𝐓𝐑𝐄𝐀𝐒𝐔𝐑𝐄, jegulus. (traducción)

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En el momento en que James Potter deja los Chudley Cannons después de tres años de maravillosos juegos de Quidditch, fama interminable y afluencia de efectivo, casi todos los tabloides deciden salir de caza.

Con su cara en la portada de todos los periódicos, James está recibiendo más atención que cuando jugaba Quidditch, lo cuál es irónico dado que renunció porque la fama no era realmente lo suyo.

Lo está estresando más de lo que esperaba, y no ayuda que Sirius Black, su mejor amigo, no pueda dejar de reír cuando cada dos jodidos segundos alguien detiene a James en la calle para preguntarle a qué equipo se va a transferir.

Entonces, en un intento extremadamente desesperado por disminuir el escrutinio público, James se encuentra comprando un pintoresco boticario en el Callejón Diagon con la esperanza de que la gente finalmente se dé cuenta de que ya no jugará Quidditch, incluso si la mayoría parece haberse engañado. Otros creen que aparecerá en una escoba, quaffle en mano mientras grita '¡tontos de abril!' a mediados de septiembre. 

No tiene ninguna razón para comprar la tienda además del hecho de que la vieja bruja que le vende es la persona más dulce que ha conocido en mucho tiempo. Remus le dice que no es una razón suficiente para hacerse cargo de todo un negocio, pero se rinde cuando James abre la tienda, invitando a Remus a ayudar a administrarla. 

Los medios se vuelven locos cuando lo anuncia, y los primeros días están llenos de usos intensos de encantamientos glamorosos para evitar a los paparazzi y a los fanáticos hambrientos de autógrafos. Sin embargo, en ocasiones llega a trabajar sin que los hechizos lo oculten solo para agradecer a las personas que lo apoyaron a lo largo de su corta carrera en el Quidditch.

En una cierta tarde fresca de septiembre, James Potter y Remus Lupin están en los confines del boticario, haciendo negocios como de costumbre. Remus está en la trastienda abasteciendo algunos artículos que ordenó por correo postal mientras James empaca raíces de acónito para el último de sus clientes.

Es un asunto tranquilo y su simplicidad deja al hombre con gafas sintiendo el tipo de calma que ha estado anhelando desde que dejó los Cannons. No pasa mucho tiempo antes de que cierre la tienda y luego se dirija a la trastienda para ayudar a Remus a organizar los ingredientes. 

"¡Moony!"

"¡Aqui!" una voz familiar grita en respuesta, procedente de detrás de un gran estante. 

La sala de suministros ni siquiera es un lugar tan grande, simplemente sucede que los Merodeadores son demasiado vagos para ordenarlo, a pesar de que todos tienen habilidades mágicas. Es una de las razones por las que nunca se mudaron juntos después de terminar la escuela.

(Bueno, tampoco pudieron hacerlo porque se dieron cuenta de que a Remus y Sirius les gusta follar demasiado fuerte. Nunca tienen la cortesía de poner hechizos silenciadores y si James tuvo que soportarlo durante la mayor parte del tiempo de su sexto y séptimo año, no hay forma de que él mismo vuelva a pasar por eso. Luego está Peter que duerme con cualquier cosa, el afortunado bastardo).

Remus sale de detrás del estante, su rostro cubierto con sus cicatrices habituales, una sonrisa avergonzada en sus labios y una pila de libros en sus brazos.

"Pensé que podría agregar algunos libros de pociones aquí, ya sabes, ya que no somos expertos en ser dueños de un boticario. Sin mencionar lo terrible que soy en pociones"

"Eres la luz de mi vida, Moons. ¡Eso es genial!"

"Ah, Pads y Wormtail parecen pensar que también lo soy. Soy simplemente brillante ¿No?"

James se burla, "Y la gente dice que soy yo el que tiene gran ego"

"Lo eres. Solo estoy diciendo la verdad".

"Está bien, vete a la mierda. Literalmente vine aquí para ayudarte, no a ser atacado".

Remus pone los ojos en blanco, desapareciendo detrás del estante de nuevo, "Perra dramática".

"¡Ese es tu novio! No yo."

" Perras dramáticas ". 

"Vete a la mierda".

"No, gracias. Ahora ven aquí y ayuda." 

Levitan la mayoría de las cosas en los estantes en silencio, rompiéndose solo ocasionalmente para hablar de cosas mundanas. Se ríen de que Sirius está de mal humor por trabajar en una tienda de discos y de la impaciencia que tiene Peter cada vez que se menciona el tema. Intentan mantener un contador de cuántas veces Peter le ha dicho a Sirius 'bueno, ¿por qué no te rindes entonces?', Pero cuando llegan a los treinta, los dos se rinden. Muy pronto, Remus decide regresar a casa porque tiene miedo de que Sirius queme su cabaña y le pide a James que los llame si necesita algo. James simplemente le pide que le envíe besos a Sirius y a Remus bromas falsas, diciéndole que le proponga matrimonio a Sirius antes que él.

Cuando se queda solo en su tienda, no tarda mucho en aburrirse inevitablemente. Decide volver a casa, apagar las velas y ponerse la capa. 

Pero justo cuando comienza a irse, aparece una figura en la entrada de la tienda, tropezando con el boticario en una neblina borracha.

James está a punto de hablar, encendiendo su varita para ver a la persona con claridad. Pero en el momento en que la figura aparece a la vista, las palabras le fallan.

Su corazón se detiene en su garganta, la boca colgando abierta en un shock apenas disimulado. Él traga saliva.

"¿Regulus?"

Ojos marrones profundos que están llenos de lágrimas no derramadas, cabello largo hasta la barbilla con pequeñas ondas de rizos que gritan una elegancia que solo ha visto en otra persona, la nariz romana característica que asocia con la familia Black y una túnica verde esmeralda profunda que de alguna manera todavía se ven perfectos como siempre, incluso cuando el chico que los usa no lo hace. 

Los ojos de Regulus se encuentran con los de James y el hermano menor Black dejó que la primera lágrima resbalara por su mejilla.

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