VI.

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Shawn se las arreglo para pedir las llaves del auto de su padre, tenía miedo de recibir un no por respuesta, pero cuando estaba afuera de la cafetería ayudando a Elizabeth a bajar del auto sintió un alivio en su pecho y una emoción recorrerle el cuerpo. Se veía realmente hermosa, llevaba un vestido rojo casual con una chaqueta negra cubriendo sus hombros, sus zapatos bajitos del mismo color que el vestido le daban un aspecto muy adorable pues era de estatura muy baja y muy apenas le llegaba a Shawn hasta los hombros. Entraron en silencio, todo estaba muy nuevo; sillones de cuero, una barrita con sillas en circulo rojas, Shawn no noto que la pared tenía el mismo número de fotos desde hace cinco años "La pared de la fama." pero Elizabeth si.

Shawn noto como la joven castaña detrás del mostrador los veía sonriendo, pero Elizabeth solo noto a su hermana con una sonrisa burlona. Los vidrios daban a la calle vacía e iluminada con muchos árboles a su alrededor, después de todo no estaba tan lejos de su casa. Noto que Elizabeth miraba todo con mucho interes y un cierto brillo en sus ojos, parecía el lugar perfecto y ella encajaba con él. Una lenta balada sonaba al fondo, logro reconocerla; In My Veins. Ambos eligieron la mesa más alejada, a pesar de que todas estaban vacías.

- El lugar es muy lindo. -Comentó Shawn poniendo encima de la mesa sus brazos.

Elizabeth no podía dejar de verlo, su camisa gris de botones lo hacía ver mucho más pálido pero aquella sonrisa acaparaba toda la escena.

- ¿En serio te parece?

- Por supuesto, ¿como lo descubriste?

- Bueno, es una larga historia...

- Tengo tiempo para escucharla.

- Bueno, esta bien, yo...

La puerta se abrió, Shawn levanto la mirada. Se quedo helado, no podía creer lo que veía; Matt, Nash, Cameron, Gilinsky y Johnson se apresuraban por ocupar un sillón. El ruido comenzo, la platica estúpida de un grupo de chicos lleno la cafetería. Elizabeth se giró sorprendida. ¿Que harían aquí? los chicos se encaminaron hasta el asiento, que trataban de ignorar la mirada asesina del muchacho.

- ¿Qué hacen aquí? -Preguntó Elizabeth sonriendo socarronamente.

- No tengo ni idea.

- Te vienen a cuidar.

- Tienen miedo de que me hagas algo malo.

- Descuida, que no te hare nada. -Se río bajito.

Otro grupo de tercer año entro a la cafetería, platicando algo en voz baja. La mesera y Elizabeth intercambiaron miradas. Pero eso no evito que se acercara a los jovenes.

-Buenas noches, ¿qué es lo que van a querer?

- Cinco hamburguesas, dos con papás y otra con aros de cebolla.

- Esta bien. ¿Y de tomar?

- Cinco refrescos... ¡No dos! .... somos cincos, wey.... ah si... ¡Que sean cinco!

Shawn y Elizabeth ahogaron las risas, Darylin se acerco a ellos.

-Buenas noches, ¿que van a ordenar?

- No lo sé, ¿que quieres tu, Elizabeth?

- Oh... Yo... no sé... ¿que quieres tú?

- Uhm... ¿una malteada?

- Si, esta bien. La sonrisa de Darylin se extendió casi burlonamente.

- En seguida, muchachos.

Se miraron en silencio un largo rato pero cuando ambos se dispusieron a entablar una conversación la puerta otra vez se abrió, las Pink entraron como reinas desentonando totalmente del lugar. Riendose a carcajadas ocupando otra mesa de las primeras, Shawn y Elizabeth intercambiaron miradas. Elizabeth sonrió animadamente mientras se acercaba a él para decirle algo que el muchacho no se lo esperaba.

Una romántica navidad. [Shawn Mendes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora