Entre el maizal (zardyxt/n)

Capítulo 2

-T/n, ¿bajaras a almorzar?, ya llevas toda la semana saltándote el almuerzo, nuestra madre esta bastante enojada contigo-dijo Mariana cruzándose de brazos pero al notar que no le prestaba atención volvió a hablar pero esta vez alzando un poco la voz-¡Deja esos binoculares y mírame hermana!

Yo aparté mi vista de la ventana y dirigí mi vista hacia ella mientras dejaba lo binoculares. 

-Ya basta, deja de estar ahí todo el tiempo mirando quien sabe que, sueles ser rara pero esta vez te pasaste. ¡Allá a fuera no hay nada t/n, yo estoy todas las noches mirando las estrellas con mi telescopio y nunca ha pasado nada fuera de lo normal!-exclamo casi gritando.

-Tú no viste lo que yo vi esa noche, Mariana. ¡Hay algo en la granja de al lado!-dije con seguridad.

Estaba bastante segura de lo que había visto, no era mi mente jugándome una mala pasada, esa noche alguien seguramente murió a manos de esa cosa, y lo más probable es que eso siga entre el maizal dando vueltas y atacando a quienes pasen por ese lugar.

-¡Créeme!

-¡No!, y no te cubriré esta vez dando explicaciones del por qué no bajas, ¡bajarás tú!-dijo para luego salir de la habitación.

Yo solo suspiré entornando mis ojos, lo mejor era bajar sino quería que mi madre me llevara por las malas.

Miré una vez más la ventana entrecerrando mis ojos.

-Te tengo en la vista cosa del maizal-dije como si este fuera a escucharme. Luego salí de la habitación. 

Al llegar a la sala de estar mi madre me esperaba de brazos cruzados con un semblante serio.

-Ya era hora, estaba a punto de ir arriba y traerte por las malas-me dijo en tono amenazador.

-Oh, vamos hija, no seas así, mejor ve afuera a tomar aire fresco-le recomendó mi abuela a mi madre.

Mi madre me dio una ultima mirada severa y salió. Yo agradecí para mis adentros el tener una abuela tan buena y amable, sino fuera por ella mi madre me regañaría por un largo rato.

-Gracias, abuela-le sonreí y me senté frente a la mesa.

-Toma cariño, te tenia el almuerzo servido, sabia que bajarías-me dijo con amabilidad dejando un plato de comida frente a mi. Luego se sentó a mi lado.

-Dime, ¿qué tanto miras por la ventana querida?-me pregunto con curiosidad.

Yo dude un momento antes de contarle. ¿Cómo se supone que debía decírselo?, "Oh, es que vi un tipo morir a manos de una especie de espantapájaros", super creíble, claro.  Si ni mi hermana me creía lo más probable es que tampoco lo haría mi abuela.

-Vi a alguien en esa granja...es solo eso.

-Oh, ¿por eso andas mirando tanto por la ventana?-preguntó incrédula.

-Sabes que suelo imaginar cosas-dije riendo-pensé que era un espantapájaros, pero creo que quizás es solo un señor que pasaba por esa granja-mentí.

-¿Esta bien?-alzo su ceja sonriendo.

No me había creído. Bueno, ya me lo esperaba, soy muy mala mintiendo, sin dudas mentir no es mi mejor habilidad.

Luego de esa corta charla terminé mi almuerzo y subí a mi habitación nuevamente. A penas entre me dirigí hacia la ventana mirando el maizal de la granja cercana, todo parecía normal, nada fuera de lugar. Me quede unos momentos observando hasta que mi vista se posó en el granero. ¿Esa cosa estará dentro?

No dejaba de hacerme preguntas hasta que vi a mi hermana en el patio hablando con una chica. Al observar mejor a esta muchacha caí en cuenta que era mi prima.