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Iris POV.

-Te quiero, Cal. -Susurré mientras lo abrazaba, y él se sintió un tanto tenso. Me siguió el abrazo después de unos segundos y me murmuró igualmente.

-Yo también te quiero, Irwie.

Nos separamos y caminamos un poco más, las calles se estaban tornando frías y todo estaba muy solo, pero no le dimos importancia porque íbamos de broma en broma hasta que llegamos a una zona comercial y fuimos a una clase de bar ventanero y pedimos una cerveza para cada uno. Nos sentamos en una mesa del lugar y descansamos otro rato.

-Estoy cansada. -Suspiré y di un sorbo de mi bebida. Lo sentí amargo pero era refrescante, no me era normal tomar este tipo de bebidas pero a quién engañaba, estaba sabrosa.

Él asintió como si concordara conmigo y se recostó en su silla dando un bostezo.

-¿Después qué haremos? -Preguntó y yo me encogí de hombros.

-Podríamos ir a algún sitio importante de aquí y luego volver a casa.

-Sí, ya se está haciendo tarde. -Asintió y tomó un poco de su cerveza.

Pasó el rato, y no nos dimos cuenta del tiempo hasta que era completamente de noche y habían seis botellas vacías de aquel líquido en la mesa.
Me sentí un poco mareada, me sentía menos cansada que antes. Él estaba hablando pero realmente no le puse atención hasta que fue por otras cervezas y las tomamos sin renegar o incluso pensar, hicimos más bromas y hablábamos de nuestros extraños días de trabajo. Nos reímos de Michael, hasta yo le hablé de Luke.

-"No señorita. Usted no puede entrar y nunca lo hará porque aquí mando yo, aunque odie este trabajo. Váyase que es un espacio de locos y usted interrumpe nuestro trabajo." -Imité al rubio con voz gruesa, haciendo gestos y movimientos que se adecuaran a ello. Calum rió y yo reí con él.

-¿En serio es así? -Soltó otra risa antes de darle un sorbo a su cuarta cerveza, y yo asentí.

-Demasiado tosco para la sociedad.

-Deberíamos alquilar un auto e irnos a otro lugar. -Cambió de tema y yo hice una mueca. El alcohol le estaba surgiendo efecto así haya sido poco, y yo también me sentí diferente. -Anda, podemos ir a Heartwell o algo. Tampoco es lejos.

-Calum, ya no hay dinero. -Murmuré negando con la cabeza.

-Nunca nadie dijo que debíamos pagar por uno. -Me miró haciendo una sonrisa perversa prominente. Yo rodé los ojos.

-¿Robar un auto? -Entrecerré los ojos y el negó.

-Tomarlo prestado, diría yo. Así que vamos. -Se levantó, fue y dejó un par de billetes en la barra y comenzó a caminar hacia la calle. Yo lo seguí porque no tenía de otra, pero el plan se veía interesante.

No supe a donde se dirigía, hasta que llegamos a un lote con muchos autos. En seguida supuse que eran autos en venta de segunda mano.

Se acercó a uno, que era un Chevrolet Cavalier y la puerta abrió sin seguro. Yo me quedé detrás de él observando lo que hacía, y Calum jaló la palanca del capó y éste se abrió, Calum se volvió hacia el frente del auto y yo lo seguí un poco, él comenzó a separar unos cables y los conectó con otros, duró en ese proceso por unos largos segundos hasta que el motor del auto encendió. Sonrió satisfecho y me miró con una expresión de "entra."
Le hice caso y cada uno entró. Claramente él de conductor y yo en el asiento del copiloto, y salimos del lugar que como se veía, estaba completamente solo.

-¿Dónde aprendiste a hacer eso? -Pregunté acomodándome en el asiento. No creí que él fuese capaz de hacer eso, se veía como un niñito bueno.

Donde no muere el silencio →  c.hDonde viven las historias. Descúbrelo ahora