t r e c e

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Escuchar de nuevo esa maldita voz que tanto había esperado no volver a escuchar, había creado en mi una sensación completamente horrible y desgarradora para esos malos recuerdos. Había estado procurando con mucha cautela no encontrarme con él, pero mis intentos habían sido en vano; pues ni si siquiera mi padre podría hacer que Yeonjun se fura o ya por decir, que ni se atreviera a entrar...

Cuando bajaba por esas escaleras; esas que bajaba con Jungkook y se  me hacía como un pasaje hacía algo bueno, esta vez sabía que no era así. Esa vez debía enfrentarme a algo que ni siquiera podría hacer.  Y ahí estaba él, con esa sonrisa que en un pasado ya me aterrorizó, en ese momento solo deseaba desaparecer. 

Cuando terminé por bajar las escaleras la idea de tener que dirigirme hacia él se me hacía aterradora, pues dudo que mis palabras salieran de mi boca, y si así es mi voz temblaría como -tal. Y así fue...

-Hola, primito...-exclamó él sin ningún miedo-

-H-hola, papá...ya qué he saludado...¿Puedo regresar a mi habitación?-pregunté, con ansias de esperar un sí como respuesta- 

-No te quieras ir tan pronto Taehyung, ni siquiera me has contado nada de lo que has hecho todo este tiempo que no nos hemos visto -dijo Yeonjun mirándome con la misma mirada de la última vez- 

-Tae, hijo. Quédate un rato ¿si? Luego podrás volver a tu cuarto. -me comunicó mi padre mirándome, y en ese momento solo quise maldecir todo lo que se me pudiera ocurrir o pasar por la cabeza.- 

-Papá, tengo cosas que hacer; pero está bien...me quedaré un rato, por únicamente respeto. -esa última frase la dije más bajo.- 

-Genial. -Yeonjun me volvió a mirar con esa cara que tanto odio, con esos ojos que tanto odio que me miren. Aunque no puedo hacer nada por evitarlo, pues nadie sabía lo que Yeonjun me había hecho en un pasado. 

*En cambio, mi padre y mis hermanos si que sabían que Yeonjun no era la persona más agradable del mundo, pero no tenían mínima idea de todo nuestro pasado. Por suerte, no habían vivido todo aquello. Que como siempre, yo era el desafortunado de tener que soportar esas pesadilla tan horribles cada día y cada noche. 

Yeonjun me había propuesto ver una película de terror, en cuánto mencionó ese plan; mi sangre se heló completamente, mis sentidos se paralizaron y mis palabras se quedaron mudas en su estancia. Pues años atrás, mientras veíamos Scream, esa película de terror que tan malos recuerdos me atrae, ahí, en ese momento y en ese preciso instante comenzaron mis pesadilla y mis malos ratos. 

-¿Te apetece ver una película de miedo, Taehyung? -me contempló esperando una respuesta- 

-Mmmm...prefiero irme a mi habitación y descansar. -dije con miedo mientras observaba su cara- 

*Mi padre y mis dos hermanos ya no estaban en la habitación, por lo que Yeonjun no desaprovechó la situación para acercarse a mi y comenzar a acariciar mi pelo e intentar seducirme. 

-Vamos...quédate un rato conmigo, no te haré daño y lo pasaras bien. -sentí como sus manos iban bajando por  mi pecho hasta mi zona varonil.- 

*Pude notar como las lágrimas resbalaban de una en una por mis pómulos, los recuerdos de ese día volvieron a mi mente, y un escalofrío me recorrió de arriba a bajo mientras Yeonjun intentaba abrirme la bragueta y bajarme los pantalones seguidamente de los bóxer. No sabía que hacer, estaba completamente aterrizado y paralizado, estaba volviendo a pasar, mi mente solo podía repetir la frase  "No te haré daño, confía en mí". 

-¡YEONJUN! SUELTAME, por favor. -dije gritando desconsolado- 

*Este me tenía agarrado y sentía como con su fuerza no me permitiría ni siquiera moverme. Aunque el odio que tenía y tengo hacía él se apoderó de mi y de mi cuerpo, e intenté escaparme de sus agarres; la fuerza con la que contenía mis muñecas con sus esbeltas manos me estaba dejando marcas al rededor de estas y también de mis ante-brazos. Su boca estaba pegada a mis pantalones, intentado bajarme completamente los bóxer. De nuevo no, por favor...Y fue en ese momento, en el qué no podía moverme y sentía que estaba perdido una vez más, que recordé la cara y el lindo rostro de la persona que me había sacado de mis pesadilla y de todo lo malo que rodeaba a mi al rededor; Jungkook. Mi pequeño humano. Las ganas de sentirle a mi lado aumentaban por segundos, la necesidad de tocar su perfecta y delicada piel, denominar una vez la calidez de sus suaves labios, y presenciar como su pelo se enreda detalladamente entre mis dedos mientras se lo acaricio. Solo él podría conseguir calmar todos esos malos pensamientos que me atormentaban cada día, o en cada momento. Le necesitaba a mi lado, le necesitaba conmigo en ese mismo instante...Entonces, con las escasas fuerzas ganas qué me quedaban y con el deseo de ver a Jungkook tras la puerta de mi habitación; me intenté levantar de donde estaba situado, rompiéndome interiormente ; y destrozándome las muñecas por el fuerte agarre de Yeonjun sobre estos. Las marcas que me estaban dejando eran cada vez mas notorias. Pero este al fin levanto su sucia boca de encima mío y pude subir por esas escaleras en dirección a mi habitación, cuando miré hacia atrás pude ver el rostro de el imbécil ese con una gran satisfacción en el, había vuelto a pasar...otra puta vez. Con las lágrimas que no dejaban de caer de mis ojos, corría a mi habitación, con esperanzas de que Jungkook me recibiera con esa gran sonrisa que sería lo único que conseguiría relajarme entonces. Y así fue, así lo hizo. 

Traspase la maldita puerta que abajo estaba deseando pasar, y le vi ahí, tumbado sobre mis sábanas, con una camiseta blanca de manga corta, en un bóxer negro, con sus gafas de leer; ya que eso era lo que se encontraba haciendo, y con el pelo alborotado por el hecho de estar apoyado sobre el cabecero. Me miró con el enrome brillo en sus ojos que tanto admiro, y con su preciosa y linda sonrisa. Aunque que esta desapareció en cuanto me vio llorando. Recorrí los pocos pasos que me quedaban hasta llegar a él, y le abracé con fuerzas; como nunca lo había hecho, como si me fuera la vida y el alma en ello. Y al sentir su calor y su calidez de nuevo. parecía que todo vuelve a estar bien...y sus palabras me dejaron recaído. 

-¿Qué te ha pasado, amor? -preocupado- 



Your heartbeat | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora