Envidia

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Minghao observaba con ojos conmovidos su reciente obra.
El antiguo reloj oxidado se fusionaba con un delicado collar de perlas, los cuales eran sujetados por las bellas manos de una sirena sin rostro, dejando a interpretación del espectador lo que aquellos colores marrones, verdes y blancos habían hecho sentir a su artista mientras los pintaba.
No podía recordar la última vez que había trabajado algo abstracto, ya que estaba acostumbrado al realismo, pero haberse alejado un poco de su zona de confort, junto con el sueño de la noche y la inspiración intrépida que había sentido de repente, había sacado de si un talento que no recordaba tener.

- Te juro que solo giré el picaporte, supongo que es normal que pase esto en puertas viejas -Seungkwan intentaba hablar con Minghao, mientras los otros jóvenes intentaban atornillar la puerta de regreso a la pared.

- Por cierto, es un dibujo precioso -Hansol llegó a su lado, y Minghao decidió ignorar lo que pasó la noche anterior por el bien de su vergüenza, pero el más joven actuaba como si nada hubiese pasado- ¿No dijiste que no podías pintar?.

- Es que no puedo... -Minghao tomó el cuadro entre sus manos y lo inspeccionó con más detalle- No suelo hacer arte abstracto, tengo que volver a pintar realismo si quiero volver a trabajar.

- Que difícil es vivir del arte -Dijo Jihoon mientras terminaban de atornillar la puerta.

¿Realmente era difícil? El joven chino se hizo esa pregunta.
Había hecho ese cuadro con tanta facilidad y disfrutado tanto del proceso que no había notado que era de madrugada hasta que ya lo había terminado.
Casi no recordaba lo bien que se sentía pintar por amor, pero no podía vivir vendiendo esa clase de arte, y aún si pudiera, cambiar por completo su estilo lo haría perder valor ante la prensa y los medios, quien valoraban el hiperrealismo de sus obras.

No podía vivir de ellos, pero talvez, esta clase de pinturas era su puerta de salida para aquel terrible bloqueo artístico por el que estaba pasando.

¡Claro, esa podía ser la solución!, talvez si dejaba fluir a su imaginación un poco y salía un poco de su zona de confort, con el tiempo podría volver a acercarse a su tan amado realismo.
Tendría que ir a comprar un par de óleos al centro del pueblo, pero no perdía nada con intentarlo, cualquier cosa con tal de volver a pintar.

- Tengo que ir a hacer unas compras -El chino tomó su mochila y se dirigió hacia las escaleras, aún con la ropa que usó para dormir, unos shorts simples y una camiseta sin mangas- Voy a tardar un poco así que no me esperen para comer.

El joven corrió hacia la planta baja y salió del hogar, dejando al resto de los chicos con su puerta rota.

- ¿Creen que se fue para no comer el almuerzo de Wonwoo?.

- Seguramente.

Afortunadamente aquel día la temperatura había bajado bastante, pero el sol aún se mantenía en lo alto del cielo.
Era un día perfecto para hacer las compras, y ya que él era el encargado de hacerlo, decidió aprovechar la salida y traer la comida para la semana.

Desde que llegó a la isla, no le había prestado demasiada atención a las indicaciones que Jeonghan le dió para cuidar a los chicos.
Cada una de ellas estaba anotada en folios individuales con sus alergias y necesidades, pero él simplemente lo había ignorado, hasta que una tarde Chan comió accidentalmente una galleta con huevo y terminó vomitando.

Decidió tomarse más en serio su tarea en aquel lugar, al final era lo único que debía hacer.

El mercado del pueblo se encontraba al aire libre, ya que todos eran pequeños puestos de frutas, pescado o carne que abrían al público por la mañana.
Y uno de los que trabajaba ahí, era Seungkwan.

Motivation - JunhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora