『Capítulo 4』

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STILES

Theo y Liam se acurrucaban cómodamente en la parte trasera de la camioneta de Theo. La quimera estaba presionada en la esquina entre el asiento y la puerta, mientras Liam se apretujaba junto a él, medio encima de él. Una de las manos de Theo pasó perezosamente por el cabello del beta mientras que la otra se colgó alrededor de su cintura.

Liam suspiró contento ante la sensación reconfortante, y el olor y la sensación de Theo a su lado.

-Tenemos que contarle a la manada sobre nosotros, eventualmente.

Murmuró Theo.

-Sí, solo que no sé como mencionarlo, ¿Sabes?

Respondió Liam.

-Además a Stiles y Malia no les gustaría, y no sé que pensaría Scott pero...

-Habla del diablo.

Siseó Theo de repente, enderezándose y mirando por la ventana.

-¿Qué?

Preguntó Liam confundido, tratando de levantar la cabeza para ver lo que estaba mirando Theo.

Sin embargo, Theo rápidamente bajó la cabeza, agarró la manta que los cubría y la levantó para cubrir la cabeza de Liam.

-¿Qué demonio-

Balbuceó Liam, pero su novio inmediatamente lo hizo callar.

-Shh, es Stiles.

Susurró Theo, haciendo que Liam se callara de una vez y se apretara increíblemente sobre su pecho.

Stiles caminó hacia la camioneta habiendo visto a Theo en el asiento trasero, y sintió curiosidad por saber qué estaba haciendo allí.

Llamó a la ventana.

-¿Qué quieres Stiles?

Llegó la respuesta de Theo.

-¿Qué estás haciendo en la parte trasera de tu camioneta?

Preguntó, levantando una ceja con escepticismo.

-Uhh escalofriante.

Respondió Theo.

-¿Relajado?

Preguntó Stiles, nada impresionado.

-¿Qué? ¿No puedo pasar el rato en mi camioneta sin interrupciones? ¿O simplemente quieres quedarte ahí y mirarme todo el día?

Preguntó Theo, con un tono levemente molesto.

Sutilmente empujó la cabeza de Liam hacia abajo un poco más, mientras Stiles levantó las manos en señal de rendición. El otro chico se alejó, frunciendo el ceño y murmurando indignidades a Theo en voz baja, que realmente no se molestó en contestar.

Después de que Stiles se fue, Liam apareció de debajo de la manta y lo miró mientras trataba de arreglar sus rizos.

Theo se limitó a sonreír al beta.

-Supongo que puedes llamar a eso, venganza, por tirarme por la ventana el otro día.

Bromeó con los ojos ,llenos de picardía.

Liam hizo un puchero y golpeó juguetonamente el brazo de la quimera, antes de acurrucarse cómodamente en su pecho.



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