Behind us

2.

Los doctores me han conectado a varias máquinas. Aun me encuentro en un muy mal estado. No he logrado decir nada en una semana, nada. Me es imposible hablar, cuando lo intento mi garganta me duele mucho y el dolor impide que mi voz salga. Estoy en un hospital, en Australia, con tan solo 17 años. Mi familia no ha podido venir a verme, o no les han avisado o simplemente no quieren venir.
Digamos que mi familia no es rica, somos de muy buena economía, pero no somos ricos, tal vez por eso tampoco pueden venir.
Necesito preguntarle a alguien que ah pasado con mis padres y con Louis, pero como eh dicho antes, no puedo decir ni una sola palabra.

-¡Katy! Ya estas despierta- Ana, la enfermera que se encarga de mi, entra por la puerta- ¿Tienes hambre?-Niego- Bueno, pues ni modo, tienes que comer algo, ahora vuelvo- Y sale por la puerta.

Ana me cae muy bien, pero odio cuando me obliga a comer. En esta semana eh bajado algo de peso. Los doctores intentan que regrese a mi peso normal, pero no puedo. La comida de aquí es buena, pero simplemente no me gusta y no se me antoja.

Eh intentado de todo para comunicarme con Ana y preguntarle sobre mis padres y Louis, pero me es imposible. Nadie me entiende. Y cuando digo nadie, es nadie.

Desearía poder salir de aquí y buscar a mi familia, pero no puedo.
Ana dice que dentro de unas semanas podré irme, pero que primero necesito recuperarme del golpe en mi cabeza y también necesitan localizar a mi familia. Creo que no les han informado sobre el accidente que tuvimos hace unos días.

- Regrese- Ana entra con una bandeja en sus manos y me la pone en las piernas. En la bandeja hay un plato de fruta, otro de gelatina y un vaso de jugo de manzana, y con eso piensan que subiré de peso- Anda, come- Ana me anima.

Me incorporo en la cama y veo el desayuno que esta enfrente de mi. Se ve rico. Tomo el tenedor que hay a un lado del plato y tomo un poco de fruta, lo meto a mi boca y mastico.
Después de unos minutos termino mi desayuno y le hago una señal a Ana para que se lo lleve. Ella se acerca y toma la bandeja en sus manos.

- Al ratito regreso- Y sale de nuevo de la habitación.
Me acomodo en la cama, de modo que quede más cómoda. No se que hacer, siempre me aburro. Algunas veces me pierdo en mis pensamientos, lo que me distrae un poco. Hay veces que siento que mi cabeza explotara por que me duele horrible.

- Y regrese- Ana canturrea y yo sonrío.- Bueno, - Dirige su mirada a su muñeca, donde se encuentra su reloj- En media hora tengo mi descanso así que ¿Quieres hacer algo?- La miro con cara de "¿En serio?"- Bueno, podemos hacer muchas cosas - Se sienta en una silla que se encuentra a mi lado- Me duele verte así Katy- Me acaricia el cabello- Me deprimes- Hace una mueca rara. Volteo mi cara, de modo que me es imposible verla.- ¿Ahora me vas a ignorar?- Se queja.- Volteo mi cabeza y la miro a los ojos, abro la boca e intento hablar.

- Ne...- Trago saliva, el dolor es insoportable- Ce...- Mi voz sale demasiado ronca.

- Oh no, Katy, no hagas esfuerzos, te puedes lastimar. - Mira a su alrededor y ve la puerta - Tengo una idea ¡Ahora regreso!- Y se va de nuevo por la puerta. Espero a que regrese mientras juego con mis manos.- ¡Listo!- Veo que trae algo en las manos- Ten- me da un cuaderno y un lápiz ¡Justo lo que necesito!- Anda, escribe lo que me quieras decir.

Acomodo el lápiz en mi mano y lo pongo en el cuaderno. Escribo con letras medio raras pero entendibles. Termino de escribir y se lo enseño a Ana. "Necesito encontrar a mis padres y a mi familia, pero en especial, a Louis" Es lo que escribí en el cuaderno.

-¿Louis? ¿Quién es el?- Cambio de hoja y escribo "Mi novio" y se lo muestro-¿Tu novio?- Asiento- Uhm, no recuerdo a ningún Louis que nos hayan traído.- Se para de la cama y agarra una lista que se encuentra en una pequeña mesa junto a la puerta. - Uhm, no, no hay ningún Louis en este hospital- Me mira con tristeza- Lo siento.- Se disculpa. Me encojo de hombros. El debe de estar aquí, en Australia, tal vez lo llevaron a otro hospital. - Oh, ya es hora de mi descanso. - Ve de nuevo su reloj- Bueno, Katy, te ayudare a buscar a Louis.- Sonrío. Se da media vuelta y abre la puerta -¡Oh! Casi se me olvida. Esta mañana localizamos a tu familia. Dicen que ellos no pueden venir. Tu has de saber por que ¿No?- Asiento- Bueno, pero dicen que ellos le llamaran a una tal...uhm,¿Como se llamaba? ¡Ah si! Una tal Georgia, creo que es tu tía y vive aquí en Australia, tal vez en unas cuantas horas venga.- Asiento confundida. Un momento, Ana no me ah dicho nada sobre mis padres. Hago señas con los brazos antes de que se vaya- ¿Que paso?- Señalo el cuaderno, ella parece entender así que lo toma y me lo da. Rápidamente busco la pagina donde escribí hace poco.-¿Tus padres?- Vuelvo a señalar la palabra e intento decir con mi expresión " ¿Donde están?"- Oh Katy. Tus padres tampoco llegaron al hospital. Solo tu llegaste. Tal vez los llevaron a otro lado o...- Deja la frase a medio decir, pero se lo que quería decir- Lo siento- Se para, pero antes de que se vaya veo sus manos, se mueven descontrolada mente. ¿A caso esta ocultando algo?

Pongo mi cabeza en la almohada y pienso acerca de esa tal Georgia. Recuerdo que cuando tenia 11 años una tía vino a mi cumpleaños, pero no recuerdo muy bien su nombre, según mi madre, ella venia de Australia. Tal vez es ella la que pronto vendrá. No la recuerdo muy bien, pero se que nos llevamos genial. Todos le dicen Gina y a ella le gusta.
Entiendo por que mi familia no puede venir, ya lo eh dicho antes, nosotros no tenemos mucho dinero y un viaje de Londres a Australia cuesta demasiado. De seguro Gina les dirá como estoy y todo eso, así ellos no estarán tan preocupados.
Mis párpados se cierran poco a poco, haciéndome dormir.

_~_

Siento que me mueven con tanta delicadeza como si me fuera a romper. Abro mis ojos y me encuentro con una Ana viéndome.

- Katy, tu tía ya llego.- Se hace a un lado y puedo ver claramente a Gina, mi tía. Tiene el pelo castaño y sus ojos son de un gris muy bonito. Tiene unas cuantas arrugas, pues ha de tener como 40 años aproximadamente.

-¡Katy! ¡Mírate! Has cambiado demasiado- Se acerca a mi y me besa la mejilla -¿Como has estado?- Pasan varios segundos y yo no contesto. Ella me mira confundida -¿Que pasa?

- Katy no puede hablar, su garganta tiene una infección, por lo que le duele demasiado. Pero no se preocupe, pronto estará como nueva- Ana le informa.

- Uh, ok. Bueno, iré a ver otras cosas, ahora regreso.- ¿cosas? ¿Cómo cuales?

- Es buena persona- Ana sonríe.- ¿Cansada? Se te nota. Vuélvete a dormir querida. Pronto te traeré la cena.

Cierro mis ojos fingiendo dormir y escucho sus pasos, seguidos de la puerta cerrándose. Vuelvo abrir mis ojos, necesito ir al baño. Me siento en la cama y cuidadosamente me volteo. Bajo un pie y luego el otro, y lentamente me paro. Creo que el baño se encuentra fuera de la habitación, pero por lo que se, no esta muy lejos. Camino con pasos lentos hacia la puerta y la abro. Volteo a mi derecha y efectivamente, ahí están los baños.
junto al elevador, cerca de la sala de urgencias. Al parecer nadie me nota así que me muevo sigilosamente hasta el, claro, despacio para que no pase ningún accidente. Cuando ya estoy lo suficientemente cerca, empujó la puerta y entro, pero antes de cerrarla escucho gritos que dicen "¡Rápido! O ¡No sobrevivirá!" Entonces la veo, es mi madre. Su cara esta llena de heridas y se ve muy grave. Salgo lo más rápido del baño y me acerco a ella. Escucho como la pequeña máquina que esta a su lado suena con un sonido demasiado inquietante. Veo una raya, oh no. ¡No! ¡Mi madre no puede estar muerta! ¡No!
Me alejo de ahí y siento como alguien me toma de los brazos. Me volteo y veo a un doctor. En sus ojos puedo ver reflejado mi miedo. Estoy demasiada débil como para correr. ¡Al diablo! Me suelto del agarre del doctor y Corro con todas mis fuerzas por el angosto pasillo a mi derecha. Escucho las pisadas fuertes de varias personas siguiéndome y gritando mi nombre. Pero no me detendré. Necesito salir de este asfixiante lugar, necesito encontrar a Louis y largarnos juntos de Australia y jamas volver. Es increíble pensar que lo que era un sueño, se pudo haber convertido en una pesadilla, en mi peor pesadilla.