Deseo [Sanemi x Lectora]

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Mientras que ambos jóvenes jugaban entre ellos

Yumi estaba con el corazón roto, estaba llorando por las crueles palabras de Sanemi que tenían cierto verdad

Entre el dolor y la desesperación llegó Muzan

— ¿Llorando por un amor no correspondido?— Pregunto Muzan saliendo de su escondite

— ¿Quien eres? ¿Que haces aquí?— Pregunto Yumi mientras se ponía de pie y limpiaba sus lágrimas

— ¿Quieres dejar de sufrir? Yo puedo ayudarte— Preguntó Muzan con una sonrisa levantando la mirada

— ¿Como?— Pregunto Yumi terminando de limpiar sus lágrimas

— Conviértete en demonio serás más feliz y más fuerte, podrás vivir una eternidad— Respondió Muzan de forma sonriente intentando ganar su confianza

Yumi estaba totalmente desesperada no nos sorprendería que aceptara tal propuesta, después de todo no tenía nada que perder o eso pensaba

Muzan le dio un poco de su sangre, convirtiéndola en demonio

Yumi se volvió pálida y le crecieron unos colmillos y sus ojos se parecían a los de un gato, mientras que su cabello ondulado le daba un aspecto de muñeca de porcelana

Yumi al beberla, sintió un gran cambio en su físico tan fuerte como hambrienta

Muzan la detuvo y dijo que tiene que comer personas y ser bastante discreta, también que no debe estar a la luz del Sol sino moriría

Yumi no lo pensó y fue corriendo hacia la habitación de sus padres y luego de sus hermanos

Mientras tanto con Sen y Sanemi

— No te enojes solo me reí un momento— Habló Sen calmando su risa

— No estoy molesto— Respondió Sanemi con una sonrisa mientras se dejaba que Sen le este sacudiendo su brazo

— ¿Vamos a casa?— Pregunto Sen abrazando el brazo de Sanemi

Sanemi volteo a ver el rostro de Sen, Sen estaba con una sonrisa mientras sus ojos brillaban por la luz de la Luna

— ¿No te sientes cansada?— Pregunto Sanemi haciendo un chasquido con sus dedos frente a Sen para que lo suelte

— No, me siento muy bien— Respondió Sen mientras soltaba el brazo de Sanemi por el pequeño susto

Sanemi asintió con la cabeza y los jóvenes salieron de la habitación felices aunque sus expresiones volvieron a ser como eran serias

Caminaron por el sendero tranquilamente hacía el hogar de los jóvenes había un silencio agradable para cada uno

— Entonces, ¿Soy tu muñeca?— Pregunto Sen mientras empezaba a reír

— ¿Te encanta joder no es así?— Preguntó Sanemi con una sonrisa de enojo

Sen empezó a reír pues era divertido ver a Sanemi de esa manera, de que Sanemi se expresará con confianza con ella, Sanemi le encantaba escuchar su risa