25 de Diciembre

9:00

Sumatra, Indonesia

-A partir de hoy se llevarán a cabo numerosos mercados y ferias por toda la isla, por lo que ya sabéis perfectamente cómo hacer vuestro trabajo. Choi, no les des problemas a tus compañeros o no pasaré por alto lo de tu nuevo color de pelo

-Está bien, señor Han

Los tres bomberos se encontraban en la pequeña sede del cuerpo de emergencias, recibiendo órdenes de su jefe y preparándose para el largo día que les esperaba

-Pues no hay más remedio, chicos. A trabajar- dijo Jay suspirando y cogiendo todo lo necesario para subir al gran vehículo rojo en el que solían recorrer las calles de Corea dispuestos a ayudar a quien fuera que necesitase ayuda

-No hombre... no seas aguafiestas. Me voy a por algo de beber. ¿Vienes, Heeseung?

-Yeonjun, no estoy de humor para tus mierdas. Sube ahora mismo al camión o te juro que te parto las piernas

-Ay vale, vale tranqui. Puedo reservar el alcohol para por la noche..

Heeseung rodó los ojos y siguió al estadounidense, que ya había tomado asiento dentro del amplio vehículo. Yeonjun imitó a Heeseung y pronto partieron del parque de bomberos, rumbo a las calles centrales de la isla

Los tres chicos pudieron observar que efectivamente, las calles estaban muy concurridas y seguramente iban a tener que intervenir en varios accidentes a lo largo del día

Por otra parte, los ojos de Jay recorrían la amplitud del cielo, completamente azul y resplandeciente. Esa era sin duda, una forma perfecta de deprimir a aquellos tres jóvenes que deseaban pasar unas vacaciones tranquilas en sus respectivos hogares

Aún así, una leve sonrisa se asomó en el rostro de Jay cuando el camión dejó atrás los verdosos arbustos que bloqueaban la maravillosa vista del mar

El mar..

Brillante y azul, como el cielo que anteriormente contemplaba

Lleno de vida, historias y recuerdos de su infancia que no quería destapar. O al menos no deseaba recordarlos debido a las personas que aparecían en ellos

La vida de Jay se centraba única y exclusivamente en el presente, justo al contrario de como hacía el mar

Pues las olas que rompían en la orilla, siempre retornaban al lugar del que procedían: el fondo del océano

21:00

-¡¿Sunoo, dejaste las llaves dentro de la habitación?!

-Hermanito.. no me grites- dijo Sunoo poniendo pucheros y deshaciendo el agarre de manos que llevaba con su hermano

Jungwon paró en medio de la calle para suspirar y relajarse. Definitivamente Sunoo seguía siendo un bebé para él

-Aish.. está bien, no te preocupes. A la vuelta le pediremos a la recepcionista que nos abra la puerta y listo. Ahora debemos ponernos en marcha o llegaremos tarde al mercado

Sunoo sonrió emocionado y enganchó el brazo con el de su hermano, que a pesar del leve enfado que tenía, no pudo evitar sonreír

Aquella noche sería larga y divertida..

Demasiado larga

Como si se sumergiese en el mar para no volver a la superficie jamás

Waves ⧛ JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora