Lee Minho

1K 119 10
                                        

Seungmin lo sabía, Lee Minho no era un tonto y él era pésimo mostrando su rostro serio si se trataba del mayor. Minho solo se burlaba de su pobre corazón que seguía enamorado de él.

—Sé que te gusto —Seungmin escupió su refresco, mirando a Minho directamente, el mayor lo miró sin comprender.

— ¿Qué?

— ¿Qué acabas de decir? —Seungmin sentía que podría vomitar de los nervios.

—No he dicho nada —frunció el ceño sin comprender—. Ah, la mesa junto a ti es la que debió sorprenderte... ¿creíste que había aprendido ventriloquía o algo así? —Minho se rió divertido por su propio chiste—. No tienes sentido del humor... ¿dónde dijiste que fueron los demás?

–A... a comprar cosas para comer —la verdad es que solo los habían dejado solos, mientras ellos se iban a jugar por ahí o quizás los estaban espiando.

—Espero que ese torpe de Changbin traiga lo que le pedí. ¿Te encuentras bien? Tu rostro se ve más rosado de lo habitual.

Lo habitual para Minho era ver a Seungmin en su fase no tan sonrojado, pero sonrojado. Ahora casi parecía un lindo tomate. La confesión de las chicas junto a ellos lo tomó desprevenido.

—Dime la verdad, ¿yo te gusto? —Seungmin miró hacia la mesa junto a ellos, pero ya no había nadie. Miró hacia el mayor quien lo miraba con una sonrisa y directo a los ojos—. ¿Seungmin yo te gusto? —el menor quería correr—. Supongo que tu rostro habla por sí solo.

Seungmin tomó sus cosas y huyó de ese lugar, dejando a Minho intrigado. Minutos más tarde aparecieron todos sin saber porqué Seungmin había huido del lugar.

—Solo le hice una pregunta, no fue como si le maldije el alma.

—Viniendo de tu parte, eso sería algo poco —Changbin dijo detrás de Jisung.

Minho se encogió de hombros y levantó su mano. —Dame lo que te pedí.

Changbin le entregó su helado.

Semanas más tarde Seungmin había dejado de huir de Minho, aunque no le hablaba ya no corría despavorido.

— ¿Le gusto o me tiene miedo? —introdujo la paleta a su boca—. No entiendo a los niños de hoy en día.

—Oye Seungmin tiene mi edad y nos llevamos bien.

— ¿Qué acabo de decir, Jisung? Los niños de hoy, te incluye a ti.

Jisung odiaba cuando hablaba de esa minúscula diferencia de edad. —Sabes que no me gusta cuando comienzas así, solo son dos años —comenzó a hacerle cosquillas.

—No —intentaba huir de las manos de su amigo—, entiendo... ¡Han Jisung suéltame!

—Retráctate. Deja de sacar nuestra diferencia de edad.

— ¡¿Qué pasa si no quiero?! —se soltó del agarre con dificultad.

—Deberían besarse, ya estoy cansado de tener que esperar el día en que se besen —Hyunjin suspiró jugando con su lápiz—. Al menos así le rompes el corazón a Seungmin de una buena vez y ya deja de alejarse del grupo.

—Bien —Minho sujetó a Jisung del cuello de su camisa, haciendo que todos los miren expectantes—. Hyunjin es el que dio la orden, perdón Jisung —acercó su rostro al de su amigo, quien no se movía de su lugar y justo cuando estaban a punto de besarse, Minho comenzó a reír divertido—. ¿Por qué mierda no te apartas? ¿Acaso quieres besarme, Han Jisung? ¿A tu propio mejor amigo? No homo contigo, mi querido.

El corazón de Jisung corrió veloz.

Los demás se quedaron impactados por la reacción de Lino y se sintieron mal por el pobre chico de mejillas regordetas.

—Lino hyung —habló Jeongin sacando la paleta de su boca—. ¿Te gusta Han?

— ¿Gustar en que sentido? —el nombrado intentó no parecer interesado en el asunto, pero era pésimo ocultándolo.

—Ya sabes, como alguien que te gusta para más que amigos —respondió Hyunjin.

—No.

Todos asintieron mirando directamente al pobre chico que tenía un poco de pena en el corazón escuchando a su hyung favorito rechazarlo de manera directa. Al menos ahora podría dejar de sentir tantas cosas por su mejor amigo y animar a Seungmin a intentarlo.

Lino debía ir a casa temprano, así que se despidió de todos y se marchó, dejándolos algo incómodos.

—Perdón, Hannie —le dijo Hyunjin apretándolo en un abrazo.

—Estoy bien —sonrió.

—Si lo estuvieras, no estarías llorando, hyung —Jeongin también se unió al abrazo.

Seungmin y Changbin regresaron para ver la triste escena que protagonizaba Jisung, con sus ojitos rojos e hipando por la lloradita que había tenido antes.

— ¿Pasó algo? —preguntó Seungmin, sentándose frente a los tres—. ¿Dónde está Lino hyung?

—Se fue a casa... —le dijo Jisung limpiando su rostro con demasiada fuerza—. Debía ir a preparar la cena para su mamá.

—Ah. ¿Pasó algo contigo, Han? —volvió a preguntar.

—Nada... solo un poco de polvo en mis ojos.

Changbin suspiró. —El polvo de tus ojos tiene nombre y apellido, pero espero que te sientas mejor con el tiempo.

—Yo también lo espero, hyung.

Se quedaron ahí por unas horas más, hasta que decidieron volver a casa. Han quiso hablar con Seungmin cuando todos se marcharon.

—Quiero... —su corazón le pedía a gritos no seguir hablando, pero su mente le decía que debía continuar—. Quiero darte ánimos, Minnie.

— ¿Ánimos?

—Yo no soy quien para... —una lágrima corrió por sus lindas mejillas—. Ay mierda, esto es algo duro —sonrió con tristeza—. ¿Podrías reunir coraje y confesarte a Lino hyung? —mordió sus labios mientras más lágrimas corrían.

— ¿Confesarme? ¿Estás loco? —Seungmin lo miró y lo abrazó de inmediato—. Han, no me pidas algo así cuando estás literalmente rompiéndote el corazón.

Han negó, intentando secar sus lágrimas. —No, por favor. No sientas lástima por mí... jamás fui un rival para ti... —rió llorando.

— ¿A qué te refieres?

—De alguna manera sé... —hipó—. Sé que Lino hyung tiene interés en ti...

—No me ilusiones y deja de torturarte, por favor.

— ¡Seungmin basta! —asustó al pelinegro—. Perdón. Pero hablo enserio... me gustaría que lo intentaras. Estoy seguro que te hará bien decirlo... yo ni siquiera tuve la oportunidad de confesar mis sentimientos y fui duramente rechazado... no esperaba menos del gran demonio Lee Minho —rió.

— ¿Quieres enserio que me confiese?

—Enserio quiero apoyarte...

—Pero estás triste, Hannie.

—Por favor, Minnie.

—No voy a confesarme porque me lo digas, pero te aseguro que en algún momento lo haré. Aun no estoy listo.

—Bien... me voy. ¡Fighting Kim Seungmin!

Han se fue a casa con el corazón roto y con una promesa de apoyar a su querido amigo a confesar sus sentimientos al demonio que tenía de mejor amigo.

—Lo intentaré —Seungmin se miró al espejo y sonrió, negando.

Lee Minho este es el fin de un Seungmin soltero y de tu personalidad de demonio. Deberás darle amor al menor, tanto como él te lo solicite.

Love again /KnowMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora