—¿Dónde está Jack?— Llegó Sophia.
—Recuerda que hoy se va temprano.— Le dije, limpiaba el tubo de las escaleras que daba al baño.
—Es cierto, es un idiota.— Se quejó y comencé a reír, Jack resulto ser más inteligente que Sophia.
—¿Qué pasó?—
—Le dije que hiciéramos un intercambio.—
—¿Sobre su acosadora?— Comencé a reír.
—Si, sobre ella.—
—Bueno, fue por sus cosas, realmente no sé donde esta.—
—Lo voy a buscar.— Asentí mientras se iba.
Pronto llegaron ambos discutiendo
—Te lo daré la siguiente semana, ya dime cual es su nombre.—
—Dame la mitad y te diré.—
Jack saco de su bolsillo dinero y se lo dio a Sophia
—Se llama ______.—
—¿Apellido?— Le pregunto.
—Te costará la mitad del dinero.— Se fue Sophia sonriendo.
—Al menos se su nombre.— Parecía suspirar.
—Podrías buscar a Jaeden.— Me miro con algo de disgusto.—
—Quiero a su amiga no a el.—
—Tonto, si buscas a Jaeden encontrarás a ______ con facilidad.—
El asintio sonriendo.
—Me ahorrare la mitad del dinero, gracias, Noah.—
(...)
En la dulcería había una chica, era muy bonita. No solía usar códigos porque: si fuera una chica no sería fan de que algún chico me estuviera observando y asignandome un código. Talvez hoy haría la excepción, llevaba ya un rato aquí, una playera blanca, sólo de ese color.
Tome el walkie talkie para hablar, aunque no tenía la menor idea de donde se encontraban Jack o Finn.
—Código...— Estaba a punto de reclamar, alguien choco conmigo.
—Lo siento.— Dijo poniendo rápidamente su mano en mi hombro sin si quiera mirarme para correr con sus amigas.
—¿Código?— Se escucho a través del Walkie talkie.
Aquel grupo de chicas se fue a su sala correspondiente. Quien me choco no paraba de sonreír. Una sonrisa tan linda y coqueta a su vez. Y si, era bonita, pero hubo algo más en ella.
—¡Noah!— Se escuchó un grito en el Walkie talkie.
—Noah, ¿Código qué?—
Ví al grupo de amigas, realmente aquella chica no llevaba una prenda en particular, pero logre distinguir un agradable olor a perfume de fresas.
—Código....¿olor a fresas?— Dije, no estaba muy convencido.
—Noah, eso es una tontería. ¿Cómo buscaré con la visa un olor a fresas?— Me Preguntó Jack.
—Jack tiene razón. Parece ser la primera vez que hablas y ¿sales con una tontería de este tipo?—
—Bueno, ella no llevaba un color en específico.— me denfendí.
(...)
Esperaba a que ella saliera de la sala. No quería perder la oportunidad de acercarme a ella. Era mi hora libre para comer, así que me quite el uniforme y llevaba ropa normal.
Esperaba en las escaleras que daban al baño, donde la vi por primera vez.
—¿Qué haces aquí? ¿No vas a comer?— Jack llegó con su mochila, indicaba que se iba.
—Por supuesto. Pero, aun pienso que sería buena opción.—
—A veces eres raro, Noah. Como sea, ya me voy.— Dijo.
—Genial, te veo después.—
Efectivamente se fue, hoy solo estaba Finn pero no tenía idea de a donde fue.
Salió por fin la sala a donde entró el grupo de chicas. Se quedaron hablando por un rato. Hasta que por fin ella se separo, fue hasta el bote de basura así que de igual modo fui, me ponía nervioso pensar en lo que debería decirle.
Al llegar con ella, nuevamente el lugar fue invadido por el olor a fresas.
—Fue buena la película, ¿no crees?— Dije sin pensarlo. Me miro desconcertada, yo hubiera hecho lo mismo.
—Oh, si. Genial.— Estaba a punto se irse.
—Me llamo Noah.— Ella asintió sonriendo incómoda y forzada para después irse.
Sin duda había quedado como un fracasado frente a ella. El grupo de amigas se fue.
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