La historia de Charlotte Hemsley y John Shelby, de cómo su matrimonio arreglado se vuelve el vínculo más fuerte y de como superan todas las adversidades que sus vidas laborales les imponen.
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Y ahí se encontraba Charlotte, parada frente a su casa esperando que le abran la puerta luego de haber tocado el timbre. Otra vez en ese lugar donde se sentía cómoda y del que se había tenido de ir de un día para otro. La puerta se abrió dejando ver a Laurent, una de las tantas personas que trabajaba en su casa. Los ojos del señor se abrieron un poco con sorpresa al ver a la joven.
-¿Señorita Hemsley?- Frunció el ceño.
-Sí, volví por la noche- Dijo ella haciéndose paso dentro ya que no pensaba de ninguna manera pedirle permiso para hacerlo, esta seguía siendo su casa.
-¿Le aviso a tus padres que estás aquí?- Preguntó el hombre cerrando la puerta, haciendo que Charlotte frene el paso y se gire para mirarlo.
-No Laurent, mañana por la mañana hablaré con ellos...-
-¿Charlotte?- Oyó a sus espaldas, y no pudo evitar maldecir en su interior.
-Papá- Se giró Charlotte para encontrarse a Mohammed y Adele parados al pié de la escalera observándola con confusión.
-¿Qué haces aquí hija?- Le preguntó Adele, que creía que estaba enterada de todo y que la situación estaba mínimamente bajo control, pero en ese instante se estaba dando cuenta que estaba algo equivocada. Charlotte tomó aire, no sabía que decirles porque ni siquiera ella misma tenía las cosas claras.
-Em... Necesito pasar la noche aquí, para despejarme. No les estoy pidiendo permiso, porque esta es mí casa- Aclaró y tuvo todas las intenciones de comenzar a caminar hacia las escaleras, pero su papá la frenó.
-¿Por qué tienes que pasar la noche aquí cuando tienes una casa y un esposo?- Cuestionó. Charlotte rodó los ojos y se mordió la lengua para no mandarlo al diablo a él también.
«¿Qué les pasa a los hombres hoy?»
-Porque sí papá ¿Puedes dejar de querer controlar todo aunque sea una vez y dejarme en paz?...- Alzó la voz ella, todavía estaba bastante candente la discusión que había tenido con John y al parecer no le importaba iniciar otra.
-Charlotte, tranquila...- Intervino su madre parandose en el medio de los dos- Ve a dormir, mañana hablamos...-
-Mañana a primera hora te quiero en mí oficina, antes del desayuno- Le dijo su papá, en un tono bastante demandante, señalandola con el dedo índice. Charlotte no le respondió nada al instante, solo se limitó a mirarlo desafiantemente para comenzar a subir las escaleras.
