Cometas, estrellas y tú

Capítulo 47

Capítulo 47

Mi mundo se vino abajo.

-Qué dices?! Ese de ahí es Tom?-Cova

-Sí, es él.-Mery

-Mierda.-Ale

-Tom, qué coño haces!!-Rory

El chico se despegó de… esa tía y nos miró a nosotras cómo un poco desorientado.

-Qué pasa? Qué mosca os ha picado, chicas?-Tom

-Eso mismo me pregunto yo. Qué mierdas te pasa! Qué haces comiéndote el morro con esa guarra?!-Rory

-Oye, oye. Un respeto a la pobre chica. Con lo buena que está y lo cariñosa que es… No tienes que tratarla así.-Tom

-Si hiciera lo que tengo que hacer, ahora mismo estarías retorciéndote de dolor de la patada en los huevos que me están entrando ganas de darte.-Rory

-Estás borracho? Se puede saber cuánto has bebido?!-Cova

-Solo he tomado una copa, después, me he encontrado con esta chica tan maja y nos estamos conociendo. Oye, no me cortéis el rollo, joder.-Tom

-No, tran… quilo. Ya nos… vamos. No pinta…mos nada aquí.-Lucía

-Pero se puede saber por qué de repente te has convertido en un hijo de puta?! No tienes ni el mínimo remordimiento de conciencia por estar enrollándote con otra delante de Lucía?!-Rory

-Lucía? Quién es Lucía?-Tom

-Ahora, para ti, nadie. Eres un mierda, Tom! Te creía un buen tío; pero ya veo que no. Estaba equivocada. Al final va a resultar que todos los tíos sois igual de gilipollas! En cuanto veis que a una chica empezáis a gustarle, os buscáis una puta con la que ‘aclarar ideas’. Así os pudráis tu guarra y tú, capullo!-Rory

-Esfúmate ya, coño! Me estás jodiendo. No ves que estoy ocupado?-Tom

-Sí, ocupado cagándola como solo vosotros sabéis. Te doy mi enhorabuena, ya eres uno más. Un mujeriego patético más en la universidad.-Rory

-Rory, ya, vámonos. Es mejor que bajemos con Lucía a otra parte.-Ale

-Es que nunca me faltarán las ganas de decirle cuatro cosas bien dichas a éste una y otra vez-Rory

No puedo más. No me voy a quedar aquí como una pringada mirando lo último que querría ver ahora mismo. Que sí, joder, lo admito. Tom me gusta; pero veo que era un sentimiento no mutuo. Necesito tomar el aire, me estoy empezando a marear.

-Lucía, joder, espera!-Mery

No pensaba dejar de correr escaleras abajo para pararme a escucharlas y caminé por los pasillos hasta llegar a la puerta trasera. Cuando por fin salí, ya tenía los tacones en la mano y las mejillas empapadas. Mierda, necesito un sitio para esconderme y así nadie me verá llorar. Necesito desconectar de todo.

Lo primero que hago es apagar el móvil mientras busco un sitio cualquiera apartado de la gente. Encuentro una pierda aparentemente cómoda que me sirve de silla. Cuando me aseguro de que nadie se está a cercando o mirándome, rompo a llorar. Pensé que… por el beso que me dio antes… No sé, pensé que él sentía… otra cosa. Qué ilusa fui! Joder! Se supone que… yo ahora estaría bailando tranquilamente mientras él… seguiría arrimándose a esa tía. Ojalá  no hubiera subido arriba… Aunque verlo ha servido para que me diera cuenta de que Tom y yo no vamos ni iremos a ninguna parte. Nunca.

-Lucía! Va todo bien?-Santi

Mierda, Santi. Cómo leches me ha encontrado?

-Sí, sí. Estoy perfectamente. Qué haces aquí?-Lucía