𝐖𝐇𝐎｜hyunlix

12

Fue inevitable para Felix sonreír al ver a Hyunjin, llevaba una polera blanca que decía en letras negras pequeñas "trans rights are human rights", un pantalón de tela negro, y lo mas importante de todo, era su bata de doctor, la cual tenia un pequeño bolsillo al lado izquierdo de su pecho, donde tenia bordado con letras azules "Hwang Hyunjin" y bajo este estaba escrito el nombre y el logo de la universidad, ademas llevaba su mochila gris colgada de un solo hombro.

—Hola chicos— saludó Hyunjin guardando sus lentes en el bolsillo de su bata.

—Te vez muy apuesto, eh— murmuró Bangchan chocando sus hombros y Hyunjin sonrió sin creérselo. —¿Verdad que si, Felix?

—Si, muy lindo— susurró Felix avergonzado chocando su mirada con la de Hyunjin, y luego desviándola cuando el celular de Bangchan comenzó a soltar rimas súbitamente.

—Oh, ¿Innie?— habló Chan contestando su celular. —¿No vendrás con nosotros?.. ¿Con qué?.. Te acompaño si quieres... ¿Como se te ocurre? Ahí estaré.

—¿Qué paso?— preguntó Hyunjin, en cuanto Bangchan corto la llamada y guardo su celular en su jean.

—Ah, Hyunsuk se intoxico con algo, y lo están llevando al hospital, Jeongin esta un poco preocupado por su hermano así que iré con el— explicó Chan mientras comenzaba a caminar hacia las escaleras.

—Voy a avisarle a Ryujin, tenían una presentación mañana— habló Hyunjin haciendo una mueca tecleando su celular, y Felix se sintió fuera de lugar, ya que no conocía al hermano de Jeongin y a el lo había visto solo una vez, pero de todas formas esperaba que se recupere pronto.

Felix había tenido muchas intoxicaciones cuando era pequeño, hubo una vez en la que ingirió pastillas que no eran recomendables para su edad, eso había pasado porque en ese día le dolía mucho la cabeza y había visto anteriormente que su madre tomaba pastillas cuando eso le pasaba, así que se tomo varias del primer frasco que encontró.

Una vecina lo había encontrado, al Felix de tres años, desmayado en el patio de su casa con una bicicleta verde en medio de sus piernas, parecía que iba saliendo cuando se desplomo. Felix no recordó nada mas hasta que abrió sus ojos en el hospital, con unos cables metidos en su nariz y con la boca seca, agradeciendo a quien fuera el que había dejado un vaso con agua a su lado.

—Once kilos... ¿Donde están tus padres?— le había preguntado un enfermero mientras el pequeño Felix esta en la bascula pero ni el sabia. Lo único que tenia claro era que su mamá llegaba cuando el sol estaba apunto de esconderse, y su padre en la oscuridad de la noche, a veces sobrio, a veces ebrio, aunque de todas formas enfadado.

—Que bonito, ¿Cómo se te ocurro tomarte eso? ¿Eres tonto?— dijo su padre en cuanto estuvieron de vuelta en casa, Felix estaba sentado en una silla de madera con los pies colgando y sus manitas escondidas en medio de sus piernas con la mirada gacha. —¡Responde!

—Lo shento... m-me dolía— murmuró Felix, con los labios temblorosos y ese nudo en la garganta que no le gustaba, porque si salían lagrimas de sus ojos, su padre lo llamaría niñita y luego haría cosas malas.

—¿Por qué mierda no hablas bien?— dijo el hombre de cabello oscuro, dándole una bofetada en la mejilla izquierda del pequeño.

Changbin fue quien recibió la cachetada, y aunque el tenia mas resistencia al dolor que Felix, de igual manera le dolió, pero se negó a llorar mordiendo con fuerza su labio inferior, y no se movía de su lugar demostrando lo fuerte que era.

—Comerás pan de la bolsa, ese sera tu castigo, nos haces quedar como malos padres cuando el idiota aquí eres tu, ¿Acaso tiene retraso o algo? Siempre hacer estupideces— musitó cerca del rostro del niño, empujando con fuerzas la cabeza del pequeño con sus dedos.