24 de diciembre

12 p.m

Sumatra, Indonesia

-¡Pero no es justo, Jungwon! ¡Ya fuimos ayer a la playa!

-Sunoo, si no quieres ir a la playa, entonces, ¿para qué vinimos de vacaciones a una isla?

-Si hubiese sabido que sólo íbamos a estar todo el día en la playa me hubiese quedado en Corea con Sunghoon y su novio australiano. Y además.. ni siquiera voy a poder celebrar la Navidad con ellos y el resto de mis amigos

Jungwon terminó de preparar su bolsa para ir a la playa y miró con desaprobación a su hermano pequeño, que todavía se encontraba tumbado en su cama mientras ponía pucheros y abrazaba su suave zorro de peluche

-Encima de que trabajé tanto para pagar el viaje.. pensé que te haría ilusión pasar unas vacaciones con tu hermano mayor- dijo Jungwon fingiendo estar decepcionado, esperando una reacción empática por parte de su hermano

-Hmm.. bueeeno.. está bien, vámonos a la playa hermanito. Que conste que lo hago porque te quiero y sé que has trabajado un montón para que pudiésemos venir a aquí

Jungwon sonrió victorioso y se dio la vuelta para tumbarse en la cama junto a su hermano, abrazándolo en el proceso

-Así me gusta, Sunsun- dijo despeinando a Sunoo al acariciar de manera cariñosa su cabeza- El Sábado por la noche te llevaré a un gran mercado que harán cerca de aquí

En ese momento los ojos del adolescente se iluminaron tanto que el sol de aquella mañana, a su lado parecía que apenas brillaba

-¡¿Lo dices en serio?! Gracias Won~ te quiero te quiero te quiero te quiero~

Jungwon sonrió satisfecho al recibir un cálido abrazo por parte de su pequeño y adorable hermano antes de finalmente coger todas sus cosas y tomar rumbo a la playa, como llevaban haciendo desde que habían llegado de Corea

El coreano llevaba haciéndose cargo tanto de su propia vida como de la de su hermano pequeño desde que se hizo mayor de edad y lamentablemente, su abuela falleció. Desde aquel instante, dejó a un lado sus estudios para así poder trabajar y que Sunoo viviese como cualquier adolescente de su edad

Mentiría si dijese que no le gustaría continuar estudiando para asegurar un futuro, pero para él, a parte de sus difuntos padres, lo más importante en su vida era su hermano y siempre estaría dispuesto a darlo todo por él

Aunque de vez en cuando aquel niño lo agotase tanto física como mentalmente, debía admitir que era aquella lucecita que alumbraba todos sus días sin excepciones, desde el amanecer hasta el anochecer

-¡Jungwon, Jungwon! Esos son Dongpyo y Hyeongjun, mis amigos del hotel. ¿Puedo ir un ratito con ellos?

-Claro Sunsun, pero primero héchate esto- dijo tendiéndole un bote de crema solar que el pequeño cogió alegre para extendérsela velozmente sobre la piel y después correr hacia donde sus amigos lo esperaban

Mientras tanto, Jungwon colocó su toalla en la arena y tendió su cuerpo bajo el sofocante sol del mediodía que bañaba toda la extensión del arenal

Todavía no era realmente consciente de que al fin había obtenido sus tan esperadas vacaciones tras casi un año de duro trabajo y esfuerzo. En ese tiempo había comprobado que podía prescindir de su vida de estudiante universitario sin ningún problema pero, también debía admitir que extrañaba aquellos momentos donde podía disfrutar de su juventud como cualquier chico de 20 años

Y sobre todas las cosas que había perdido a lo largo de su vida, lo que más extrañaba era la compañía de sus padres. No sabía cuál era la razón, pero el mar le traía una gran cantidad de bonitos recuerdos junto a ellos. Las canciones que su madre le cantaba, cuando jugaba al fútbol con su padre en la terraza de su antigua casa, las largas tardes de ver películas en familia...

Y por ello, observar el mar siempre terminaba llenando su corazón de melancolía y añoranza. Justo como en aquel momento

Los ojos de Jungwon paseaban por cada una de las olas que rompían en la orilla, una tras otra, muriendo sin dejar rastro al fundirse en la arena ya húmeda

El sonido relajante y monótono que emitía el agua se colaba en los oídos de Jungwon, haciendo que este pudiese adentrarse pronfundamente en sus recuerdos

Al contrario que Sunoo, que apenas pudo conocer a sus padres, Jungwon recordaba a la perfección cada detalle de aquellas personas a las que tanto les debía y a los que tanto quiso cuando todavía estaban allí con él

Y en ese momento sintió cómo la nostalgia se manifestaba en su interior como un fuerte dolor en su corazón, que provocó cierta presión en su pecho descubierto y un tanto caliente debido al sol que brillaba sobre el océano

Estaba acostumbrado a aquella sensación, pues el mar siempre le ofrecía esa gran cantidad de recuerdos
que en su día a día, Jungwon no podía recrear en su memoria

No le disgustaba el hecho de tener que saborear aquel agrio sentimiento antes de llenar sus pensamientos de buenos momentos que había pasado junto a unas de las personas más importantes de su vida

Así que aseguraba que podría perderse una y otra vez en el vaivén de las olas y en el relajante sonido que emanaba del océano

Por ello, casi sin ser consciente, Jungwon se acercó a la orilla, sientiendo como la arena bajo sus pies comenzaba a humedecerse cuanto más se acercaba al lugar donde rompían las olas

La espuma batía contra sus tobillos, el aire acariciaba su pelo y el olor a sal llenaba sus pulmones. Sin duda Jungwon extrañaba aquella sensación de tranquilidad que la rutina diaria le había arrebatado sin tener intención de devolvérsela

Así que, en voz baja, Jungwon le dio gracias al mar por todo lo bueno que le aportaba

Porque al fin y al cabo, el mar puede traer muchas cosas buenas. Pero, ¿y si resulta que en vez de traerlas se las lleva para no devolverlas jamás?

Waves ⧛ JaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora