12

132 15 1
                                    


⁓El cuento⁓

Mike estaba alistando su mochila con una cara de fastidio, estaba bastante molesto por todo lo que había pasado con Raptor y la familia Vk, sentía impotencia por lo que paso, pues casi se había resignado a dejar morir al menor de ellos. Se dio asco por un momento ¿Desde cuando había aprendido a resignarse? Si hubiera sido mucho más joven, hubiera vendido incluso su alma para salvarlo, tal vez hasta haber viajado al más allá solo para reclamar el alma del oji ámbar...

-Jum...Si que era bastante tonto de joven -Murmuro cerrando su maleta y suspirando.

-Y muy lindo también

El castaño volteo y sonrío a ver a su esposo recargado en el marco de la puerta, cerrando detrás de el y acercándose para abrazarlo por el cuello, recargando algo de su peso en el.

-¿Que haces? -Interrogo divertido mientras abrazaba su cintura para hacer balance.

-Abrazo al amor de mi vida y el dueño de mi corazón ¿Qué más haría? -Pregunto con el mismo tono.

-No se, tal vez estarás ganando tiempo para hacer un plan y no dejarme ir ¿O me equivoco?

-...Rayos -Dijo alzándolo como costal- Como se me ha arruinado el plan, solo queda el secuestrarte y ocultarte hasta que se olviden de este asunto.

-Trolliiiiiii...Ya hablamos de esto, es si o si. No quiero que me dejen en el bosque a medio morir para que algo me coma o me disequen.-Dijo tratando de bajarse de los brazos del azabache- Anda, bájame ya que ese cascarrabias color moco se desespera.

-No te vayas -Dijo bajándolo y abrazándolo nuevamente- No quiero que nada malo te pase...

-Ay vamos Trolli, soy el más perro de aquí. A mi nadie me daña...Excepto Mayo, ese si me ocupa no la cuento. -Se separo y tomo sus mejilla, dejando un pequeño beso en sus labios- Estaré bien, vendré para el desayudo, y después por fin nos vamos a esas malditas vacaciones.

-¿Me lo prometes?

-Lo prometo, por mi vida que lo prometo.

Ambos sonrieron y suspiraron. El castaño tomo su mochila y se la puso tras de la espalda, tomo su espada y camino escoltado por el azabache, quien no dudo en entrelazar su mano. La mansión se sentía bastante tranquila, pues todos estaban agotados después de es día.

Aunque se veía la habitación del pelimorado abierta, mostrándolo a el sentado en una silla mientras que cuidaba de Víctor. Después de ese incidente, el callo inconsciente y había tenido una fiebre muy alta, había convulsionado un par de veces y extrañamente su cabello había adquirido un color rosa bastante claro, lucía extraño pero que más daba, según Timba era algo temporal, a menos que el color le gustará al espartano y decidiera teñírselo.

Por otro lado, Timba también se encontraba algo raro. No tenía sueño, algo inusual en el. También se le veía bastante débil y lucía un poco enfermo, también bastante apagado, por el momento se encontraba solo en el sillón de la mansión, murmurando incoherencias, luciendo pálido y al borde del llanto. Ambos lo miraron con tristeza, no lucia como el. Rius lo observaba también, le dolía hacerlo, pero era lo único que podía hacer por ahora. 

Y por otro lado, estaba Flex, nuestro mapache estaba recibiendo regaños del ojiazul rey por tremenda tontería. El estaba en cama, consiente pero sin poder moverse o hablar, sonriendo ligeramente, riendo bajo por cada regaño, pues en la cara del Muzi se veía aun la preocupación y las lagrimas, pero de repente cambiaba a una expresión de enojo y reproche.

Suspiro al ver a esos dos fuera de su casa, esperándolo para partir.

-Si que tomaste tu tiempo -Dijo el peliverde un tanto serio.

𝐋𝐨𝐬 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧𝐞𝐬 𝐃𝐞 𝐋𝐚𝐬 𝐃𝐢𝐦𝐞𝐧𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora