Harry y James Potter

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Cuando les dijeron que había una alta probabilidad de que fuera varón, James y Lily empezaron a buscar los mejores nombres de acorde a él hijo esperado.

De inmediato lo dijeron. Harry James Potter Evans.

Harry era un nombre que Lily escogió en el honor a su padre que falleció unos años atrás, sin poder conocer a su nieto.

James elegido el nombre de James... Era obvio, sin duda. Siempre diciendo que si no era su hijo, por lo menos llevaría su nombre. Aquello siempre hacía reír a todos, incluso a Lily antes de recibir una mirada de reproche.

Fue grande su sorpresa cuando en San Mungo, luego de un parto difícil donde la pobre Lily sentía que ya no podía más, el sanador sin más dijo:

—Respire hondo, el segundo viene en camino.

Si no se desmayo, ya sea por el cansancio, las pocas fuerzas o la sorpresa, fue un milagro. No pudo decir lo mismo de James que yacía en el suelo cuando su segundo hijo nació.

Durante varias horas, amigos y familiares (les costó un poco convencer a la madre de Lily que esperarán afuera ya que no verían nada más que un edificio en ruinas), se les permitió conocerlos.

—¿Cómo es que no te diste cuenta, Lily?

La pregunta de Remus le hizo cuestionarse un segundo antes de sonreír y ver a su amigo.

—Bueno, cuando decían que estaban bien los dos creía que se refería al bebé y a mi y dije: bueno, eso me alegra.

Sirius no pudo contener una risa más escandalosa y jovial que nunca, tanto que despertó a los nuevos miembros de la familia Potter-Evans. Fue enviado con la señora Evans, Black no se contuvo a contarles la noticia.

Cerca de pasar la semana en aquel lugar, fue entonces que pudieron ir a casa donde se les lleno de juguetes, ropa, cosas útiles para ambos niños. La cuestión ahí era, sin duda alguna, el nombre del segundo niño.

Por largos días estuvieron dando varias opciones. Ninguna les gustaba, y entre más se tardaba, más era momento para la fecha que serían recibidos en el mundo mágico como muggle.

—A uno llámenlo Harry y al otro James. Son iguales, no creo que se enojen. Mira son tan chiquitos.

—¡Peter eres un genio!

Y así paso. Al principio todo era claro, eran gemelos nada podía ser tan malo. Ambos varones, rasgos similares, actitudes diferentes.
Los años pasaron en un abrir y cerrar de ojos.

°°°

Harry amaba a su hermano, debía hacerlo, ¿no?

Lo adoraba. Le gustaba jugar con él, volar con él, reír con él... Aunque la mayoría de veces lo hiciera solo.
James no se sentía cómodo con su hermano alado, debía amarlo, lo sabía pero no podía hacerlo por completo, ya que siempre sentía que competía con él.

A veces se frustraba mucho para su corta edad, el único que parecía entenderlo era su padrino.

Ambos eran diferentes el uno con el otro, era más fácil de ver de lo que realmente creían.