquellos besos su corazón no correría tan rápido, pero las palabras del mayor lo hicieron un manojo de nervios y risas torpes.

Love again /KnowMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora