-Capítulo 5-

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Frustrada cierro los ojos y tomo un profundo respiro, el dilema entre contarle la verdad o solo mentirle hace estragos en mi cuerpo, hace que me sienta como una niña en problemas sin escapatoria alguna. Por lo que he analizado de Asimov, es un tipo bastante inteligente, precavido a la hora de hacer sus movimientos y jugadas maestras. Podría tener todo el perfil de un psicópata de su mejor categoría, puede aparentar ser alguien del común, alguien quien no mataría ni una mosca pero que dentro de su inescrutable conciencia y en las profundidades de imaginación horrorosa, tal vez y sol tal vez, guarda en las horroridades de su ser los hechos que lo condenan a una total desgracia.

Un sonido ronco interrumpe mis pensamientos, me saca del limbo en el que me encontraba envuelta, lo miro a la cara y una de sus cejas es levantada hasta lo más alto demostrando así, impaciencia por una respuesta rápida.

—Ashen, habla— Sonidos urgentes salen de su garganta.

—No sé por dónde comenzar es más complicado de lo que se cree—Digo porque la verdad no sé desde donde comenzar e intentar verle la cara de estúpido, no sé desde donde mantener el secreto.

—Por el principio estaría bien—Lleva sus manos a su fornido pecho y las entrecruza dando un porte serio. Ruedo los ojos y abro la boca para sacar las palabras.

—Egor Asimov el doctor kale quiere verlo para iniciar su sesión, acompáñeme por favor— Interrumpe una dulce voz, haciéndonos llevar toda nuestra atención hacia la prominente enfermera, que agarra el hombro de mi acompañante con rapidez y que, de un suave empujón, le hace avanzar sin darle tiempo para responder.

—Una lástima—Digo sarcásticamente con una media sonrisa.

—Sabes que esto no se va a quedar así— Me mira de arriba abajo para girarse sobre sus talones y sacando un último aliento camina hasta adentrarse a la planta.

Me quedo mirándolo por un par de minutos perdiéndome entre cada paso que da, entre cada movimiento que su bestial figura produce, ¿Cuál es su historia? ¿Por qué se me hace tan irresistiblemente misterioso? me comienzo a preguntar.

—Muy bueno para ser verdad—La voz de una señora de edad avanzada me saca de la ensoñación en la que me encontraba, sorprendida busco el lugar del que proviene el sonido arrastrado y observo como se acerca a mí con sigilo.

—¡Señora Mcglain! — Exclamo al verla, hace un buen tiempo que no la veía por estos lares, la señora es todo un caso.

Debo decir que un día es la persona más amable de todo el universo tratándote como si fueras su nieto preferido y otro puede simplemente tratarte como la peor escoria, como si fueras su peor pesadilla, hasta llegar al punto de querer aniquilarte. Y ¿cómo lo sé? Bueno, lo ha contado numerosas veces con cada mínimo detalle como si hubiera pasado hace solo un par de horas, siempre que cuenta como mató a su esposo e hija, sus ojos comienzan a deslumbrar dolor contenido a grandes cantidades. Christine siempre me hablaba de ella...

—No sé si sea como uno de nosotros, pero se ve una buena persona— Confirma posando los dedos de su mano izquierda sobre su mentón arrugado, inclinando la cabeza hacia un costado.

— ¿Quién? —Enarco mis cejas ante la confusión de no saber a quién se refiere exactamente.

—El muchachito sacado de una revista playboy— Responde pasándose sus manos por sus hebras de pelo en diferentes tonalidades de un tosco gris.

«¿Egor? ¿Revista playboy? JAJAJAJA» Río para mis adentros.

—¿Por qué lo dice?— Pregunto con la mayor curiosidad posible.

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2021 ⏰

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los sueños perdidos de Ashen LegasovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora