Deseo [Sanemi x Lectora]

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— Valla recién nos enteramos, pero Yumi la última vez que vino aquí nos dijo que iría a buscar su camino, se fue sin darnos una explicación no sabemos su ubicación y no hemos tenido contacto con ella— Habló Sanemi

— Ya veo, pero hace cuanto fue aquello— Respondió Sumi

— Hace una semana— Respondió Sanemi

— Esta bien, igualmente gracias por la ayuda— Habló Sumi

— ¿Y que harás ahora?— Pregunto Sen con una voz apenada

— Buscaré un lugar para quedarme unos cuantos días y luego regresare a mi ciudad— Respondió Sumi

Sumi mordió su labio inferior mientras dirigía la mirada hacia abajo, Sen cayó en culpa de haberle mentido a Sumi, vio su sufrimiento que guardaba

Sen fue a abrazar a Sumi, Sumi al ver que Sen quería abrazarla rompió en llanto y abrazo
con fuerza Sen, llenando más culpa en ella

Sen solo sonrió y empezó a sobar el cabello de Sumi para calmarla un poco

— Tranquila— Habló Sen

Sanemi salió de la sala molesto por el comportamiento de Sen

Pasó un momento y Sumi se quedó dormida en brazos de Sen del cansancio

— ¿Que sigue aquí?— Pregunto Sanemi

— No digas eso o te agarro a golpes, no puedo seguir mintiendo a Sumi, ella está sufriendo, creo que deberíamos dejar que se quedé con nosotros un tiempo— Respondió Sen

— Estas loca claro que no— Respondió Sanemi

— Es lo mínimo que podemos hacer por ella, perdió a su familia y le estamos mintiendo— Habló Sen

— Esta bien, ¿En donde se quedará?— Pregunto Sanemi

— En mi habitación— Respondió Sen

— Esta bien, pero solo hasta que se valla a su ciudad— Respondió Sanemi molesto

— Bueno, la llevaré a descansar mejor— Habló Sen

— Dámela, la llevaré yo— Habló Sanemi

— Yo puedo cargarla ¿De acuerdo?— Pregunto Sen

Y como dijo Sen, cargó a Sumi y la llevó a su habitación, la reposo en su cama, la cubrió con una manta

— Ya, ahora le prepararé un té y lo dejaré aquí cuando despierte— Habló Sen

— Da igual— Habló Sanemi molesto

— Vamos vamos vamos— Habló Sen

Sen se puso detrás de Sanemi y puso sus manos detrás de él, empujando a Sanemi hacia la puerta

Sen fue hacia la cocina y empezó a preparar té y preparar su postre para Sumi, hasta que llega Sanemi

— Minami, tengo hambre— Habló Sanemi

— ¡Ah!.... ¡Sanemi! Pero que susto, no tienes remedio— Habló Sen