PrefacioHace mucho tiempo, en algún lugar...
— ¡Mami!— exclamó una pequeña de cabello negro, en busca del amor y atención de su madre.
—Mi hermosa bebé— una sonrisa le dedicó con cariño, la hermosa mujer de piel porcelana y melena naranja, acunando la mejilla de su dulce hija con una mano.
Para ella, esa era la niña más ocurrente y extrovertida que podría haber, dejaría un rastro de entusiasmo, de brillo por donde pasara.
—Mami ¿Cuentas la historia?— preguntó con un brillo lleno de anhelo en sus ojos azulados la misma niña, se acurrucaba al lado de su mamá, aguardando la respuesta, la nena tomaba la mano de la otra que a su lado estaba para que esta se acercara a ambas.
— ¿Tú también quieres?— le preguntó la joven dama a la otra pequeña, la cual asintió con mucha emoción.
"Si, por favor" contestó con sus manos la chiquilla. La madre sabía que el corazón de su hija era el más grande, sabía que haría del mundo un lugar mucho más hermoso
—Muy bien— dijo acomodándose— Esta es la historia de dos pequeños entes que se complementaban mutuamente.
—Es mágica— afirmo con ápice de maravilla la pequeña pelinegra, la otra niña afirmo con su cabecita, concordando con su hermana.
Sonrieron, se unieron aún más.
—Hace mucho tiempo, cuando en el espacio lo único que había era un gran, impasible y sombrío vacío, uno tenebroso e infinito, donde no había vida, no habían personas, planetas o estrellas, solo un extenso fondo negro, tan negro que de estar allí no sabrías siquiera si en verdad tienes los ojos abiertos o solo es la poca luz que puedes ver con estos mismos cerrados. Los creadores pioneros decidieron que era hora de que algo mágico y especial despertara vida en aquel despejado lugar— empezó la pelirroja.
»Un día uno de los creadores más imponentes dio vida a una pequeña esfera de luz amarilla, brillante y llena de energía, no se movía, era paciente, sabía que algo se aproximaba. En otra parte del gran lienzo semi-vacío otra pequeña esfera, de luz blanca, fue creada, que a diferencia de la otra esfera, ésta flotaba y se movía por doquier, ansiosa y emocionada por el hecho de existir.
»Los creadores les dieron la tarea de cuidar todo lo que fabricaron en un ambiente específico, un planeta, seguido de ello luces se encendieron a lo largo del sendero azabache, dejando un camino de vida tras de sí. Todo el universo fue creado en ese instante, el lienzo al fin fue colmado de maravillas. Por otro lado las pequeñas esferas se encargaron de vigilar que toda creación de la tierra siguiera su curso natural, Alegría y Coherencia las nombraron, por milenios estas han cumplido su labor, conviviendo con otros mortales, de diversas formas. Son ellas las responsables de llevar el equilibrio de la existencia, podrían estar en cualquier parte, allá afuera, donde todo es posible.
La joven vio a sus pequeñas sumidas en un profundo sueño y posteriormente las envolvió con cuidado en mantas para que así siguieran descansando.
—Para mí, ustedes, mis pequeñas esferas— susurro y se retiró de la recamara.
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La Sombra de tu Recuerdo [En proceso]
Mistero / Thriller-... -Cassidy... ¡Corre! -¡Corre y no mires hacia atrás! -¡Sin importar nada solo corre! Otra vez no. Por favor. Las palabras de aquella voz femenina se repiten sin cesar dentro de mi cabeza, resuenan una y otra vez, como si chocaran contra un muro...