Parte 4

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El rey Felipe pasaba sus días muy triste, no podía soportar perder a un retoño más, así que mientras los guardias por todo el reino a la princesa Amelia buscaban, el joven príncipe todos los días el castillo de la bruja malvada rodeaba

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El rey Felipe pasaba sus días muy triste, no podía soportar perder a un retoño más, así que mientras los guardias por todo el reino a la princesa Amelia buscaban, el joven príncipe todos los días el castillo de la bruja malvada rodeaba. Resultó entonces que escondido el príncipe a la bruja logró verla salir y antes de que las ramas de la entrada pudieran cerrar, el príncipe al castillo pudo ingresar. Subió hasta la torre donde a la princesa Amelia pudo encontrar, en cama, enferma y a punto de morir la vio al llegar. La tomó entre sus brazos hasta que a su caballo consiguió llegar. Escondido con la princesa a la bruja vio entrar, salieron con cuidado del castillo, pero está a un caballo pudo oír galopar.

Cabalgando en las entrañas más oscuras del bosque, la bruja podía ver al príncipe William huir con la princesa a punto de morir

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Cabalgando en las entrañas más oscuras del bosque, la bruja podía ver al príncipe William huir con la princesa a punto de morir. Yendo cada vez más de prisa, el príncipe entre los árboles trataba de escabullirse, pero la bruja lo alcanzó y en el camino se le atrasó.

Al despertar, el príncipe estaba atado al tronco de un árbol. La princesa con su piel blanca brillante como el invierno, sus labios y mejillas sonrosadas como a los pétalos de las flores y de cabellos suaves y blancos como la nieve. Cómo dormida. Sobre una base de hielo cuan hermoso rostro tenía cerrados sus ojos, brotaban por sus poros pequeños cristales de hielo cubriendo por completo todo su cuerpo. La malvada bruja provocó con sus manos un destello de luz haciendo que de su cuerpo salieran copos de nieves que se elevaban hacia la copa de los árboles poco a poco.

 La malvada bruja provocó con sus manos un destello de luz haciendo que de su cuerpo salieran copos de nieves que se elevaban hacia la copa de los árboles poco a poco

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Sin decir palabra alguna el príncipe William logró desatarse, sacó con cuidado su espada para a la bruja matarla. Está pudo escucharla volteando sus ojos asustada, pero un fuerte rayo de luz en medio del bosque se reflejó en su espada. Aquel destello de luz lanzó a la bruja al suelo y a la princesa desvaneció por completo elevándose como cuando los copos de nieve que llegan en el invierno, logrando el príncipe solo tocar su mano antes de que se desvaneciera por completo.

Lloraba el príncipe con profundo dolor mientras que con la capa de la princesa cubría su rostro encorvado en el suelo.

Lloraba el príncipe con profundo dolor mientras que con la capa de la princesa cubría su rostro encorvado en el suelo

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Al caer el rayo de luz. La malvada y perversa bruja desapareció y reveló a una joven durmiente de un hermoso porvenir. Aquella joven de cabellos oscuros llevaba por nombre Sofía y mientras reposaba inconsciente en el suelo fue apoderada por el inocente espíritu de la princesa de hielo quien le agradeció con un beso al noble y valiente príncipe como muestra de agradecimiento por tratar de salvar su vida. Resultó entonces que al salir de su cuerpo, la princesa Sofía recobró conciencia y aquel joven príncipe de inmediato la reconoció. Sofía era aquella joven con la que el príncipe pensaba casarse antes de que desapareciera en el bosque y que la bruja malvada la secuestrará, tomará su cuerpo y la encerrará en el espejo.

Hermosa era la luz de la princesa Amelia que brillaba por todo el bosque como aquellos cristales de invierno sobre la tierra y las flores; blanca y suave descansado en la corteza delos árboles con magnificencia y esplendor.

Hermosa era la luz de la princesa Amelia que brillaba por todo el bosque como aquellos cristales de invierno sobre la tierra y las flores; blanca y suave descansado en la corteza delos árboles con magnificencia y esplendor

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LA PRINCESA DE LOS POCOS DE NIEVE Y LA BRUJA DEL PÁRAMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora