Desconectarla

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–¡Doctor le juro que movió un dedo, créame lo hizo, ¡Mi Jichu va a despertar!.–Dijo Rosé explicándole lo sucedido al Doctor mientras sonreía derramando lágrimas.

El Doctor la miraba y escuchaba cada palabra, había posibilidades entonces.

Señora Park, no tenemos muchas esperanzas, La Señora Kim a estado en coma durante 5 años, no la desconectamos a tiempo a petición de usted, pero esto es imposible, Kim tiene que ser desconectada.–Esto último lo dijo con mucha dificultad.

Rosé no lo iba a permitir, miro al Doctor y negó firmemente.

No, ella va a vivir, Jisoo no va a morir.–Pronuncio con el mismo ardor en el pecho que la a acompañado durante estos 5 años.

Entienda que no podemos hacer nada más, si la desconectamos ella-

–No la van a desconectar, Jisoo va a vivir, va a despertar pronto, que más da si son otros 5 años más, yo la quiero de vuelta.

–No podemos traer a una persona de la muert-

–ELLA NO ESTA MUERTA.–Espetó molesta.

–Necesito una respuesta pronto Señora Park, lamento decírselo pero Kim tendrá que ser desconectada, lo lamento.

Fue lo último que dijo el Doctor para así retirarse de la sala de Espera que dejó a Rosé ahí llorando amargamente, su pecho dolía, 5 años eran muchos, 5 años de los cuales han sido un total infierno, su esposa se veía muy pálida, fría, y un poco más delgada. Estaba muy triste.

Rosie, ¿Nos vamos?.– Pregunto Lisa que había llegado a llevar a Rosé a casa, después de todo era su mejor amiga y no la dejaría caer.

Va a despertar, Lalisa, lo hará.–Pronuncio en un susurro.

Lisa escuchó, su corazón se encogió, mirar a Rosé tan frágil, débil cada día era una tortura para ella también.

Sí Rosie, lo hará, Jichu siempre a sido fuerte.–Su voz salió temblorosa, no quería llorar enfrente de su mejor amiga, quería demostrarle que era fuerte.

–Tienes que descansar mi vida, no es bueno que cada día vuelvas a comer muy poco.–Hablo la madre de Rosé.

Para ella también a sido muy difícil esto.

–Mamá. –Hablo.–¿Jisoo si va a despertar?¿verdad?.–Ella empezaba a convencerse que en todo lo que el Doctor le había dicho.

–Mi amor.–Se acerco a su hija y la abrazó.–Trata de ser fuerte por favor.–Fue lo único que pudo decir, no quería llorar.

Rosé se recargo en su Madre y lloró, lloró todo lo que no había podido en todos esos años, lloró como nunca antes lo había hecho, estaba apunto de perder a su esposa y ella no podía hacer nada, no quería quedarse ahí como si nada, ¿eso no era justo para ella acaso? Su Madre la trataba de consolar.

En aquel hospital estaba aquella mujer postrada en aquella camilla inconsciente aún. El sonido de la máquina de ECG era lo único que se escuchaba, el nueve inhalamiento y exalado que salía de Jisoo, el ritmo de su pecho subía y bajada.

Bip...bip...bip...bip...

Era lo que se escuchaba.

Jisoo movió levemente su mano, pero volvió a dejarla.

Empezó a respirar un poco más rápido.

Sus ojos bajo sus párpados cerrados, se movían.

Todo estaba siendo muy raro e imposible.

Pero...

Siempre se espera lo inesperado.

Te Cuidaré Siempre, Incluso Si Muero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora