Un loto marchito (XiCheng)

Parte 16: Anhelo

Jiang Cheng estaba rodeado de oscuridad, pero esta vez por alguna razón no le temía, su corazón no dejaba de repetirle que era momento de irse, que su madre y todos estarían bien sin él, una extraña tranquilidad lo invadió, debía partir y estaba bien. Cada golpe sufrido y dolor que había sentido, desaparecía a medida que se alejaba de la oscuridad, había una preciosa luz y Jiang Cheng sentía que una hermosa tranquilidad lo invadía, era el sentimiento que solía tener junto a Xichen.

-XiChen- dijo y la luz menguo un poco,

-Hey todos te estamos esperando, en especial Xichen -una risa resonó

- ¿Huaisang? - la voz de Jiang Cheng era suave

- Si lo vieras tiene grandes ojeras, ya no se ve tan atractivo- un sollozo se oyó- casi parece un muerto viviente

-Huaisang ¿está bien Xichen?

Pero el silencio se apoderó del lugar y la luz se fue desvaneciendo, Jiang Cheng solo la observaba y se preocupó ¿Xichen estaría bien?, algo en su corazón lo hizo detenerse, hizo que sus pies pesaran y ya no podía seguir avanzando, estaba realmente preocupado.

-A Yi te necesita, yo te necesito -

-XiChen ¿estás bien? - Grito - ¿A Yi como esta?

Nada más que silencio, de nuevo la luz seguía desapareciendo, pero esta vez sus pies dejaron de pesar y pudo moverse tratando de buscar la voz de XiChen

- Mira tu madre está durmiendo- Un sonido de un bebe se oía a lo lejos

- ¿A Yi? ¿Dónde estás? - Jiang Cheng Inicio a correr y aunque todo se volvió a oscurecer siguió corriendo

Jiang Cheng aumento la velocidad anhelo tanto volver a ver a ese hombre que había aparecido como un ángel en su vida, que le había demostrado que podía ser feliz, tal vez y solo tal vez el aun podía tener eso que nunca tuvo, podría pasar mas tiempo con el, el dolor era algo inevitable pero si el estaba junto a el, este desaparecería.

- ¿por qué creíste que merecías ser feliz? - Era la voz de su madre e hizo que Jiang Cheng se detuviera-muere o desaparece.

De repente cayó ¿Qué estaba haciendo? ¿acaso iba a dañar la vida de su novio y de su hijo? No, ya debía morir, no volver ¿por qué insistir? La oscuridad se volvió más siniestra y solo dejó que su cuerpo siguiera cayendo en caída libre, debía irse, dejar que su madre olvidara ese evento tan horrible.

-Puedes enojarte, puedes llorar, gritar ya no tendrás que ocultarme nada yo te amo tanto... - XiChen sonaba tan dolido, que sintió que su corazón se estrujaba, el también lo amaba, tal vez aun tenia un sitio al cual volver. La caída se detuvo, sintió calidez en su mano y luego parpadeo viendo un techo blando

- Haré cualquier cosa que quieras- Xichen tomaba la mano y con la cabeza gacha las lágrimas seguían cayendo

- ¿lo que quiera? - una voz ronca y casi inaudible se escuchó y Xichen observo esos ojos amatista que pensó no volvería a ver, se abalanzó hacia el joven.

- Xichen, muy fuerte- esa voz tan tenue, pero que para Xichen era el más hermoso sonido aflojó el agarre

- Lo siento- se limpió las lágrimas - Dios, gracias, gracias - beso las mejillas y cabeza del joven

- Tengo sed- Xichen sirvió torpemente un vaso de agua ayudo a endurecer y dio de beber al joven,

- ¿qué sientes?

- me duele cada músculo - sonrió el joven de ojos amatista

- espera - inicio a tocar sus extremidades inferiores - ¿puedes moverlas? -