c a t o r c e

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-¿Qué ha pasado, Amor? -dije demasiado preocupado al ver las expresiones con las que Taehyung entraba por la puerta de su propio cuarto.-

*Las ganas de que Taehyung entrara por esa puerta eran inmensas, ya que en todo el día había estado solo y le necesitaba ahí conmigo, necesitaba de su calor y sus mimos, su tacto y su suavidad. Pero en cambio de un Taehyung sonriente como me gusta ver y contemplar, entró llorando y desorientado perdidamente. Estaba completamente paralizado, no sabía que responderme, no pudo espetar una sola palabra antes de caer rendido y desesperadamente consolado al suelo. Me deslicé con rapidez de las sábanas ya que yo estaba tumbado sobre la cama muy cómodamente. Le agarré de la cabeza para que pudiera mirarme e intentar que mantuviera la calma, aunque no fue muy fácil. No estaba desmayado ni inconsciente; aunque no estaba en buenas condiciones. Pues si continuaba así no tardaría mucho más en necesitar ir al médico cuánto antes. Estaba pálido, y estaba chorreando gotas de sudor a través de sus pómulos, también una expresión de horror y pánico, hacía que su rostro se veía de una manera más triste y desafortunada que me podría imaginar. Me moría de ganas por qué me dijera de una vez que había pasado y porqué narices estaba de esa manera, ¡maldita sea, Taehyung!

Narra Taehyung

Ahora mismo me siento como si no fuera la misma persona, el rostro de Jungkook se veía con una preocupación que me estaba matando por dentro; lo último que quería y necesitaba en ese momento era que él estuviera así por mi. Me sostenía la cabeza mientras intentaba calmarme para que no enloqueciera mientras sus brazos me sujetaban con fuerza. Su olor que inundaba completamente la habitación me hacía sentir seguro, saber que él estaba ahí conmigo me aliviaba de cualquier temor. Aunque la imagen de Yeonjun volviendo a hacer eso, lo mismo que había hecho cuando éramos más jóvenes; no dejaba de recorrer por mi cabeza. Me atormentaba, me aturdía, hacía que cualquiera buena sensación desapareciera para siempre, lo que sentía cada vez que los recuerdos de mi pasado acudían a mi cabeza era que nunca más estaría bien, hacía que me quisiera morir y dejarlo todo atrás. Rendirme de todo, no esforzarme en nada más...Aunque ahora eso era diferente, los malos ratos seguían, pero ahora sentía como si tuviera alguien a quién cuidar y proteger; alguien que me hacía sentir bien entres sus brazos, protegido cada vez que sus cálidos dedos acariciaban mi piel como nunca nadie lo había hecho. Y sí, me juré a mí mismo no volver a enamorarme, no volver a confiar en nadie de ese modo, pero Jungkook hacía que todos mis sentidos se paralizaran cada vez que su presencia estaba conmigo, cada vez que me hablaba con esa voz que me derrite internamente, cada abrazo, cada beso, cada acaricia, cada noche junto a él. Todo, absolutamente todo de él me fascinaba...

-Taehyung, necesito que me hables, necesito que me digas qué es lo que te ha pasado. -sus palabras no hicieron más que cicatrices en mi corazón, el no podía saberlo, no podía contarle algo como eso.-

-Solo quédate conmigo y no me sueltes. -dije mientras las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas rojas.-

Narra Jungkook

Ver a Taehyung me estaba matando locamente, ¡JODER! necesito saber que narices le pasa; no puedo quedarme quiero mientras él está en esta situación. Pero él no cedía, no quería que supiera lo que le pasaba, y no saberlo me estaba jodiendo la existencia. En esos instantes mi cabeza solo podía repetirse una palabra y era: Taehyung, Taehyung, Taehyung..., ¿Cómo narices conseguía ese tío hacer que todos mis putos sentidos se centrarán en él? No entiendo en qué momento le he empezado a querer tanto, pero le necesito, le necesito conmigo; a mi lado, siempre.

-Está bien, está bien. Tranquilo ¿vale?.-usé todos mis esfuerzos mientras le cogía por su fina cintura y le elevaba sobre mis muslos para poder tumbarlo sobre la cama y abrazarlo y no dejar de hacerlo como me había pedido.-

Pude notar como su piel empezaba a tener esos granitos mientras se estremecía por completo cuando notó mis cálidas manos agarrarle de la cintura de aquella manera. En ese momento me hubiese gustado besarle hasta que nos quedáramos sin aliento, jugar con nuestras lengua mientras le acaricio la mejilla como tanto le gusta; mientras él se agarra a mi con sus piernas, matarle de placer mientras nuestros labios hacen lo dicho. Pero no podía, Taehyung estaba aterrorizado, y por muchas ganas que tuviésemos ambos; sabíamos que ese no era el momento. Al menos por ahora...

Le agarré de la cabeza delicadamente para apoyarla sobre la almohada, me separé de él unos solos centímetros y ya pude notar como un escalofrío le recorrió el cuerpo de pies a cabeza; pero necesitaba levantarme para acercar la manta del sillón y que dejará de tener frío.

-Eres consciente de qué este frío solo me lo puedes quitar tú, ¿verdad? -dijo aún con la voz temblorosa-

Asentí, le coloqué la manta sobre las piernas y dejé que mi cuerpo se apegara al de él, y le cubría con mis piernas mientras rozaban con las suyas a través de ese trozo de tela que separaba mi piel de la suya. Él giró su cabeza hacia la mía, haciendo que estemos a escaso 2 centímetros. Mis labios necesitaban sentir los suyos, elevé mi mano y la lleve hacia su pómulo derecho ; el dulce y cálido tacto de mi dedo acariciaba su rostro con una sutil suavidad que creo que ni siquiera había aplicado ni al gato de la mansión de mi padre. Sus ojos tornaban por todos los detalles de mi cara, cuellos y demás cuerpo, de repente; pude observar como la tranquilidad se apoderaba de él y eso me alivió a mi también. ¿Sería cierto que soy yo la persona ue le causa sentirse así de bien?

Después de apreciar que Taehyung estaba definitivamente mejor, no pude aguantar ni 2 segundos más sin besarlo, y así lo hice. Estampé mis labios contra los suyos y ambos nos sentimos como nunca, ese beso me estaba aclarando muchas cosas; una de ellas, que estaba perdidamente enamorado de Taehyung. Seguimos besándonos al ritmo que el placer de momento indicaba, era tan apasionado que los dos empezamos a sentirnos internamente. Taehyung se colocó sobre mi regazo y empezó a moverse lentamente, ¡mierda, Taehyung!. Se veía tan jodidamente sexy desde donde mis ojos le contemplaban...Solo pude continuar cada detalle que conocía ya muy bien de él, verle en esa posición, con esas caras de placer absoluto; me volvía loco, completamente. Al igual que mis pulsaciones iban cada vez más rápido, Taehyung también lo hacía. Creo que él, ya podía notar mi erección bajo mis pantalones. ¡Joder, Taehyung! ¡Me vuelves loco!


Your heartbeat | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora