• ESTANDO SOLOS • (2/3)

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La castaña miraba el hermoso paisaje desde la ventana del autobús, se sentía cansada, como si llevara un gran peso en su espalda, pero las interminables canciones de Jiro no la dejaban pegar ni un ojo. Suspiro levemente recordando a los pequeños que se encontraban en su pequeño apartamento.

Flashback

—Me iré un tiempo —Hablo suavemente la de hebras castañas.

—...Q-Qué —Dijo la Rubia al oír ese disparate.

—¿Como que te vas...? —Hablo el ahora albino.

—¡¿Nos dejarás?! —Le tocó hablar al de ojos carmesí.

Los tres se comenzaron ha respirar de forma errática, sudaba frío y sus corazones parecían querer escapar de sus pechos en cualquier momento.

—N-No será por mu-mucho tiempo... Lo prometo —Ella acaricio la cabellera Rubia de Toga intentando tranquilizarla.

—¿No puedes quedarte? —El tono lastimero que usó el Albino casi le rompe el corazón.

—No —La respuesta seca que ella utilizó les hizo saber que no la podrían convencer.

Ochako se quedó en silencio mirando como los ojos de todos se comenzaban a aguar, y en ese momento supo que tendría que consolarlos un tiempo. Los pequeños se sentían aterrados, cómo si algo se les fuera arrebatado de una forma brutal, tanto que sentían que sus lágrimas desgarraban su carné.

Fin del Flashback

Recordaba esos momentos y sus ganas de volver aumentaban, realmente quería disfrutar los que sus compañeros le hicieron, pero la culpa la carcomía por dentro. Su humor en ese momento no era el mejor, su cara de amargura denotaba a kilómetros, y, aunque fuera su viaje, se sentía encarcelada en ese lugar, siendo todos ellos un verdugo.

—Uraraka-kun —La voz de Iida la expulsó abruptamente de sus pensamientos.

—¿Si? —No lo volteó a ver, sabía que no era su culpa, pero sentía que su amargura era mayor que la de Bakugo.

—¿No te nos unes? —Una sonrisa iluminadora salió de sus labios, pero ella negó con la cabeza y suspiró.

—¡Agh! Cara redonda, ¿No puedes solo disfrutar el viaje? Es simple, solo di "Sí"
¡Y asunto resuelto...! —Ella lo miro sorprendida, había notado que su comportamiento bajaba los ánimos de todos, pero que lo dijeran de esa forma la hizo sentir una ira inhumana.

—... No sabes lo que siento —Hablo con los ojos cerrados—. ¡Tú no sabes nada...! —Golpeó la ventana del autobús provocando un estruendo.

Todos la miraron sorprendidos. Ella al decirlo se tapó con sus manos su boca y cerró fuertemente los ojos deseando desaparecer por un segundo. Izuku se acercó a ella y acarició su hombro levemente, ella como respuesta se acercó más hacia él, claramente agradecida de que él no se alejara de su lado. Bakugo tuvo que ser retenido por Kirishima para no ir y partirle la cara de una explosión a la castaña.

Por otro lado•.•.•

El trío T se encontraban mirando la puerta de forma ansiosa, nunca tuvieron tiempo de explorar, al menos Toga y Tenko, los cuales sólo habían oído por boca del Albino lo que había. Touya fue el primero en abrir la puerta, encontrando el silencio del edificio. Los tres comenzaron a andar siguiendo al
oji-turquesa que se sentía algo más seguro que ellos. No olvidaban lo que Ochako les dijo, pero en ese momento la curiosidad mató al Villano. Comenzaron ha andar por toda la estructura, se encontraban algo extrañados, ¿Por qué Ochako no querría que ellos vieran esto? Se encontraban tristes, y levemente decepcionados por eso.

—¿Y ahora qué? —Hablo Toga haciendo un mohín con sus labios.

—Podemos buscar una salida, o algo —Le tocó hablar al Albino.

Se dieron una mirada cómplice y comenzaron a acelerar su paso buscando la salida. Abrieron una puerta dando paso hacia la luz solar llegue hacia sus ojos cerrándolos de paso. Al salir de la imponente entrada se encontraron con una villa solitaria, por lo cual les fue inevitable no comenzar a correr y reír.

—... ¡AHHHH! —El grito de terror de una señora que pasaba por ahí resonó por toda la vereda.

Los niños se miraron entre ellos, y solamente levantaron sus hombros y siguieron su camino. Mientras tanto, la señora comenzaba ha alertar a la gente que pasaba por allí, diciendo que la Liga de los Villanos se encontraban frente a todos. La gente miraba hacia todos lados buscando a dichos Villanos, pero al no encontrarlos dejaron de prestar atención y siguieron con sus actividades. Los Diablillos comenzaron a caminar por algunos lugares afortunadamente medio desiertos, pero la gente que los
miraba; Uno, no los conocían o no reconocían sus rostros; O dos, se paralizaban del miedo y solo seguían su camino—lo que más pasaba era la conclusión número dos—.

—¡Dulces! —Exclamó Toga saltando de felicidad.

Los tres se quedaron embobados mirando los múltiples dulces que se encontraban por ahí.

"No deben tomar nada que no sea suyo"

Las palabras de la castaña vinieron ha su mente como una ráfaga, por lo que siguieron su camino. Miraron como un señor de mayor edad intentaba recoger una cartera que reposaba en el suelo. Toga recordó nuevamente las palabras de Ochako.

"Si alguien necesita ayuda, uno debe estar ahí para brindarla"

Por lo que se acercó hacia él y se la entregó con una sonrisa encantadora.

Con Ochako•.•.•

Habían llegado ha su destino, era una playa con unas vistas magníficas, pero, ella sólo se sentía incómoda, después de ese suceso intentaron seguir disfrutando, pero ya no era lo mismo.

—Ochako-chan, ¡Vamos hacia los vestidores! —Gritaron todas y la arrastraron—prácticamente—hacia los mencionados.

Al terminar todos terminaron en el mar, las cristalinas olas dejan reflejar el deslumbrante sol de ese día, la arena fina servía para hacer castillos y las conchas marinas tenía colores despampanantes. Ochako intentaba disfrutarlo, y parecía conseguirlo, pero el día se acaba, las brisas frías parecen y levantan tus vellos, así que cómo empezó, terminó. Iban de camino a la U.A. la cual nunca estuvo muy lejos. Sentía un gran alivio de volver, realmente esperaba de que ellos estuvieran ahí.

Al llegar cruzaron la gran estructura. Ella se quedó atrás al tener que ir por su teléfono plegable. Se encontraba contenida por ella misma, quería comprobar si los niños seguían ahí, pero ese teléfono era sumamente esencial para ella. No podía perderlo.

—¡AHH! —Se oyó un grito desgarrador.

La castaña dejó lo que que estaba haciendo para activar su Quirk en sus piernas y correr más rápido. Se dirigió hacia el campus encontrando a todos rodeando algo que no lograba visualizar. Escucho otro grito, uno que si logro reconocer.

Eran ellos...

Aparto a todos empujándolos sin consideración ninguna. Ahí estaban, se encontraban abrazados entre ellos. Pero al verla corrieron hacia ella buscando algún tipo de protección. Ella al notarlo se hincó y los abrazo de igual manera.

—... Uraraka-san —Ninguno daba crédito a lo que veían. ¿Acaso ella los traicionó? Ante esa duda no obtendrían respuesta.

—¡Uraraka, suéltalos! —Aizawa grito con una voz severa.

—¡No! .—Aizawa iba a responder, pero los cuerpos de los menores comenzaron a brillar de una forma mágica.

Ochako al notarlo sólo se aferró más fuerte a los cuerpos. Porque ella se aferraría a la posibilidad de que ellos se queden con ella.

—————————🎏

Les dire que me demoré, de nuevo.

Aunque ahora les vengo a decir que ahora lo haré así.

—Hola —Cosas irrelevantes que no importan en este momento—. Adiós.

Será así, no cambia mucho, pero así será uvu.

₼Diablillos₼ -Ochako Uraraka-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora