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Los sollozos se podían escuchar dentro de esa pequeña casita del árbol, se podía sentir el ambiente decaído a leguas. Sparta se encontraba temblando y abrazando sus piernas mientras que las lágrimas caían por montones por sus mejilla, vaya día de porquería que estaba teniendo. Primero, todos sus amigos habían sido hechizados por su culpa, le había gritado a su padre y a su novio y el rencor hacia el peliazul había regresado.

-D-de verdad lo odio...- susurro con ira -Fue tu culpa...que mamá me haya dejado...

-No fue culpa suya- Esa voz le hizo saltar y levantar la mirada, topándose con su hermano. -Timba no tuvo la culpa de esto Sparta- Su voz sonaba algo temblorosa y enojada, pero más que nada sonaba triste.

-¿Tu que sabes?- Miro a otro lado, quitándose las lagrimas con ira y rudeza -Tu no lo viste el día de su muerte, ni siquiera se despidió de su propia esposa. 

-Sparta el-

-Tu no le viste sonreír a los días de su muerte, tu no lo viste ir a mofarse en su tumba.

-Andrés, por favor deja-

-¡NO!- Levanto la mirada -¡Ya no quiero oír las justificaciones, ya no quiero oír el que el no es el malo! ¡Desde que murió mamá, lo han justificado!- cerro los puños y se levanto encarando a su hermano -¡Desde la abuela a mi tío, lo han justificado, diciendo mierdas de "No todos hacemos lo mismo al perder a alguien querido" ¡Con un demonio, ya lo se!- las lagrimas amenazaban con salir de nuevo -¡¡Ya malditamente lo se, ya se que no!! ¡¿Pero aun así, por que mierda se mofaba de ella así, por que diablos decía que se lo merecía y reía con el pueblo de su muerte!? ¿¡Eh!? 

Su hermano bajo la mirada incomodo, al igual que el ojiambar el también había odiado a su padre por ello, también había oído todos los sermones de su familia. Pero aun así, logro perdonarle, al saber la verdad lo hizo, aunque seguía teniendo tanto rencor, debía seguir adelante, algo que desgraciadamente su hermano no había hecho.

-Mira Andrés, hay cosas que no sabes, cosas de las cuales papá debió hablarte hace mucho tiempo- Lo miro con seriedad -¿Podrías escucharlo? Una vez en tu vida, escúchalo.

-...No- Un pequeño crujido se escucho a sus pies, pero eso no les dio importancia. -No pienso escucharlo, no me importa lo que tenga que decir, no me importa la excusa que de. El hizo que mi madre se matar-

-¡Cierra la boca, solo cállate un maldito segundo!- le expresión de Sparta cambio al ver la ira en el rostro de su hermano, no era común verlo de esa forma -¡Deja de actuar como si solo hubiese sido tu madre, era mi madre también!

Nunca gritaba, siempre había sido el más tranquilo y evitaba las peleas de su padre y hermano pero hoy no, hoy lo iban a escuchar, hoy no se iba a quedar callado ante esto de nuevo.

-Me eh quedado a raya con este tema, eh cerrado la boca por años para evitar sus malditas discusiones y sus rabietas- Comenzó a caminar hacia el con una mirada amenazante y fría, casi como la de Timba pero esta tenia algo diferente....

Raptor se paseaba por los al rededores mientras miraba esa vieja casita detenidamente, sentía una punzada en el pecho y eso nunca era buena señal, jamás era buena señal una punzada en el.

-Dios, estoy teniendo miedo...- se dijo al escuchar la voz de Víctor un poco más alta de lo común, desvío la mirada un segundo y entonces...

-¡¡ESTOY HARTO YA!!

Enseguida levanto la mirada y después de ello el tiempo parecía lento y la gravedad nula. Sus ojos se abrieron de par de par al ver la madera en el aire hecha pedazos acompañada de un cabello rizado y castaño que conocía a detalle. Después de unos segundos que le parecieron eternos, reacciono y activo su don antes de que el castaño estampara contra el suelo.

𝐋𝐨𝐬 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧𝐞𝐬 𝐃𝐞 𝐋𝐚𝐬 𝐃𝐢𝐦𝐞𝐧𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora