Capítulo 40
La penúltima clase fue rara. Fue una tortura física porque se me durmió el culo; pero estaba mandando notitas con Val sobre Gabriel al principio, y luego sobre Tomas y, según ella, la ‘prometedora’ clase de vóley. Sí, notitas. No somos inmaduras, somos universitarias aburridas que deciden matar el tiempo. Bueno, ella insiste en que Tom y yo somos demasiado inseparables; pero yo me defiendo con su querido Gabriel. Y así es como pasa medianamente rápido una clase en la universidad para dos futuras veterinarias que no atienden mucho a las explicaciones. Luego me tengo que acordar de coger apuntes.
Suena el timbre. Por fin! En realidad es como una catapulta para los oídos; pero ahora acaba de conseguir mi viaje a la clase de vóley. Adoro el timbre.; y a la vez, odio el timbre.
-Bueno, pásalo bien en vóley.-Val
-No me guiñes un ojo, sé lo que estás insinuando. Amigos inseparables, no amigos hormonados desenfrenados.-Lu
Las dos nos reímos y salimos por la puerta.
-Pásalo bien en yoga. Intenta hacer amigos. Fíjate si hay algún chico guapo que te distraiga de Gabri.-Lucía
-No dudes que lo intentaré, aunque en realidad no hay ningún chico en yoga. Bueno, hasta mañana.-Val
-Ya sé que no hay tíos; pero lo que cuenta es la intención de distraerse. Eso… ya nos veremos.-Lucía
Eso… ya verás tú como mañana no aparezco y te tendré que dar una explicación incómoda mañana. A ver, Lucía, céntrate. Clase de vóley, clase de vóley y solo clase de vóley.
Llego al vestuario, me cambio, y llego cinco minutos antes de que empiece. Ya hay gente esperando también y el profesor llegará enseguida. Saludo a mis compañeros y me siento en la hierba. Ni rastro de Tom. Por ahora.
-Bueno, hoy vamos a jugar partidos como si fueran los de una liga de verdad. Haremos equipos de seis y jugarán dos en esa red. El resto entrenará por parejas hasta que llegue el turno de su equipo. El equipo que pierde es el que se va de la red. Bien, estamos todos?.-profesor
No, falta él.
-Perdón! Siento llegar tarde, se me pasó la hora.-Tom
Y apareció el rey de Roma. Con una camiseta para jugar al vóley mal puesta, seguramente con prisa, y unos cordones desatados.
-Ya temías que no viniera, chica lila?-Tom
-Tienes los cordones desatados, chico impuntual.-Lucía
-No me cambies de tema.-Tom
-Da igual que no vinieras, luego nos vamos a ver en el gimnasio. Recuerdas la apuesta que hicimos?-Lucía
-Sigue en pie? Vas a llevar esto hasta el límite? Vas a esperar al último momento para no cumplirla?-Tom
-Voy a cumplir la apuesta, y voy a ganarla. Te vas a tragar tus palabras, querido Tomas.-Lucía
Esta conversación la estábamos teniendo en voz baja mientras el profesor seguía con sus explicaciones. En una de estas nos miró y nos fulminó con la vista.
-Silencio, por favor. Bueno, ahora vamos a organizar los equipos.-profesor
Por favor, que no nos toque en diferente equipo. Por favor, que no nos separen en diferentes equipos. Por favor, que el cabrón del profesor no nos ponga en diferentes equipos. Por favor, que el cabrón del profesor no nos separe en diferentes equipos. Por favor, que nos toque juntos. Por favor, que el cabrón del prof…
-Lucía, Tomas, Fernando, Alfredo, Elena y Úrsula formarán el equipo B.-profesor
YUPIIIIIIII! Ahora mismo estoy haciendo un baile mental de la felicidad y mi imaginación se está marcando un ‘walking on sunshine’ dándolo todo.
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Cometas, estrellas y tú
RomanceEstudiar fuera de casa nunca es fácil; pero de todo se viven nuevas experiencias. Siempre hay que mirar el lado bueno de las cosas. Mery y Lucía dejan atrás a sus amigos y familia para ir a la universidad de Madrid: una ciudad llena de tiendas, fies...