Cometas, estrellas y tú

Maratón 3/4

Capítulo 9

-Ey, chicos. Laura no puede venir esta noche.-Lucía

-Y eso?-Claudia

-Qué le ha pasado?-Sergio

-Edu fue a por ella y Laura no quiso que hubiese un problema.-Lucía

-Y ese gilipollas por qué va a por ella?-Bea

-No sé. Solo sé que es un fantasma y que la estaba obligando a ir con él mientras nosotros cenábamos.-Lucía

-Y cómo se enteró de que íbamos a cenar?-Carlota

-Espera, espera. La obligó?-Inés

-Sí, la obligó. Miró el Twiter de alguno de nosotros y se enteró.-Lucía

-Y la dejaste ir con ese, sin más?-Mery

-Sí. Dijo que me llamaría cuando llegase de cenar.-Lucía

-Pues ya está tardando.-Mónica

-Tranquila, Mónica. A Laura no le va a pasar nada. Si a las once y media o a las doce todavía no sabemos de ella, la vamos a buscar.-Fuentes

-Buena idea.-Bea

Cenamos pizza y de postre pedimos helado. El final del curso se acercaba. No me puedo creer que ya vaya a acabar Segundo de Bachiller. Después de este verano, echaré de menos a estos locos. Un mensaje me devuelve a la vida real.

*Lucía, ayúdame*-Laura

-Mierda.-Lucía

-Qué pasa?-Inés

-Es Laura. Mirad el mensaje que me mandó.-Lucía

-Yo a ese cabrón lo mato. Como la haya tocado...-Sergio

-Pregúntale dónde está.-Claudia

-Sabía que Eduardo no era buena gente.-Bea

-Mierda, no contesta.-Lucía

-A ver, prueba a llamarle.-Mónica

-Espera.-Lucía

-No quiero ni pensar lo que le puede estar pasando...-Mery

-Me cuelga. Joder!!! Laura!-Lucía

-Sabes a dónde fueron?-Marco

-No!!!-Lucía

*Lucía, estoy en un Motel. Se llama 'Sendai'. Rápido, creo que me quiere forzar. Ayúdame, por favor*-Laura

-Se la ha llevado a un jodido motel!!!-Lucía

-A dónde!?-Mónica

-A 'Sendai'. No sé dónde queda.-Lucía

-Está a veinte minutos en coche desde aquí.-Fuentes

-Nos dará tiempo a llegar antes de que le pase nada?-Sergio

-Eso espero.-Mónica

Nos subimos a los coches y seguimos a Fuentes, que sabía dónde quedaba. El viaje se me hizo eterno. No volví a recibir ningún mensaje más de Laura. Mierda. Como le haya pasado algo... Llegamos al aparcamiento y reconocí el coche que había en la acera esta tarde. Edu estaba aquí. Y estaba con Laura. La recepcionista no parecía estar de acuerdo en darnos el número de habitación de un cliente a diez extraños; pero al final la presión de grupo hizo que accediera. Subimos rápidamente por las escaleras hasta el segundo y llegamos hasta la habitación. Espero que no hayamos llegado tarde...