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Estación 9 ¾, 1996

Sonrió antes de sentir como entrelazaba su mano con la suya, besaban su mejilla haciéndolo sentirse amado y despedirse de sus padres con un fuerte abrazo.

—Cuídense y hey, más te vale no romperle el corazón a mi hijo.

—Descuide, señor Potter, lo cuidare.

James y Lily Potter vieron a sus hijos caminar en dirección hacia el tren como cada año. La mujer abrazaba a su esposo, pues a pesar que desde los once años hacían aquello, aun no se acostumbraba a la ausencia de sus pequeños en la casa.

—Los voy a extrañar tanto.

—Yo te dije que hiciéramos un equipo de quidditch para que no pasaras por esto. De esa forma, cuando el más pequeño o pequeña entre, ellos saldrían graduados.

Lily le pego suavemente antes de soltar un suspiro bajo cuando Tom beso la mejilla de su hijo antes de meterse al tren y perderlo de vista, James (padre) hizo una mueca al ver a Harry tomar la mano de Draco con una sonrisa tímida al momento de adentrarse al tren y también perderlos de vista mientras reían.

—¿Crees que este año se den cuenta?

—Es mi pequeño, Lily. Es lo menos que quiero. Jamie maduro muy rápido por Riddle y por eso me costo aceptarlo. Aun busco algo para meterlo a Azkaban.

—Tom es amable.

—Y ellos mis pequeños.

—Harry es el mayor.

—Solo por cinco minutos.

—Debían crecer en algún momento.

—Lo sé. Eso es lo que más me mortifica, que el mundo sigue corriendo cuando aún los veo de once años.

Lily abrazo con fuerza a su esposo antes de acercarse un poco, encontrándose con los Weasley y a lo lejos a los Malfoy, para despedirse de sus hijos cuando el tren empezaba a avanzar.

—El equipo de quidditch no suena tan mal ahora, ¿cierto, Evans?

—Sí los tienes tú, con gusto.

James soltó una carcajada antes de besar a su esposa. Despedirse de sus amigos para ir por red flu a casa. Al pisar nuevamente el piso de aquella casa, Lily no sabía cómo darle la noticia a su esposo, de que, estaba embarazada. Esperaba que aún no se diera cuenta, para poder pensar una forma distinta de decirle.

°°°

Draco soltó una carcajada al oír la voz de Ronald más aguda por las pastillas que los gemelos les habian obsequiado en gratitud a los galeones de Malfoy para abrir su tienda. Por buena suerte, solo estaban ellos, ambos Potter y Riddle, quien no estaba tan cuidadoso como de costumbre. Quizás por la sensación de amistad y seguridad que tenía de Malfoyy Weasle.

—Toma esta.

Abrió la boca antes de comerla a pesar de que Harry le dijo que no, porque se veía distinta a las demás. Tuvo que cerrar sus ojos al sentir vapor salir de sus orejas, las risas de todos no tardaron en sonar.

James tuvo un ataque de hipo el cual les hacía reír al no entender que decía, Tom soltó un rugido cual león, Harry se quedó sin voz por unos segundos.

Iban relajados y en calma, como si fueran un grupo de amigos de toda la vida. Que fue arruinado por el golpeteo a su puerta, Harry abrió la cortina que les privaba de ver hacia el pasillo y ser simples amigos bromeando. Sonrió un poco al ver a Cho Chang afuera.

Harry y James Potter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora