˚ ִֶָ 🗝️ ♡︎ ₊ ¿Julieta?

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Se había despertado por el ruido de su alarma, apagándola de inmediato. El cielo seguía de un fuerte color índigo, aún con algunas estrellas en el. Fue a su vestidor y cogió lo primero que vio. Una camiseta de color negro y unos pantalones que le quedaban un tanto grandes. Agarró su bolsa, que siempre tenía todo lo necesario, y salió de su casa.

Su padre se encontraba trabajando todo el día, apenas se veían después de lo que pasó hace cuatro años. No lo culpaba, pero a veces sentía que necesitaba apoyo y no lo tenía.

Su vida podía parecer divina, perfecta. Tenía dinero, una buena carrera como bailarín, y algunos amigos. Pero era todo lo contrario, su madre estaba muerta, su padre no le hablaba y se sentía solo, perdido y sofocado.

Dejó esos pensamientos de lado y fue en el autobús. Había tenido un chofer y todas esas cosas, pero su padre los despidió a todos, incluidas a las señoras de la limpieza, después de la muerte de su madre. El hombre no quería a nadie en su casa, salvo a su hijo y su perro.

El sol empezó a salir por su costado, sacándole una sonrisa al castaño. Bajo del bus y se dirigió al gran edificio en medio de la plaza, su escuela de baile. Era una de las mejores. Cada año preparaban una obra, muchas veces había obtenido el papel principal, pero no después de la muerte de su progenitora. No había participado en ninguna después de eso.

Pero esa vez iba a intentar hacerlo bien, por su madre. Ella fue una vez Julieta, obra a la que asistió su padre y él se enamoró de ella. El resto creo que ya saben. En fin, amor. Un asco.

Entró en el edificio y se encaminó a los cambiadores, donde ya se encontraban algunos de sus compañeros. Se posicionó al lado de jungwon, quien se encontraba poniéndose las medias. Le sonrió, y empezó a cambiarse de igual forma. Nunca le había gustado llevar mayas o medias apretadas, pero en fin, hacían que su figura resaltara y no le quedaban mal.

- ¿Dormiste bien?- pregunto el rubio. sunoo suspiro, pero asintió. - Yo apenas dormí esta noche. Las audiciones son en dos semanas.

- Pues preparaos.- dijo jay, desde el otro lado de los cambiadores, sonriéndoles de lado.- Escuche que a la obra asistirán críticos de ballet de grandes escuelas en todo el mundo. Seguro la profesora nos preparó un discurso motivador.- dijo no muy animado.- ¿Para qué papel audicionarán?- pregunto alegre.- Yo para Benvolio.

- Mercurio.- dijo jungwon sonriendo.- sunoo probara para Romeo.- dijo poniendo su mano en el hombro de su amigo, que sonreía de lado.

- Seguro lo logras, eres muy bueno.- alabó el de larga cabellera.- seongmin también se presentará, ten cuidado.- les guiño un ojo.- Vamos ya al salón.

Ambos asintieron y los tres se dirigieron a su primera clase de la mañana. Apenas eran las ocho, pero todos mantenían sonrisas brillantes y una actitud excelente, para no ser mandados a casa.