omorashi kurojitsuji (traducida)

capitulo 5

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Ciel se levantó de la cama, siseó por el dolor en su espalda y volvió a caer.

"¿D-dónde ...?"

Sebastian miró a su maestro con falsa curiosidad en su rostro, mientras caminaba hacia él. "¿Dónde hizo qué?"

Ciel lo miró como si acabara de darse cuenta de que estaba allí. "¡N-nada!" trató de encubrirlo, incluso si tenía la sensación de que Sebastian ya sabía lo que sucedió esa noche.

Ciel se abofeteó mentalmente cuando se dio cuenta de que Sebastian probablemente ya sabía sobre su accidente. ¡Pero por supuesto que lo sabía! ¡Era un demonio! Ciel debería haberse dado cuenta antes de que no había nada que pudiera ocultarle a Sebastian.

Y después de todo, lo más probable es que las sábanas no se desvanezcan por sí mismas.

El mayordomo ayudó a su amo a sentarse y le llevó el disco con su desayuno. "Ya veo", dijo. "¿Vas a fingir que no te duele la espalda de nuevo o escribimos esa carta?"

Ciel sintió que sus mejillas se enrojecían. "Podemos escribirlo más tarde".

La sonrisa del mayordomo se hizo más amplia. "Como desee, mi señor, siempre que lo escribamos hoy."

Ciel asintió, negándose a responder. En cambio, lentamente comenzó a desayunar.

Lentamente tomó un sorbo de su té de la mañana. Earl Grey, su favorito. Y por alguna extraña razón, incluso si había vaciado su vejiga durante la noche, sintió una vez más que necesitaba usar el baño. Y bastante mal, de hecho.

Levantó la cabeza y miró a Sebastian, que ahora estaba abriendo las cortinas, pero volvió a mirar su plato antes de tener la oportunidad de mirarlo a los ojos. Su accidente nocturno fue demasiado vergonzoso para él, y ahora que estaba casi seguro de que Sebastian lo sabía... no podía soportar mirarlo a los ojos.

Ciel sintió que su estómago protestaba. Además, su accidente nocturno fue demasiado agotador. Hurgó en su comida y se tragó los huevos antes de que tuviera tiempo de darse cuenta.

"Oh, Dios," escuchó la voz de Sebastian, pero no levantó la cabeza para mirarlo a los ojos. "Alguien tenía hambre. ¿Hiciste algo aburrido durante la noche?"

Ciel sintió que sus mejillas se enrojecían. De hecho, podía escuchar la sonrisa en la voz de su mayordomo. "Cállate."

Sebastian se rió, pero no continuó. ¡Oh, le encantaba burlarse de su maestro!

Ciel le dio el disco en el que anteriormente tenía su desayuno, sin hacer contacto visual, por supuesto. Cuando el mayordomo regresó, ayudó a su maestro a vestirse. Esta tenía que ser una de las partes más difíciles de todas, mientras que Ciel estaba tratando de no hacer contacto visual y Sebastian estaba tratando de vestirlo apropiadamente.

"¡Joven Maestro, por favor deje de moverse! ¡Estoy tratando de abotonar su camisa!"

Ciel mantuvo la boca (y los ojos) cerrados y dejó que el mayordomo hiciera su trabajo. Había comenzado a sentirse bastante incómodo, y no porque Sebastian lo estuviera tocando, ni porque le doliera la espalda como si no hubiera un mañana. Se sentía incómodo ... abajo ... en algún lugar antes de su parte sensible ... de nuevo.

Cinco minutos después, mientras Sebastian guardaba su camisón, Ciel tiró los pies de la cama y trató de levantarse sin que el mayordomo se diera cuenta. Falló en ambas partes.

Se cayó antes de tener la oportunidad de pararse normalmente sobre sus pies, y el sonido que hizo, hizo que Sebastian se volviera y lo mirara. La sonrisa en su rostro desapareció por un par de segundos y la preocupación tomó su lugar, pero luego volvió.