Tú y yo

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Sonreíste, me limite a seguirte. Subimos las escaleras que conducían a la puerta de tu casa, estaba nervioso, hasta que finalmente llegamos, metiste la llave en la cerradura y la giraste, lograste abrirla y enseguida entraste.
—Puedes entrar...
Camine firmemente hasta ti, sabia que querías lo que yo queria, no quise esperar más, tus labios y los míos se juntaron mientras te empujaba hasta adentro con mi cuerpo, no me detuviste. Las puertas y las ventanas estaban cerradas, no había nadie más que tú y yo, mis manos recorrían todo tu cuerpo mientras las tuyas trataban liberarme de estas telas que nos impedían estar juntos, mis manos se posicionaron en tus muslos y logré levantarte, caminábamos mientras nos besabamos, tú sobre mis brazos, mis manos te sostenían firme, no te querían dejar ir, la cama más cercana será nuestra cómplice esta noche. Fue en donde te deje caer, acostada en la cama veías como es que me quitaba la camiseta y me acercaba a ti, mientras más besos venían, mis manos estaban ocupadas tratando de desnudarte y... finalmente, te ví... ahí... desnuda ante mis ojos, te contemplaba como un aficionado contempla una pieza de arte, eres bellísima. Y mis labios comenzaron a escalar tus cordilleras, mi lengua rosaba tus piernas y entre ellas, mis manos subian hasta tus senos, eres toda mía, descubrimos juntos el placer y, mientras gemias, tus manos empujaban mi cabeza, parece que quieres más, hasta que lo dejaste salir, aquel río me comprobaba que estabas satisfecha, sin embargo, esto aún no ha terminado, me despojé de la indumentaria que me quedaba y me acerqué a tu boca, fue un esplendor lo que sentí mientras estaba dentro tuyo, como dos piezas que encajan perfectamente, mi libido aumentaba conforme bailaba dentro de tu cuerpo, gritabas mi nombre, mientras yo suspiraba fuerte, estábamos en el cielo.
El tiempo pasó volando, estabas exhausta al igual que yo, sin embargo se hacia tarde, tenía que irme, ¿o quizá pueda pasar la noche aquí?
¿Cómo puedo comenzar una conversación después del sexo? ¿Que le digo? "¿Que tal?" "Me tengo que ir"
—¿Te gustaría pasar la noche aquí?, ya es tarde y puede ser peligroso allá afuera—dijiste con una voz seductora.
—Tienes razón, será mejor que me quedé.
Echados en la cama abrazados, sin nada puesto, fue que pasamos la noche. 
Se hizo de día, mi teléfono fue lo que me despertó, algo que no mencioné hasta ahora fue mi teléfono, no le suelo prestar mucha atención pero me despertó la alarma. Me vestí mientras tú seguías dormida, y exploré tu habitación, encontré algunas fotos con tus amigas, libros, documentos, entre muchas cosas más, estaba desordenado, pero descuida, yo limpiaré por los dos, ¡oh! Vaya, tu laptop, la encendí y afortunadamente no tenía una contraseña, algo que también cambiaré cuando estemos juntos, que, claro, ya estamos un paso más cerca, ¿un fondo de pantalla de un gato? Vaya... en fin, me puse a revisar los mensajes, tienes un grupo de chat con algunas personas, ¿quienes son? Bueno, no interesa, me puse a revisar un poco más y encontré los mensajes con tus amigas, nada sospechoso, y ahí está, el chat que tienes con Steven, su nombre completo es Steven Olmos, después recabaré información sobre él, por ahora leeré los mensajes que tiene contigo, abrí el chat, "Hola hermosa, ¿aún sigues enfadada?, ¿que te pare...?", de pronto logre escuchar algunso bostezo y pasos descalzos, ¡se despertó! ¡mierda!, ¡MIERDA!, en seguida cerré la conversación y la apague lo más pronto posible, a medida que se acercaba mi corazón se aceleraba. ¡vamos, apagate!, cerré la laptop y la deje en la mesa donde la encontré y rápidamente me senté en una silla giratoria mirando a la ventana, ¿se habrá dado cuenta?, no tiene como, pero puede de que sí se haya dado cuenta. Aunque sabía de tu presencia, fingí no haber escuchado nada mientras tú te me acercabas a hurtadillas, te agachaste y tus brazos rodearon mi cuello.
—Hola, ¿como amaneciste?
—Bien, ¿y tú?
—También, por cierto, ¿que haces aquí?
—Nada, sólo miraba las ventanas.
—Pero... tienen una cortina que te impide ver al exterior.
Es verdad, un minúsculo detalle que se me escapó de las manos, no veo más que la textura de las cortinas.
—Eh..., sí, es que me gusta ver la composición de las cortinas e imaginar como es que los hilos no se separan.
—Ja ja ja, eres raro.
—Sí, lo soy—respondí—no quiero molestarte más, será mejor que me vaya.
—No, quédate—dijiste algo avergonzada—, al menos desayunamos juntos.
—Esta bien, desayunamos.
Nos pusimos a freír algunos huevos, tocinos y demás y comimos juntos.
Después de un agradable desayuno, me tenía que ir, ella lo entendió. Llegué a casa y me puse a investigar,—con que Steven Olmos—pensé.
Agarré mi teléfono, que aunque no lo utilizo mucho en esta oportunidad me servirá, y busque busque nombre, entre al primer perfil que vi. Steven Olmos, "deportista, emprendedor y cantante". El perfil de una persona calificada para cualquier tipo de trabajo(?). En fin, no me interesa mucho los demás detalles, lo que me llamo la atención fue la palabra "emprendedor" supongo que ha de tener algún negocio o algo por el estilo, veamos sus publicaciones.
"No consumas drogas, destruirán tu vida", "el trabajo duro es el camino hacia la victoria" ¿que es esto? ¿Frases motivacionales?
Rebuscando un poco más encontré tu "proyecto", vendedor de suplementos alimenticios, no parece que te vaya bien, interesante

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2021 ⏰

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