Mejor que te arranquen las tiritas de una sola.

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- Yo... -empezó Stiles - creo que...

Simplemente se levantó de la silla en la que estaba sentado para ir a donde fuera para salir de ese ambiente raro que se había creado.

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-Si me disculpan un momento- se excusó Derek antes de levantarse de la mesa en busca de Stiles.

Se dirigió al lavabo, con la esperanza de encontrar al menor ahí, pero para su sorpresa este estaba ahí, pero en medio de uno de sus ataques.

-Enano, vamos, respira conmigo- el pelinegro se agachó rápidamente para abrazar a Stiles, apoyando sus manos en su nuca y espalda baja, mientras lo acunaba contra sus hombros.

El moreno no se sentía así mismo, no podía controlar su respiración, sentía su mundo venirse encima. Ya tenía miedo de alejarse un poco de Derek cuando se fuera a la universidad, como para ahora dejar que se vaya tan lejos. Pensar en todo lo que les había costado estar juntos, hacía que el interior de Siles ardiera en desesperación.

Derek lo beso en un intento de que vuelva a controlar su respiración y volviera al mundo real, lo cual funcionó e hizo que los orbes caramelos del menor se encontrarán con esos ojos verdes que lo hipnotizan tanto.

-Stiles, escucha, nada de esto es seguro, hablaré con ellos, yo no quiero ir, yo... - empezó Derek estirando el brazo para acariciar la cabellera de Stiles, pero este le apartó la mano al pelinegro de un manotazo.

-Der - lo interrumpió el menor- En casa hablamos no quiero dar una mala impresión, levantémonos, despidámonos y ya lo hablaremos.

Al pelinegro le dolió la frialdad del moreno, no lo iba a negar.

Una vez ya ambos fuera del lavabo, se dirigieron a la salida al ver que ya todos los esperaban afuera.

-Cariño - llamo Talia a su hijo- me acaban de llamar de la empresa, tu padre y yo tenemos que hacer un viaje de negocios. Tu junto a Stiles, nos llevarás a tu padre y a mi en tu Camaro, mientras que tu hermana, Isaac y Peter irán con el sheriff.

Derek no reclamó, prefirió no hacerlo, simplemente abrió la puerta para su madre y cada uno se dirigió a su respectivo coche.

De camino al aeropuerto el ambiente se sentía pesado, Stiles que era el que siempre tenía algo que decir tenía la cabeza sumida en sus propios pensamientos, mientras que los Hale siempre eran una familia callada por naturaleza.

-Mama - se atrevió a romper el silencio Derek - sobre la universidad...

-No, Derek, no quiero ir ni una palabra sobre ellos, sabíamos que te ibas a negar por eso preferimos decirlo para todos, para que no montaras una de tus escenas, lo hemos decidido porque queremos lo mejor para ti- respondió tajante Talia

-Pero...

- Y siento mucho Stiles cariño, que te hayas enterado de esta manera, pero las cosas son así, mejor que te arranquen las tiritas de una sola.

El coche quedó sumido en un ambiente aún más incómodo y silencioso que antes, Stiles se removía incómodo en su asiento, sus odios taladraban, era un silencio tan ruidoso para él. Derek lo noto y tomó su mano para enredar sus dedos y apoyarla sobre la palanca de cambios, esos 10 minutos que quedaban de camino serían unos de los más largos que ninguno de los adolescentes habían experimentado anteriormente.

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-Cuida de la casa, cuida de tu hermana y por el amor a Dios cuida a tu tío Peter, que no haga nada- le suplico Talia a su hijo, antes de darle un beso de despedida a este y a Stiles. Su marido les proporcionó un abrazo a cada uno y revolviendo el cabello de Derek susurro un pequeño "lo siento" casi inmutable. El pelinegro no entiendo eso último, pero lo dejo pasar.

La pareja se dirigió nuevamente hacia el Cámaro, Derek como no, como el caballero que es, le abrió la puerta al menor, era su pequeño juego personal, ahora a Stiles le tocaría girarse y con un pequeño gracia y un beso fugaz se subiría al coche, pero estaba demasiado sumido en su mundo como tan siquiera levantar la cabeza o musitar un pequeño gracias.

El camino a casa también fue silencioso, solo el sonido de la radio llenaba el espacio del coche.

-¿Aún quieres venir a casa o quieres que te deje en la tuya? - preguntó Derek rompiendo el silencio por segunda vez esa noche.

-¿Ya quieres alejarte de mí?

-¿De verdad, Stiles? ¿Ahora vas a empezar a soltar mierda?

-Solo sigue conduciendo maldita sea Derek

-No, no tu y yo vamos a hablar

El mayor siguió conduciendo un par de minutos hasta que aparcó en medio de un descampado.

-¿Qué cojones te pasa Stiles? Sabes de sobras que no quiero ir, me da igual el negocio familiar, ya no solo me quedo por ti, me quedo porque yo quiero estudiar otra cosa.

-Ya lo se, ya lo se joder, pero no es fácil para mi, no tengo poder ninguno sobre lo que vaya a hacer y se supone que tendría que apoyarte decidas lo que decidas, pero no puedo Der Der soy una persona débil- Stiles se mordía el labio en su patético intento de no ponerse a llorar.

-Ven aquí pequeño- susurro Derek en la nuca del menor mientras lo envolvía en un reconfortante abrazo

-Da igual cuantas estupideces diga porque este enojado o triste, te apoyo en lo que sea lobito aunque vayas a UCSD o a esa estúpida Columbia en la estúpida California o como si te vas a España o Inglaterra y estudias en Oxford, no importa, te apoyare.

-Eres tan raro, pero me encantas- finalizó el pelinegro depositando un casto beso en la frente del menor y arrancando de nuevo el motor.

Finalmente llegaron ambos a la casa Hale en la cual también estaban Cora, Isaac y como no Peter. El pelinegro y el castaño estaban en la habitación del primero hablando y evitando a toda costa hablar sobre la universidad. Derek estaba apoyado sobre el respaldar de la cama y Stiles entre las piernas de este

-De aquí pronto vendrán mis abuelos, por el cumpleaños de mi madre, los echaba de menos y tengo muchas ganas de verlos - Stiles trago saliva hablar de su madre aún hacía que su voz fallara- ya sabes, desde que falleció, mis abuelos se mantuvieron un poco al margen y siempre iba yo a visitarlos porque nuestra casa les recordaba demasiado a mama. Era su hija más pequeña y la única mujer entre tantos hombres, la querían tanto que incluso se mudaron, porque pasar por delante de la habitación donde dormía ella de pequeña, les causaba un nudo en el pecho. Supongo que nunca se imaginaron ver morir a su hija y no al revés.

Cuando Stiles finalizó pequeñas lágrimas caían por su rostro y Derek rápidamente se las secaba depositando pequeños besos por todo su rostro.

-Para me haces cosquillas- exclamó el moreno entre risas- como decía mis abuelos vendrán de visita, pero ya sabes son gente mayor y están un poco chapados a la antigua tal vez nuestra relación, les cause incomodidad tal vez o no lo se, tengo miedo.

-Stiles- Derek tomó la mano de este apretándola contra su pecho- pase lo que pase voy a estar a tu lado, se lo diremos juntos, se lo diré yo incluso, pero jamás tengas miedo.

-Que cursi eres me das arcadas- sonrió Stiles robándole un pequeño beso a Derek, este se lo devolvió y empezaron a besarse subidos de tono, cuando de repente se escuchó un golpe desde la otra habitación- vaya se nos han adelantado

-Por dios que es mi hermana, además pueden estar haciendo otra cosa

-Por supuesto Derek, son dos adolescentes hormonados metidos en la misma habitación sin padres en la casa, pero tu escuchas un golpe y tu primer pensamiento es algo como "¡oh vaya un golpe NO sexual! Seguro que será una guerra de almohadas", toca la puerta a ver si te dejan unirte.

Derek iba a contestar con su típica arrogancia, cuando volvió a escucharse otro golpe, un portazo y después puro silencio.

Un Cliché Más 3 ▪️Sterek▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora