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— Toma, ahí está tu katana— Hablo Sen estirando su brazo con la katana que tenía en su mano

— Gracias Sen— Respondió Sanemi

Sanemi recibió en sus manos su espada en su funda

—Ten cuidado, te deseo suerte tampoco quiero volver a verte por aqui— Habló Sen por seguridad para evitar que personas sepan de su hogar

Sen sonrió de lado, de alguna manera el poco tiempo que paso con Sanemi era entretenido, se sentía bien tener compañía

Sanemi empezó a notar un sentimiento agradable sin haberse conocido completamente pero no lo pensó de más y se retiró

Pasó un mes después de ese acontecimiento, la vida se le empezó a poner algo complicada a Minami pues la señora para quien trabaja había fallecido y Sen habría cumplido con su contrato por lo que se quedó sin trabajo

Empezó a buscar un nuevo empleo en la ciudad, pero no logró ser contratada hasta el momento

Aún así no se desánimo pues la ciudad era grande y solo había preguntado en una cuarta parte de toda la ciudad

Aquella noche salió tarde ya que se había distraído con la Feria que se había realizado en la ciudad por tiempos de otoño

Como si su mala suerte fuera poco, se topo con unos señores en malas condiciones (ebrios) a lo cual no tenían buenas intenciones

— Ey muchachita ¿Cuanto cobras?— Pregunto mientras se balanceaba tontamente para empezar a reír

-— ¡Yo no trabajo en eso idiota! — Exclamó Sen molesta continuando su paso apresurado

Realmente me sentía muy ofendida

Sen decidió ignorarlos y seguir avanzando si no fuera por uno de estos mayores que agarró el brazo de Sen con fuerza y cambio la ruta hacia aquel callejón oscuro y sin salida

Al llegar al fondo la soltaron y sacaron una filosa navaja

— Dejanos tu dinero y te deja-remos ir— Habló siendo interrumpido por el hipo

— ¡No tengo nada!— Exclamó Sen sintiendo temor

— En ese caso iremos por la segunda opción— Habló con una risa al final

Realmente

Así de mala suerte es mi vida

Sen intento correr pero no había salida aún así los hombres con fuerza la detuvieron, Sen estaba asustada pero no se daba por vencida

Por un mal pasó de Sen, se golpeo el tobillo, provocando dolor en esa zona, perdiendo fuerza en el pie

Sen hiba a llorar del miedo y la desesperación, estuvo pidiendo con su alma que alguien la salvará mientras jalaba con fuerza para deshacerse de los agarres de los mayores

El destino le cumplió ese pedido

— Alto— Habló Sanemi provocando el silencio de ese callejón

Escuchar esa voz es una bendición realmente estoy muy feliz

Sanemi llamó la atención de ambos señores deteniendo su acción

Deseo [Sanemi x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora