𝐓𝐑𝐄𝐀𝐒𝐔𝐑𝐄, jegulus. (traducción)

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Sirius mira a James como si a este ultimo le hubieran crecido tres cabezas adicionales, aparentemente incpaz de comprender el hecho de que Regulus Black está fuera de su casa. En su aturdimiento, apenas se da cuenta cuando James lo empuja hacia la puerta, abriendola para revelar -que Merlín lo ayude-, a su maldito pero real, hermano; aquel con quien comparte sangre; el que no ha visto en cinco años.

"Sirius."

El tono frágil de Regulus casi hace que James deje a los dos para que puedan hablar en privado; realmente quiere hacerlo, pero hasta que no vea cómo reacciona Sirius, no puede dejar al mago vulnerable de dicinueve años solo con su hermano.

Nadie habla por lo que parece una eternidad. Los ojos grises de Sirius simplemente miran fijamente a los ojos marrones de Regulus, cómo si los dos estuvieran hablando por contacto visual. Es extraño pensar eso, pero en el momento en que Regulus deja escapar un sollozo ahogado y Sirius envuelve a su hermano en un abrazo, James encuentra difícil no creerlo. Da un paso atrás, volviéndose para encontrar a un Remus con los ojos muy abiertos, mirando la interacción con el tipo de conmoción que tuvo James cuando Regulus tropezó con su boticario.

James se vuelve y la vista que lo recibe es tan desgarradoramente magnífica que casi siente que también se derrumbará. Regulus está envuelto en lo brazos de su hermano, la cabeza enterrada en su pecho mientras sus manos temblorosas envuelven los extremos de la camiseta corta de Sirius. Sirius besa la parte superior de la cabeza de su hermano, y luego suelta una risa acuosa cuando Regulus susurra algo como 'estas literalmente envuelto en una toalla de cintura para abajo.'

Remus y James se deslizan hacia la sala de estar, dejando que los dos se pongan al día. Algo como alivio o alegría pura arde el en pecho del hombre con gafas, y sonríe mientras Remus coloca una mano alrededor de su hombro. Los dos comparten una mirada e inmediatamente llaman a Peter.

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Es una escena extraña, una de la que James nunca esperó formar parte, pero de todos modos ama. Los Merodeadores crecen Regulus se sientan en la mesa del comedor, disfrutando el almuerzo después de la larga charla de Sirius y Regulus que hizo que ambos hermanos entrarán a la casa con lágrimas en la ojos y una leve sonrisa en sus rostros. James puede decir que será difícil para ellos cerrar la brecha que sufrió su relación, pero sabe que es un comienzo y está orgulloso de su mejor amigos por escuchar el lado de la historia de Regulus.

Se da cuenta de que Sirius todavía se muestra cauteloso, no toca a Remus tanto como suele hacerlo; tal vez temeroso de un arrebato de su hermano. Pero Regulus se asegura de ser amable con todos en la mesa, haciendo bromas y riendo de una manera que ninguno de ellos lo había visto antes.

James se da cuenta de la forma en que solo sonríe levemente, casi como si tuviera miedo de esbozar una amplia sonrisa. Las cejas de Regulus se fruncen mientras habla de algo que encuentra interesante, un tono digno en su voz que lo hace sonar pulido y refinado. No come de la manera ruidosa que hacen los merodeadores (excepto Remus, por supuesto), eligiendo en cambio tomar pequeños bocados que traga antes de hablar. James no sabe por qué se da cuenta; probablemente porque siempre le ha gustado observar a la gente.

"Todavía no puedo creer que me dejaran salir del trabajo. ¿No tuviste trabajo también, Padfoot?" Peter pregunta antes de darle un mordisco a su sándwich.

"Voy a dejar ese maldito trabajo. Tal vez trabajaré en un bar. Podría ser un barman, o incluso uno de los bailarines, esa gente es increíble, ¿sabes?" Sirius responde, lanzando una rápida mirada a Regulus, todavía esperando encontrar una mueca de desaprobación.

Él no recibe ninguno, en cambio, Regulus está de acuerdo, "Es un trabajo que merece más respeto. Se necesita coraje".

Sirius se ve aturdido cuando murmura, "Sí".

El resto de la comida está llena de charlas al azar y de disfrutar de la maravillosa cocina de Peter y sus habilidades culinarias. Se trasladan a la sala de estar donde preparan una partida de ajedrez y un chasquido explosivo, jugando y hablando hasta que el sol está a punto de ponerse en el cielo distante.

"¡De ninguna maldita manera! ¡Wormtail hizo trampa!" Sirius grita cuando Peter gana otra ronda de explosión explosiva con aparente facilidad, "¡era terrible en la escuela!"

"Sigue siendo un mal perdedor, Siri", bromea Regulus, con alegría en sus ojos marrones.

"Vete a la mierda, Reg."

Pero todavía se ríe, golpeando los hombros con su hermano.

"¡Mate!" Remus declara, y todos miran divertidos cómo reina el caos en el juego de ajedrez como consecuencia de la victoria de Remus contra James.

James se deja caer en el sofá, pasando su mano por su cabello desordenado, "Se está haciendo tarde, amigos".

"Joder", maldice Remus, "no abrimos la botica hoy".

James lo despide, "Está bien. Solo un día".

Peter se ríe ligeramente, "Ustedes dos afortunados bastardos autónomos".

"Tu panadería llegará pronto, Wormy. El gran y sabio Sirius ha declarado."

"Sin embargo, no eres ninguno de esos adjetivos", responde Peter.

"A follar con Merlín, estaba siendo amable contigo Wormy. ¿Por qué demonios tienes que ir y ser cruel? Y si tú o Remus dicen que es parte de la estética, los pondré a ambos en un hechizo de cuerpo completo. 

Los otros cuatro ríen y Sirius hace pucheros, ganándose un suave beso de Remus como consuelo. Esta vez, Sirius no verifica la reacción de Regulus, y este último no se burla ni parece incómodo.

Pronto deciden irse, y cuando Regulus les dice que todavía no tiene dónde quedarse, James ofrece su apartamento como una forma de evitar que escuche a su hermano follar a Remus y por el pequeño hecho del pequeño problema peludo de Remus. La pareja parece aliviada por la oferta de James y le asegura a Regulus que no hay nada en su contra, a lo que Regulus sonríe.

Parece un poco reacio a ir con James, temeroso de entrometerse, pero el recordatorio de que realmente no tiene ningún otro lugar lo hace ir sin quejarse.

La velada termina con los cinco hombres sintiendo una vibrante sensación de felicidad.

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