MY SAVIOUR ❁્᭄͜͡ draco malfoy

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"Algunos recuerdos nunca te abandonan.
Como la sal en el mar: se vuelven parte de ti ..."

Draco caminó por los pasillos, dirigiéndose a clase. Decidió no saltarse las lecciones de hoy, con la esperanza de ver a la chica de anoche. Draco quería saber por qué. ¿Cuál era la razón por la que tenía que querer terminar con su vida? ¿que le ocurrió a ella? Draco tenía muchas preguntas. Preguntas que quería que le respondieran.

Ni siquiera sabía su nombre ni en qué casa estaba. Nada.

Draco pensó que él era el único. El único que no quería vivir, pero cuando vio a la chica colgada sobre el borde de la torre de astronomía, una chispa de curiosidad creció en su interior. Tal vez quería saber quién es ella o qué la hizo querer hacerlo porque le gustó la idea de saber que no estaba solo.

Draco siempre odió estar solo. No creció con muchos amigos, al menos no con el tipo de amigos con los que realmente puedes contar para contar todos tus problemas y ellos realmente te escucharán. Crabbe y Goyle no eran sus amigos, pero Theo y Blaise, Draco sabía que si quería podía hablar con ellos y ellos lo escucharían. Pero ahora no son más que extraños.

Draco pasó el día buscando a la chica pero nunca la vio. Pensó que se había olvidado de cómo era, pero algo le dijo que lo sabría cuando la viera.

Caminó junto al puente, mirando hacia el lago. Encontraba paz cuando caminaba por el puente del lago. Especialmente cuando el sol se estaba poniendo. O subiendo. No sabía por qué, pero lo hacía. No mucha gente caminaría por este puente y muchos estudiantes no lo conocían. Eso le gustó.

Mientras caminaba por el puente, notó que había alguien más. Al acercarse vio que era una chica. La chica tenía el pelo largo y castaño, ¿podría ser ella?

Ella llevaba puesta una túnica de Ravenclaw. estaba descansando sus manos en el borde del puente mirando hacia el lago.

Draco estaba a unos pasos de distancia cuando la madera del puente crujió y ella giró la cabeza y vio a Draco. Se detuvo en seco, no estaba seguro de por qué, pero lo hizo. Era ella. parecía confundida. Esa tristeza en sus ojos aún perduraba.

Se miraron por unos momentos antes de que Draco diera el primer movimiento. Dio un paso adelante, caminando hacia ella.

— No vas a saltar, ¿verdad? — Dijo Draco.

Ella se rió, pero se desvaneció rápidamente cuando miró hacia abajo y luego volvió a la puesta de sol.

Draco notó sus ojos, había pensado que eran de color oscuro, pero tenían destellos de verde y avellana. Sus ojos vieron como antes.

— No, no te preocupes. No tendrás que salvarme de nuevo — dijo todavía mirando al sol.

— Me temo que no puedo agradecerte — miró a Draco — Todavía no al menos, todavía estoy tratando de encontrar una razón para querer vivir

Draco se sintió casi triste por ella. No le gustó que ella sintiera lo mismo que él, pero en cierto modo él lo sabia. No estaba solo.

— Sé lo que quieres decir — dijo Draco — no necesitas agradecerme.

— ¿Lo sabes? — ella preguntó.

— Sí. Sé lo que es despertarse y todavía estar cansado. Pero no importa cuánto duermas, todavía estarás cansado, porque dormir no ayuda si es el alma la que está cansada. Sé cómo es querer que el dolor se detenga. Querer que todo se detenga porque la vida sigue cayendo sobre ti. Y no hay nada que puedas hacer para detenerlo aparte de ponerle final a todo — Draco se arrepintió de haber dicho todo eso. No sabía por qué lo dijo, simplemente salió, pero sintió una sensación de alivio. Sintió un peso en sus hombro.

Ella miró a Draco, tratando de averiguar qué quería decir y por qué le había dicho eso. Pero hacía mucho que no hablaba con nadie, así que no dijo nada.

— No pensé eso, tú. El duro y poderoso Draco Malfoy se identificaría con cómo me sentía — dijo — ¿qué pasó con el matón de la escuela?

— La realidad lo golpeó en la cara. Se dio cuenta de que no todo tiene que ver con el poder, el mundo es un espectáculo de mierda. Y el poder es lo peor que una persona podría tener.

Ella lo miró tratando de averiguar qué le había pasado. Ella lo recordaba como el matón de la escuela, pero ahora todo lo que ve es un chico roto que necesita ser arreglado.

— ¿Y que hay de ti? — Draco cuestionó — cualquiera que sea tu nombre.

— Mi nombre es Lena Elson — dijo— y tengo que vivir cada día con recuerdos. Recuerdos que prefiero olvidar pero algunos recuerdos nunca te abandonan. Como la sal en el mar: se vuelven parte de ti.

— Bueno, Lena, parece que los dos estamos tan jodidos como el otro — dijo Draco mientras sacaba un pequeño frasco de su bolsillo y luego se lo ofrecía a Lena.

Sorprendiéndose a ella misma lo tomó. El líquido ardiente fue una sensación de alivio. Ella se lo devolvió mientras él mantenía una sonrisa en su rostro.

— Parece que sí — respondió Lena.

Lena continuó mirando al sol que estaba casi completamente metiéndose, muchas cosas pasaban por su mente. ¿Realmente estaba hablando con Draco Malfoy sobre cómo se sentía y cómo se relacionaba con él?

Ella volvió a mirarlo y descubrió que todavía la estaba mirando. Se sentía incómoda, no sabía por qué la estaba mirando pero la estaba poniendo nerviosa. No la asustaba si no que la confundía

— Debería irme — dijo Lena.

— Sí. Yo también — dijo Draco mientras Lena pasaba junto a él, de regreso al castillo.

Draco la observó mientras se alejaba, no sabía lo que estaba sintiendo pero era algo. Algo de lo que no pudo deshacerse.