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El tonto de Walala cayó de boca y sin en saco que ese Benzo le dio.

Adolorido se puso las manos en la nariz quejándose, cuando levantó la cabeza lo sorprendieron los guardias y el Rey rojo frente a él.

— Este, esto se ve mal, pero podríamos discutirlo luego, wala-

Ingeniosamente Walala despertó, pensó que con suerte, pero justamente su padre entró haciendo ruidos de trompeta con su boca, él es su alarma para ir al colegio

El colegio realmente no es la mejor parte del día, todos sus amigos iban a un liceo diferente a excepción de Ramón, pero estaba un grado arriba de él.
A pesar de que intentaba concentrarse le era difícil por pensar en lo inoportuno que tal vez fue irse en su sueño, ¿Qué pasa si pierde la cabeza? ¿Podría regresar a su vida en el mundo real? Mejor no probar la suerte.

El día había pasado demasiado lento, pero tenía que llegar al ensayo para ver a sus amigos. Mientras se abrochaba la agujeta, sintió que alguien le puso la mano en la cabeza e hizo un ruido de beso.

— ¡Si no seai asqueroso! — Se echó para atrás poniendo las manos por lo que perdió el equilibrio y cayó sentado.

— Yaaa si es talla. — Le contestó Ramón extendiéndole la mano.

— Que baaajo, si es algo que me espero del Barry pero no de ti. — Decía mientras se levantaba con el agarre. — ¿Y eso que estás aquí? Según yo salías mas temprano.

— Ya, pero me quedé dormido en el salón.

— Creíble.

Ambos muchachos empezaron a caminar juntos a la casa de los ensayos, esta si no quedaba tan cerca, comúnmente, el señor Zamora recogería a Walala, pero al bobalicon se le olvidó avisarle o siquiera pedirle permiso de irse caminando a casa de Nea.
Para Walala era algo raro estarse topando con Ramón precisamente cuando anda planeando exterminarlo en su sueño, realmente no es que sea un Ramón real, pero pues, sigue siendo él.

— Oye Walala. — Lo llamó Ramón todavía caminando.

— ¿Qué pasa?

— Es ya medio tarde para preguntar esto, pero ¿estamos yendo a la casa de Nea verdad?

— Si weon cómo no te dai cuenta, no te ando siguiendo porque si.

— Aaaaah, es que nunca se sabe, creí que me ibas a pedir dinero o algo. — Contestó rascándose la cabeza. — Es que cómo el Benzo habló de buscar un nuevo guitarrista no pensé que querrías venir.

— ¡¿Otro guitarrista?! — Se sorprendió todavía caminando. — Pero si como es posible weon, no llevo ni una semana fuera y ya quiere un remplazo.

— Siempre hace lo mismo, pero realmente dudo que pueda remplazarte.

— Si tu lo dices.

Parecía que por fin habían llegado a la casa. Tocaron la puerta y los recibió Benzo enojado.

— Oye tu, ¿Quién te invitó si no eres ya parte de la banda? — Preguntó Benzo bloqueando la puerta.

— Ya enano. — La nea agarró y le dio un puñetazo al Benzo en el hombro. — Si el Walala no necesita invitación, nomas llegar temprano. — Quitó a Benzo de la puerta para abrirle el paso a esos dos. — Ya, adentro que tenemos que ensayar.

Ambos muchachos entraron y se colocaron en sus lugares, bueno Ramón si, Walala se sentó en el sillón.

— Hey Walala, ¿Y tu guitarra? — Preguntó Barry sacudiéndose las manos.

(WALMÓN) Walala en el país de las maravillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora