omorashi kurojitsuji (traducida)

capitulo 2

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"Joven Maestro, despierta."

Han pasado dos días desde el... accidente de Ciel, y ahora él y Sebastian tenían que ir a otro gran viaje. Al médico de Ciel, en realidad.

Ciel no tuvo mucho tiempo para pensar en eso, ya que estaba tratando de esconderse de Sebastian. Todavía estaba avergonzado por su episodio de enuresis.

"¡Joven Maestro, despierta!"

Ciel ignoró a Sebastian y simplemente se tapó los ojos con las manos, para protegerlos de la luz que había entrado en la habitación después de que Sebastian abrió las cortinas.

Sebastian suspiró. Parecía que iba a ser otro de esos días largos, agotadores y obstinados.

"¡Joven Maestro, por favor despierta!" repitió el mayordomo por tercera vez. "Hoy tenemos que irnos temprano".

Ciel enterró su rostro en la almohada, ahora acostado boca abajo. "Cinco minutos más", murmuró.

"Hoy no, joven maestro. Te prometo que mañana te dejaré dormir todo lo que quieras. Pero hoy, tenemos que darnos prisa".

Ciel se dio la vuelta lentamente. Ahora estaba acostado de espaldas, empujándose lentamente hacia arriba.

Sebastian normalmente se reiría de una situación como esta, al ver a su maestro actuar como un caracol. Pero ahora estaba preocupado. Ciel se había estado quejando de que le dolía la espalda durante días.

Sebastian había salido de la habitación de su amo muchas veces por la noche, y había visto que el chico no dormía, sino que daba vueltas y vueltas, probablemente tratando de encontrar una posición más conveniente. Era casi de mañana cuando finalmente se quedó dormido, por lo que se esperaba que aún estuviera cansado.

"Mi Señor, ¿necesita ayuda?" Sebastian preguntó con voz preocupada. No estaba seguro de por qué incluso preguntó, ya que sabía que su obstinado maestro iba a rechazar su ayuda, incluso si estaba atado boca abajo en un palo, si su orgullo iba a resultar dañado.

"N-No, e-gracias."

Justo como esperaba. Pero con solo escuchar la forma en que su maestro tartamudeaba, supo que algo andaba muy mal. Sebastian se preparó para ayudarlo, pero justo en el momento en que se movió para acercarse, Ciel logró sentarse.

Sebastian le llevó a Ciel su desayuno a regañadientes. Waffles y té Earl Grey, su favorito. Cuando Ciel terminó con su desayuno, Sebastian lo ayudó a vestirse, y luego lo dejó solo para estar completamente listo, mientras se ocupaba de sus otros trabajos de mayordomo.

Lo que Sebastian no sabía (todavía) era que Ciel no hacía sus deberes matutinos ya que, como ves, ni siquiera podía levantarse de la cama. Cuando trató de levantarse, siseó de dolor y luego volvió a caer en la cama en una posición sentada.

¡Le dolía tanto la espalda cada vez que se movía! Con cada movimiento que hacía, hacía una mueca de dolor.

En algún momento, incluso pensó en llamar a Sebastian para pedirle ayuda, ya que realmente necesitaba usar el baño y ya estaba sintiendo el té de la mañana en la vejiga. Después de todo, no quería que fuera como la última vez ...

Pero no. No buscaría ayuda. Era un noble inglés, no necesitaba ayuda de nadie.

No necesitaba la ayuda de nadie ... incluso si no podía moverse del dolor ...

No necesitaba la ayuda de nadie ... nunca la necesitó ...

No necesitaba la ayuda de nadie ... incluso si le había pedido ayuda a un demonio en el peor momento de su vida ...