Te Cuidaré Siempre, Incluso Si Muero

¿Quien es ella?

Cuatro días habían pasado desde ese momento en la oficina de Rosé, cuatro días los cuales Lisa no se había aparecido, sabía que se había comportado como una total idiota y Rosé ignoraba sus llamadas y mensajes, les dijo a los de seguridad que no dejaran ingresar a Lisa a su empresa ni por error.

La Tailandesa ya no sabía que hacer.

Rosé por otro lado actuaba como si nada le afectara por su hijo.

-Mami, ¿Quién es ella?.-Pregunto el pequeño ser pelinegro que tenía el celular de su madre, se había metido en galería.

-Soo~.- Susurro sonriendo nostálgica.

-¿Soo?.

-Una persona muy importante para mi.

-¿Y yo la puedo conocer?.-Pregunto el pequeño ganándose una mirada triste por parte de Rosé.

-Tal vez...algún, día.

El pequeñín asintió feliz mientras se levantaba para ir con Hyeri, la recepcionista que por cierto se habían hecho muy buenos amigos.

Rosé se acomodó en su asiento y exhalo mordiendo la tapa de su pluma, pensaba mientras alguien la miraba.

-Jichu~

Suspiro profundamente dejando caer una pequeña lágrima.

-Aquí estoy Mi amor.-Susurro Jisoo en el oído de su amada.

Esta se sobresaltó sintiendo un escalofrío recorriendo toda su espina dorsal. Jisoo sonrió tristemente, 8 con 16 minutos de la noche.

-No sabes cuanto daría por volverte a ver,tan solo una última vez más.-Jisoo derramaba lágrimas.

-

Dos horas habían pasado, Jisoo estaba en el pequeño departamento de Irene, Sostenia un plato de comida.

-¿ Me diras que te ocurre?.-Hablo Irene cortando aquel silencio.

Jisoo la miro y negó, luego asintió y empezó a jugar con sus dedos, miro a Irene que tenía una mirada confusa.

-Tú no eres real.-Hablo casi en un susurro.

Su contraria casi se ahoga con el pedazo de carne.

-¿Qué?.-Pregunto haciendo que no entendía nada.

-No eres real, nada de esto es real, ¡yo no soy real!

Alzo la voz, Irene asintió sonriendo de lado mientras cerraba los ojos.

Jisoo abrió la boca indignada.

-¿¡Tú lo sabías maldita enana?!.-Espetó muy molesta.

-Yo no tengo la culpa que seas tan...tan.. TORPE.-Exclamo Irene.

Jisoo estaba roja del enojo, quería golpearla pero por obvias razones no podía.

-Lo supe desde el momento que dijiste que decía que volvieras, tu estas en una  realidad alternativa, llevas más tiempo de lo que puedes creer, puede que estés dormida, muerta, en coma o alucinando pero esto solo a sido tu subconsciente que te está jugando.-Dijo Irene mirando a Jisoo fijamente.

Jisoo tenía un lío en su cabeza.

-¿Nos veremos después? No lo sé, lo que sí sé es que tienes que regresar en si.

-N-no sé cómo hacerlo.

-Claro que sabes, cierra tus ojos...concentrate.

-N-no podré.

-Claro que podrás, confío en ti, cada vez que cierres tus ojos has una lucha para empezar a despertar, tu solo sabrás cómo hacerlo.-Termino de decir Irene para suavizar su semblante y sonreírle tristemente.

Jisoo cerró los ojos, todo estaba negro, empezó a hacer fuerzas mentalmente, sentía su cuerpo moverse, como caminar pero en realidad no se movía para nada.

Dentro de su mente todo estaba en negro hasta que empezó a aparecer una luz hasta el fondo, eso parecía un túnel, no quería saber que había ahí, pero era la única manera de saber que estaba pasando, sabía que tal vez no volvería a ver a Irene, ni al pelinegro de Taehyung. Suspiro y su silueta empezaba a caminar hacia aquella luz.

La luz la cegó.

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