𝑬𝒍𝒆𝒗𝒆𝒏

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El frío había aumentado, o tal vez sólo era porque Bradley había salido de la cabaña después de estar encerrado por casi una hora

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El frío había aumentado, o tal vez sólo era porque Bradley había salido de la cabaña después de estar encerrado por casi una hora. Su cuerpo temblaba por el terror y trataba de caminar de puntillas para asegurarse de no causar ningún ruido con el chocar de los zapatos contra la tierra.

Tomaba con fuerza el bate de béisbol con los clavos que recientemente Zack le había incorporado, y miraba a todos lados con los ojos muy abiertos para asegurarse de que no hubiera zombies al rededor.

Por su mente pasaba todo lo que había sucedido en los últimos días, y era agobiante para él que lo que empezó siendo un verano divertido lleno de nuevos comienzos, terminó como una película de terror adaptada a la realidad. Y todo era su culpa. Si tan solo hubiera acatado las órdenes de los chicos en lugar de hacer todo lo contrario a lo que le pidieron, todo sería completamente diferente.

Pero ahora no había marcha atrás. Debía llegar a la enfermería lo más rápido posible evitando ser atrapado. Ya había pasado las dos cabañas del camino, ahora sólo estaba a unos pasos de llegar.

Temía dar un paso más, pero era preferible entrar a la enfermería que quedarse allí afuera en espera de ser asesinado. Corrió lo más rápido que pudo sin hacer mucho ruido, giró el picaporte, se introdujo en el lugar y cerró la puerta velozmente percatandose de no causar un estruendo. Respiro rápidamente para contener el miedo para después soltar aire repetidamente. Permaneció recargado en la puerta durante varios segundos mientras miraba al suelo para reponerse.

Levantó la vista para lanzar una mirada al lugar. Tres camillas con almohadas y sábanas que en ese momento parecían lo más cómodo en el mundo, dos escritorios debajo de unos estantes cerrados que contenían cientos de artilugios para curar, entre ellos medicamentos y vendas, algunos botiquines de primeros auxilios, dos extintores y nueve casilleros apilados, de los cuales, solo uno de ellos tenía candado.

Caminó hacia él con determinación y trató de controlar el temblor de sus manos para comenzar a ingresar la clave que le permitiría abrirlo y por fin, poseer las armas.

***


Mientras tanto, en la cabaña de los chicos, los once jóvenes restantes trataban matar el tiempo mirando hacia el techo y pensando en cosas triviales para distraer su mente. Algunos jugueteaban con varios objetos del lugar, mientras que otros observaban por las ventanas verificando que nada se acercara a la enfermería.

Jane observaba con atención su computadora, pues tenía como tarea avisar a Bradley por el woki toki sí un punto de calor se acercaba a él.

- ¿Y qué se supone que haremos mientras Bradley no regresa?- preguntó Zack rompiendo el silencio.

Este había permanecido sentado en el suelo con su espalda recargada en la cama. Jugaba con sus dedos observando cada detalle importante de estos, incluso notó que necesitaba un pequeño corte de uñas.

𝑬𝒍 𝒄𝒂𝒎𝒑𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒐 𝑪𝒐𝒓𝒏𝒆𝒓 𝒁𝒐𝒅𝒊𝒂𝒄𝒐 [𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora