En otro universo

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Tony Stark llevaba 27 horas seguidas en su taller tratando de hacer funcionar su más reciente trabajo. Desde que había visto una película sobre universos alternos que puso Clint en el Domingo "familiar" no pudo parar su interés por el tema, ya que él es un fiel creyente de que existen.

Portaba unas grandes ojeras que delataban el nulo sueño que tuvo durante más de un día, manteniéndose a flote con tazas de café y donas. Se caía de sueño, pero no podía descansar. Estaba a nada de conseguir que fuera una realidad los viajes interdimensionales, solo unos minutos más y estaría listo.

-"Señor, el capitán Rogers está en la puerta. Se ve preocupado y pregunta si ya ha ingerido un alimento balanceado"-.

El castaño chasqueó la lengua para terminar haciendo una mueca sin dejar de quitar las manos del aparato en la mesa -"Dile que no moleste. Estoy a nada de saber si en otro universo si siguió en emisión mi novela"-.

-"Tony, debes descansar"- El mencionado levantó la vista por un momento finalmente dejando su labor.

-"Jarvis, ¿qué te he dicho de dejar entrar a las personas al laboratorio sin consultarme?"- Tony masajeo sus sienes ignorando al rubio fornido que se había plantado frente a él.

-"Yo no lo dejé pasar"-

-"¿Qué? ¿Cómo-? ¿Sabes qué? Olvídalo, no tengo tiempo para distraerme"- Dicho esto tomó otra vez la pequeña máquina para soldar que había dejado de lado.

Rogers plantó su mano en el hombro contrario peligrosamente cerca del cuello del genio -"Tony, escúchame. Te necesitamos cuerdo, necesitas dormir"- Su voz era firme y decidida.

-"Steve, cariño, no necesito una nana que me esté recordando mis horas de sueño. Ahora, si me permites..."- alejó la mano del contrario con delicadeza -"... tengo trabajo que hacer"-.

De alguna manera le gustaba recibir este tipo de atención por parte de Steve, porque tenía sentimientos por el rubio. Lo que lo detenía de confesar sus sentimientos era el dilema amoroso que tenía: gustaba del capitán pero también de cierto soldado del invierno. Nunca lo planeó, simplemente se dio. Y ahora cada vez que los veía interactuar de manera melosa suspiraba imaginando estar en medio de ellos y compartir ese momento. Así es como nos encontramos aquí, con Tony Stark evadiendo sus sentimientos y tratando de distraerse pasando casi todo el tiempo en el taller.

-"No es por ser tu nana. Hago esto por tu bien y... el bien del equipo..."- pensó sus palabras pero al final las escupió-"Bucky y yo estamos preocupados por tu bienestar"-.

-"Lo que dice Steve es cierto..."-

-"Ahora todos pueden entrar a mi laboratorio"- Algo harto habló hacia el techo dirigiéndose a la IA-"Jarv, toma nota: Necesito mejorar la seguridad del laboratorio"-.

-"Entendido, señor"-.

-"Kotenok... por lo menos debes de comer"- Le pareció demasiado dulce y extraño el gesto apagado que reflejaba el rostro ajeno. ¿En serio se habían preocupado por él? Bucky traía una bolsa de papel en su mano que pronto la entregó al más bajo -"Ten, encargué tu hamburguesa favorita. Sabía que si te ofrecía algo nutritivo no lo ibas a querer comer, pero a estas alturas no importa. Necesitas ingerir algo"- Delicadamente dejó la bolsa en la mesa de trabajo evitando que esta hiciera contacto con las herramientas de Stark.

Ciertamente este gesto le había derretido el corazón a Tony, ya que nunca antes nadie le había llevado comida al laboratorio y no imaginaba que el soldado hubiera notado cuál era su comida favorita -"Agradezco su interés, pero en serio necesito terminar esto. Prometo que en cuanto acabe me iré arriba a dormir"- Antes de bajar la mirada curvó sus labios con una sonrisa pequeña pero sincera.

El multiverso Stuckony | One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora