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— ¿Eh? Pero si solo fue esta vez weon, no exageres. — Dijo Walala tomándoselo a la ligera, pensó que era un berrinche más de Benzo.

— Pero si Walala, tienes que tomarte esto enserio, nosotros hacemos lo posible por darle al cien. — Se metió la Nea. — Hasta mira al weon del Ramon, quedándose dormido pero viene loco.

— Si ya van varia veces que llegas tarde po. — A penas y pudo hablar Barry con el dolor en las manos.

— ¡Ven! — Habló Benzo glorioso por tener la razón. — Walala, yo, como el líder autoproclamado de esta banda, ¡Quedas exiliado!

— ¡¿Exiliado?!

Barry zapeó a Benzo a ver si así le metía la razón en la cabeza.

— ¿Tu estás loco? Si no puedo estar tocando al derecho y al revés por tus hue-

— Yaya po, quedas exiliado hasta que te entre tantito sentido de la responsabilidad.

— Responsabilidades ya tengo y de más...

— Pues ándate a cumplirlas en vez de quedad a la mitad siempre.

— ¡Ya pues! Si tanto queri que me vaya nomás dilo. — Walala empezó a calentarse, según él estaban exagerando solo por llegar tres horas tarde.

— Mmm, pues bien, vete, ahí ta la puerta, chauchau. — Respondió Benzo iluso.

Walala salió de la casa desanimado.

— Oe enano conchudo. — Se acercó Nea. — ¿No crees que fuiste muy lejos con el pobre?

— ¿Como vamos a tocar ahora? Si tenemos concierto en un mes. — Nuevamente se quejó barry, el simple hecho de pensar que tendría que cubrir la guitarra de Walala con más bajo ya era agotador.

— Nah, si no se preocupen, nomas es un susto para que valore, ¿Nunca escucharon el dicho? "Uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde".

— Yaya, mucha sabiduría hoy, voy por helado. — Se alejó Barry para ir a la cocina.

— ¡No te lo vayas a acabar chancho! — Corrió Benzo tras él.

— ¿Vienes Ramón? — Preguntó Nea disponiéndose a seguirlos.

— En un momento voy. — Contestó el muchacho tímido.

Ramón tuvo que presenciar toda esa escena con incomodidad, nunca le gustó ver a sus amigos pelear, y también sabe que Walala más que enojado, debe de estar triste con ellos.

— Que paja... voy a tener que darle una visita. — Adormilado, fue a la cocina con sus amigos.

Mientras tanto, Walala estaba tocando guitarra en su alcoba, algo frustrado pero intentaba practicar para que cuando regresara a la Banda se escuchara mejor.

— No me lo puedo creer, me quedé sin mis amigos por ese condenado sueño. — Se dijo a si mismo tocando con flojera la guitarra.

WALALAAA

— Por la chucha, ahora si me cayó la responsabilidad.

Al escuchar la voz de su padre, Walala bajó al patio delantero, donde encontró a su papá recto, como siempre.

— ¡ATENCIÓN! Tenemos unos invasores en esta compañera. — Gritó señalando la planta con hormigas. — ¡Tienes el deber de exterminarlos a todos y cada uno de ellos, asegúrate de que no quede ni uno vivo!

— Sisi viejo, ya voy... — Tomó el pesticida mientras que su papá literalmente marchaba a la sala, viejo decrépito.

— Piu Piu Piu. — Le disparaba a las hormigas con pesticida enojado. — ¡Trágate está Benzo! ¡Checa esto Nea! ¡Cuidado con comer de más Barry! Y tu tampoco te salvas.... ¿Ramón?

(WALMÓN) Walala en el país de las maravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora