Un Amor Secreto

01. Convenciéndolos.

April Stone.

Ese es mi nombre. Tengo 16 años y vivo en Estados Unidos. Mi familia está conformada por mi padre y mi madre.

Mi grupo de amigas no es tan amplio ya que soy un poco mala a la hora de hacer amigos nuevos.

Pero sin duda las que más se destacan son: Olivia, Brianna, Camille y Madison. Las conozco desde hace mucho tiempo pero tenemos una conexión especial.

Todas amamos la cultura coreana.

Somos muy fans de ella y todo lo que conlleva, desde moda, hasta música.

Muevo mi cabeza en desaprobación al escuchar a mí mamá.

-Mamá, ya hemos hablado mil veces de ésto. Es lo que me gusta, quiero estudiar allá. -repetí por milésima vez en lo que va de año.

-Tu y tú vicio por esos coreanos. -ruedo los ojos- Ya dije que no. No irás a estudiar a Corea.

-Pero mamá, las chicas irían conmigo. No estaré sola. -protesto.

-Por dios April, ni mayor de edad eres -se para del sillón donde se encontraba sentada y se dirige a la cocina. La sigo.

-Por favor ¿sí?, Dame una oportunidad. Juro que si no logro llevar mi vida por mi sola, regresaré lo antes posible.

-Supongamos que te dejo ir. ¿De que vivirías? ¿Como pagarías la escuela? ¿En donde vivirías?

-Tu y papá cobran muy bien. Bien que todos los meses podrían mandarme dinero. Igual trabajaríamos a tiempo parcial para pagar un alquiler y lo que conlleva todo eso.

-Uh si, buenísima idea -el sarcasmo se nota desde la casa del vecino.

-¿Que está pasando aquí? -pregunta papá entrando a la cocina.

-Mamá no aprueba mi idea. -hago puchero.

-¿Que idea?

-Lo mismo de siempre, quiere irse a estudiar a Corea. -suelta de mala gana sacando el pollo que tenía al horno para ponerlo en la mesa.

-April, esto lo hemos hablado mucho. No puedes, no tenemos dinero suficiente. -dice mi papá pasándome la mano por la espalda.

-Por dios, ya dije que trabajaré para poder pagar mis gastos allá, y si es necesario mañana mismo busco un trabajo para ayudar a pagar mi boleto.

-Sigue soñando. -dice mamá- Y ya basta de charla, comamos.

+-+

-Ash -protestó Camille- Mi mamá tampoco está de acuerdo.

-La mía si me dejó. Después de todo ella sería quién nos llevaría ya que no podemos viajar solas -dijo Olivia.

Les estaba contando a mis amigas mi conversación de ayer con mis padres. La única que obtuvo permiso fue Olivia.

Solté un suspiro de frustración mientras jugaba con el absorbente de mi jugo.

-Ni si quiera nos entienden -protestó Brianna.- Si nos vamos a Corea, nuestros sueños serían más fáciles de cumplir.

Si, todas también tenemos sueños en común. Bueno no todas, ellas quieren convertirse en grandes bailarinas mientras yo prefiero ser productora de música y crear mi propia empresa de entretenimiento.

-Trabajemos -dijo Madison quién había estado muy callada mirando su celular.

-¿Qué? -dijimos todas al mismo tiempo.

-Si, a lo mejor si ven que nos esforzamos para lograr lo que queremos, tal vez nos dejen ir -dijo poniéndo su celular en la mesa.

-No lo creo. -dije negando.