Capitulo 2

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Me miro por última vez en el espejo tratando de asimilar lo diferente que me veo. Recuerdo que tenía el pelo castaño, bien, ahora es rubio. Mis facciones también han cambiado, me veo como una chica de 25, no como la chica de 19 que recordaba yo.

El piercing de la nariz, efectivamente está ahí anclado. No me desagrada del todo, pero tampoco es que me haga especial ilusión. ¡Joder! Eso tiene que haber dolido.

Y por último, pero no menos importante; tengo un par de tatuajes. Lo único que prometí que nunca me haría, me lo he hecho. No puedo confiar ni en mi yo de 25 años, de hecho no se parece en nada a mi yo de 19. Llevo tatuada una rosa entre mis pechos y algunas letras chinas o japonesas, en mi hombro derecho. Creo que prefiero no saber que es lo que pone.

Termino con la inspección de mi nueva yo para poder vestirme de una vez. Voy a poder salir del hospital en cuanto este lista. El médico me ha dado el alta con la condición de que siga acudiendo a el para controlar mi amnesia post-traumática. He aceptado encantada, lo único que quiero es llegar a mi "nueva casa" para poder descansar y ponerme al día de mi vida.

-Julliet! ¿Estas lista?

-Si! Ya salgo mama.

Recojo el pijama que he dejado en el suelo y salgo del baño apagando la luz detrás de mi. Echo un vistazo a la habitación para comprobar que no olvide nada; "Irónico".

Y una vez dejo el pijama en la cama, camino con mi madre por los largos pasillos del hospital para poder salir cuanto antes de aquí.

-Por cierto, ¿Y Ben?

-Le dije que se fuera a casa. Le expliqué la situación y el espacio que tu me has pedido, y lo ha entendido sin problema.

-El... -miro hacia mis manos y cuando me quiero dar cuenta, estoy jugando con el anillo de compromiso- ... parece un buen chico.

-De hecho lo es, si te conoces bien, sabes perfectamente que no te comprometerías
con un chico a la primera de cambios. -mi madre señala un coche de color negro una vez que hemos salido del hospital- creo que no te había visto nunca tan ilusionada con un chico.

-Estoy confusa... -miro a mi madre desde el asiento del copiloto- ...me cuesta creer que yo me haya comprometido.

-No te preocupes cariño. Cuando empieces ha recordar tu historia con el entenderás el porqué.

Durante el viaje hacia mi casa, me quedo contemplando el paisaje que pasa a nuestro alrededor. Hay tiendas nuevas, pero todavía se conservan algunas de las que yo recuerdo. Algunos restaurantes están totalmente renovados, pero siguen estando los pubs de siempre. Algún árbol mas, algunas calles nuevas y gente que no reconozco.

Uno de los edificios llama mi atención. Es de color amarillo pastel, debe de tener unos 5 pisos y la fachada es un jardín lleno de todo tipo de flores.

De hecho... me gusta el lugar, parece tranquilo.

-Es tu casa cielo. -miro a mi madre extrañada y niego con la cabeza- Si lo es. Vives en el sexto.

-¿En el sexto? -miro hacia el edificio de nuevo- ¿tiene 6 pisos?

-Si, comienza por el bajo y termina en el sexto. Quisiste coger el sexto por el amplio balcón.

-Quiero entrar.

-Esta bien, ten. -mi madre me ofrece unas llaves y yo las cojo algo asustada- Aun que no lo recuerdes, es tu casa y no tienes por que sentir miedo.

-Losé... -me acerco a mi madre para darle un último abrazo y seguidamente me bajo del coche- Gracias mama.

-Tienes un teléfono en casa, cualquier cosa que te incomode o te haga sentir mal, llámame.

Kyle dashnerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora